Cacique Raoni: los jóvenes indígenas se alejan de su cultura
AFP (Agencia France-Presse)
Brasilia, Brasil. - Los jóvenes indígenas de Brasil perdieron el interés por sus culturas ancestrales, advirtió en Brasilia el cacique Raoni Metuktire, líder de la etnia Kayapó y rostro internacional de la causa indígena.
"Estoy muy preocupado con la generación joven", dijo a la AFP este jefe octogenario ataviado con un tocado de plumas amarillas sobre el cabello largo y ceniciento, un gigantesco disco labial que se balancea con cada frase y collares de varias vueltas sobre el torso desnudo.
"Los jóvenes no están interesados en nuestra cultura, en la música tradicional, los tocados, la danza, todas nuestras costumbres", lamentó Raoni, que se hizo famoso en el mundo entero después de salir de gira en 1989 junto al cantante Sting para defender la selva amazónica.
El cacique participó esta semana del 14º campamento indígena Terra Livre, que reunió en Brasilia más de 3.000 representantes de etnias de varios países latinoamericanos para denunciar una ofensiva conservadora que amenaza sus territorios y costumbres.
Sentado en una silla de plástico en una de las grandes tiendas del campamento, Raoni acepta posar junto a indígenas y activistas que hacen fila para acercarse a saludarlo.
"Los jóvenes tienen que continuar con esta lucha que estamos llevando adelante aquí, defendiendo nuestros derechos", reclama, al ser interrogado sobre el futuro de las reivindicaciones indígenas.
Durante la entrevista, Raoni responde en dialecto kayapó y hace grandes gestos con las manos, señalándose a sí mismo o a la cámara para enfatizar una frase. Uno de sus sobrinos, Takakpe Tapayuna Metuktire, permanece sentado a su lado y al término de cada frase la traduce al portugués.
"Desde que soy joven vengo luchando contra la deforestación, contra la retirada de madera de las tierras indígenas. No acepto que retroceda la demarcación de nuestras tierras. Hay varios proyectos de los gobiernos que nos están amenazando", denuncia Raoni.
Como él mismo explica, los reclamos de los pueblos indígenas de Brasil y el continente no son nuevos: devastación de sus tierras por grandes proyectos de infraestructura, amenazas y ejecuciones de sus líderes ordenadas por representantes del agronegocio, demoras en el reconocimiento de sus territorios.
Pero con la llegada del conservador Michel Temer al Ejecutivo el año pasado y un Parlamento bajo fuerte influencia de grandes productores agrícolas, iniciativas que podrían restringir el derecho de las tribus a permanecer en sus tierras han ganado fuerza.
Ejemplo de ello es una reforma que se tramita en el Congreso que busca transferir del Ejecutivo al Legislativo la competencia para demarcar dichas tierras.
Esto, en la práctica, suspendería la demarcación, sostienen los defensores de las causas indígenas.
Los Kayapó se encuentran en los estados de Mato Grosso (centro-oeste) y Pará (norte).
De acuerdo con el último censo (2010), en Brasil viven 896.900 indígenas de 305 etnias, un 0,4% de la población de unos 202 millones de personas.
Sus áreas ocupan el 12% del territorio y buena parte se encuentran en la Amazonía.
Hay muchas tierras pendientes de reconocimiento en áreas pobladas y ocupadas por colonos que llegaron con la expansión de la frontera agrícola, un conflicto que muchas veces termina en sangre.
Pero ni el más oscuro de los panoramas hará al legendario líder Raoni perder la esperanza.
"Brasil es la tierra de mi madre, de mis abuelos, de mis bisabuelos", explica. Y promete: "Lucharé hasta el fin".
"Los jóvenes no están interesados en nuestra cultura, en la música tradicional, los tocados, la danza, todas nuestras costumbres", lamentó Raoni, que se hizo famoso en el mundo entero después de salir de gira en 1989 junto al cantante Sting para defender la selva amazónica.
El cacique participó esta semana del 14º campamento indígena Terra Livre, que reunió en Brasilia más de 3.000 representantes de etnias de varios países latinoamericanos para denunciar una ofensiva conservadora que amenaza sus territorios y costumbres.
Sentado en una silla de plástico en una de las grandes tiendas del campamento, Raoni acepta posar junto a indígenas y activistas que hacen fila para acercarse a saludarlo.
"Los jóvenes tienen que continuar con esta lucha que estamos llevando adelante aquí, defendiendo nuestros derechos", reclama, al ser interrogado sobre el futuro de las reivindicaciones indígenas.
- Luchar "hasta el fin" -
Durante la entrevista, Raoni responde en dialecto kayapó y hace grandes gestos con las manos, señalándose a sí mismo o a la cámara para enfatizar una frase. Uno de sus sobrinos, Takakpe Tapayuna Metuktire, permanece sentado a su lado y al término de cada frase la traduce al portugués.
"Desde que soy joven vengo luchando contra la deforestación, contra la retirada de madera de las tierras indígenas. No acepto que retroceda la demarcación de nuestras tierras. Hay varios proyectos de los gobiernos que nos están amenazando", denuncia Raoni.
Como él mismo explica, los reclamos de los pueblos indígenas de Brasil y el continente no son nuevos: devastación de sus tierras por grandes proyectos de infraestructura, amenazas y ejecuciones de sus líderes ordenadas por representantes del agronegocio, demoras en el reconocimiento de sus territorios.
Pero con la llegada del conservador Michel Temer al Ejecutivo el año pasado y un Parlamento bajo fuerte influencia de grandes productores agrícolas, iniciativas que podrían restringir el derecho de las tribus a permanecer en sus tierras han ganado fuerza.
Ejemplo de ello es una reforma que se tramita en el Congreso que busca transferir del Ejecutivo al Legislativo la competencia para demarcar dichas tierras.
Esto, en la práctica, suspendería la demarcación, sostienen los defensores de las causas indígenas.
Los Kayapó se encuentran en los estados de Mato Grosso (centro-oeste) y Pará (norte).
De acuerdo con el último censo (2010), en Brasil viven 896.900 indígenas de 305 etnias, un 0,4% de la población de unos 202 millones de personas.
Sus áreas ocupan el 12% del territorio y buena parte se encuentran en la Amazonía.
Hay muchas tierras pendientes de reconocimiento en áreas pobladas y ocupadas por colonos que llegaron con la expansión de la frontera agrícola, un conflicto que muchas veces termina en sangre.
Pero ni el más oscuro de los panoramas hará al legendario líder Raoni perder la esperanza.
"Brasil es la tierra de mi madre, de mis abuelos, de mis bisabuelos", explica. Y promete: "Lucharé hasta el fin".