Diagonal, Madrid, España
En 1957 los Dodgers abandonaron Brooklyn por California. Un vacío que ahora pretende ocupar un nuevo proyecto deportivo con oscuros intereses. Los Dodgers era el equipo de béisbol de Brooklyn, el más poblado de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York. El mayor logro del equipo tuvo lugar en 1947 cuando Jackie Robinson entró al campo vistiendo el uniforme de los Dodgers. Era el primer afroamericano en participar en la liga de béisbol.
Ahora, pasados más de 50 años, Brooklyn podría volver a alojar un equipo profesional. No sería de béisbol, sino de baloncesto. Una operación poco clara que mezcla capital extranjero, especulación y algo de glamour.
Todo comenzó en el año 2005, cuando los propietarios del equipo de la vecina ciudad de Nueva Jersey, los Nets, anunciaron su intención de mudarse a la otra orilla del río Hudson. Un proyecto ideado por el actual copropietario del equipo, el cantante Jay- Z. Nacido en Brooklyn, Jay-Z se ha convertido en una de las principales referencias del rap estadounidense, y ha pasado de joven conflictivo que traficaba con drogas a multiempresario millonario de moda.
Un año antes adquirió la franquicia un grupo liderado por el empresario inmobiliario Bruce Ratner, por 300 millones de dólares. Fue entonces cuando comenzó el idilio entre Ratner y Jay-Z para llevarse los Nets a Brooklyn.
Brighton Beach Nets
Ratner, que no goza de muy buena fama, eligió el mismo lugar para su plan inmobiliario que Walter O’Malley. El antiguo directivo de los Dodgers planeó a principios de los ‘50 la construcción de un nuevo estadio en el barrio de Prospect, dentro de Brooklyn, pero entonces el plan fue rechazado, y decidió mudarse a la otra costa del país.
Ahora la idea es crear allí un gran área comercial y residencial llamado Atlantic Yards, que incluye como escaparate del proyecto el estadio Barclays Center (Barclays Bank financia parte del proyecto) para los Nets, con un contrato de 20 años.
La noticia del megaproyecto no fue del agrado de algunos brooklynites, que pusieron diversas demandas en 2006 para tratar de paralizar las obras, que se pretendía estuvieran finalizadas para el año 2009. Todavía no se ha colocado ni una piedra.
El último obstáculo legal fue superado el 24 de noviembre, y abre la posibilidad de que los Nets jueguen allí desde 2012. La corte de apelaciones de Nueva York ha denegado el recurso de amparo puesto por vecinos y comerciantes de la zona.
A la operación se ha incorporado un nuevo protagonista, Mijaíl Projorov, un empresario ruso que ha llegado a un acuerdo para adquirir el 80% de las acciones de los Nets, y que, todo apunta, será el primer propietario no estadounidense de una franquicia NBA. Según un informe de la revista Forbes, Projorov es el hombre más rico de Rusia y su fortuna se estima en 9.500 millones de dólares. El dinero con su incorporación está asegurado, y algunos medios bromean con la coincidencia de la influencia rusa en el distrito: The Brighton Beach Nets?, titulaba un reportaje el New York Times, en referencia al nombre de la zona rusa de Brooklyn, junto a Coney Island.
Esta temporada los Nets, con 18 derrotas seguidas, han batido el récord del peor inicio de competición de la historia de la liga. Algo que puede serles útil. De seguir así pueden asegurarse la elección del número uno del próximo draft, y llevarse al base de Kentucky John Wall, actual sensación de la liga universitaria. Además, algunas estrellas de la NBA serán agentes libres el próximo verano. LeBron James, amigo íntimo de Jay-Z y actual referente mediático de la NBA, suena como posible incorporación a los nuevos Nets.
Es difícil pensar que esta operación alivie el amargo recuerdo de los Dodgers. Lou Reed lo comentaba en la película Blue in the Face, dirigida por Wayne Wang y Paul Auster: “Yo probablemente sí tuve algún trauma infantil... aparte de que los Dodgers se marcharan de Brooklyn, lo cual, si te paras a pensarlo, es una razón para que algunos estemos imbuidos en un cinismo del que no nos recuperaremos”.
Lo que es seguro es que muchos vecinos mirarán con recelo al nuevo residente, a pesar de que Brooklyn sea conocido como el “hogar para cualquiera de cualquier lugar”. Ni que decir tiene que los menos felices serán los New York Knicks, el equipo de referencia del basket en Manhattan, que siempre trató a los New Jersey Nets como su hermano pobre. Quizá la historia vaya a cambiar ahora.