"En esta tierra es fácil nacer y morir, lo difícil es vivir", dijo Casaldáliga de la región que adoptó hace 44 años, cuando llegó a Sao Félix (en el estado de Mato Grosso, en la Amazonía) y se encontró con un mundo de tensiones sociales, donde grandes terratenientes se imponían sobre pobres, campesinos e indígenas.

 

Hoy, con 84 años y todavía radicado en Sao Felix, sigue empeñado en su lucha. "No nos conformamos con este sistema que hace de la humanidad un negocio", afirma a la AFP, con la voz debilitada por el Parkinson pero con una lucidez intacta.

 

Casaldáliga también sigue defendiendo una iglesia comprometida con el pueblo. "Hoy más que nunca la Iglesia tendría que ser la voz de la esperanza", dijo, y abogó por que "el Vaticano no sea Estado, el papa no sea jefe de Estado, que reconozca los derechos de la mujer, que no sea una iglesia de poder y sí de servicio", afirma.

 

Este cura catalán que nunca más volvió a España enfrentó a los terratenientes, al gobierno y hasta al Vaticano por su denuncia al latifundio y la defensa de campesinos, indígenas y una Iglesia más comprometida. Vivió amenazado de muerte por pistoleros, y fue fundador de la Pastoral de la Tierra y el Consejo Indigenista, claves en la lucha por la reforma agraria y los indígenas.

 

"La de Casaldáliga es una historia de lucha y conquista de la tierra en Brasil y el compromiso de un hombre que ante una situación extrema dio una respuesta extrema, entregando su vida para arreglar esa situación. Es una historia universal y eso es lo que da fuerza a la película", cuenta a la AFP Francesc Escribano, escritor y periodista catalán autor del libro "Descalzo sobre la tierra roja" que da título a la película, de la que tambén es el productor.

 

Un equipo de 100 personas ha irrumpido en Sao Felix do Araguaia para filmar la película, hasta inicio de setiembre. La ciudad, distante 24 horas en autobús de Brasilia, tiene hoy unos 10.000 habitantes y carece de carreteras asfaltadas.

 

Para el filme se han reconstruido escenarios que la llevan a como era 40 años atrás: una tierra en proceso de colonización, con prostíbulos y pistoleros, explica Escribano.

 

El actor catalán Eduard Fernández interpreta a Casaldáliga en la que será una miniserie de dos capítulos con un presupuesto de 3,5 millones de euros, que cuenta con el guionista de la premiada "Central do Brasil" Marcos Bernstein, y de la que participan Televisión Española, la catalana TV3 y la Televisión de Brasil.

 

En 1988, Casaldáliga fue llamado a Roma y sometido a un duro interrogatorio por el entonces cadenal Joseph Ratzinger. Interpretado como un pulso entre dos pesos pesados de la Iglesia, ese diálogo es el punto de partida de la película. En 1985, el obispo catalán viajó a Nicaragua para apoyar la huelga de hambre del canciller y sacerdote Miguel d'Escotto y a Cuba invitado por el entonces presidente Fidel Castro.

 

De él, el teólogo brasileño Frei Betto, un símbolo de la izquierda católica latinoamericana, afirmó: "Hay en Brasil un santo y héroe, Pedro Casaldáliga. Santo por su fidelidad radical al evangelio, héroe por los riesgos de vida enfrentados y las adversidades sufridas".

 

"No hagan una película sobre mí, que sea una película sobre las verdaderas causas de esta lucha: la vida, la tierra, la libertad y la dignidad", le pidió Casaldáliga a su amigo Escribano cuando supo que éste realizaría la película.