Unas gotas de sangre impresas en la cubierta denotan que el volumen profundiza en una “historia trágica”, como la calificó el autor, que marcó una etapa hacia la independencia del país vecino en 1956. Campos diseccionó su obra en cuatro partes que expuso ante un nutrido grupo de personalidades de las artes, la cultura y la política. “La conferencia realiza un breve repaso de los contenidos del libro partiendo del error que cometió España al entrar en la guerra de guerrillas en un territorio desconocido como era el Rif”, explicó el investigador tras la introducción de Simón Chamorro, director del IEC, quien exaltó las virtudes de la producción de Campos ya que sus títulos nutren la bibliografía relativa al norte de África y las relaciones con Europa.
Apoyado en las magistrales ilustraciones de Mariano Bertuchi y las fotografías inmortales de Alfonso, precursor nacional de las corresponsalías de guerra a través del periódico ‘El Liberal’, dedicó parte de su conferencia a las curiosidades que rodearon a Abd el Krim y las personas que se relacionaron con él. La desigual conservación de las estaciones de tren de Tetuán y Ceuta también salió a colación durante las palabras de Campos, quien confió en que este recuerdo del Protectorado luzca pronto el esplendor de antaño.
La comunicación con los lectores de la primera edición, sin contar la ofrecida por la Junta de Andalucía que resultó un éxito, “ha permitido dar una nueva dimensión al libro”, reconoció el autor, quien agradeció la participación desinteresada de las personas que, vinculadas con esta historia que hermana a España y Marruecos, aportaron datos e informaciones enriquecedoras. “Familiares han facilitado documentos y testimonios de aventuras contrastados en los archivos”, indicó Campos, las cuales constituyen, en parte, las novedades de una edición fundamentada en su experiencia vital.
Entre los asistentes se encontraban Clemente Cerdeira, especialista en costumbrismo marroquí; el director del Aula Militar de Cultural, Luis Manso; Javier Jiménez Ugarte, cónsul de España en Tetuán; Fernando Villada, arqueólogo de la Ciudad Autónoma; y Ramesh Chandiramani, presidente de la comunidad hindú, entre otras personalidades que no perdieron la oportunidad de recuperar la figura de Abd el Krim y el Protectorado español.