"Cascos azules" ponen fin a su misión en Haití tras 13 años
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Puerto Príncipe. - Naciones Unidas retira después de 13 años sus "cascos azules" de Haití. El domingo, los últimos soldados de la misión de estabilización de la ONU (Minustah) deberán abandonar el país caribeño.
Inmediatamente después de la salida de Minustah, una nueva misión de la ONU, Minujusth, aumirá sus labores. En adelante, unos 1.300 expertos apoyarán en Haití la formación de policías, el fortalecimiento del Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos.
Durante la misión Minustah estuvieron desplegados en Haití hasta 4.900 "cascos azules". El coste total de la misión ascendió a unos 7.200 millones de dólares. Los soldados de la ONU realizaron en el país una importante labor a raíz del devastador terremoto que en enero de 2010 causó más de 300.000 muertos.
Después de sangrientas luchas de poder y el derrocamiento del presidente Jean Bertrand Aristide, los "cascos azules" fueron enviados en 2004 a Haití para intentar allanar el camino a la democracia del empobrecido país.
Cuando comenzó la misión, bajo mando brasileño, el país "se encontraba en una situación de profunda inestabilidad con una extendida violencia política y un clima de impunidad que afectó la vida de millones de personas en Haití", evaluó la jefa de la misión, Sandra Honoré, el jueves durante su última comparecencia ante el Consejo de Seguridad en Nueva York.
Efectivamente, la situación de seguridad ha mejorado notablemente y los soldados de Brasil, Nepal, Sri Lanka, Uruguay y Francia han logrado estabilizar hasta cierto punto la situación política.
Según datos de Naciones Unidas, el número de secuestros se ha reducido en más de un 95 por ciento y la tasa de asesinatos no es mayor que en otros muchos países de la región.
Sin embargo, "los cascos azules" también se vieron implicados en una serie de escándalos. Por ejemplo, se les ha acusado de haber cometido numerosos abusos sexuales y de haber traído el cólera al país.
Según la ONU, en el período 2008-2015 se registraron 75 casos de violación o explotación sexual por parte de "cascos azules". En cambio, el investigador y activista por los derechos humanos Mark Snyder dijo haber reunido indicios de casi 600 delitos sexuales.
Aunque Naciones Unidas proclamó una política de tolerancia cero respecto a los abusos sexuales, la organización en realidad tiene las manos atadas, ya que el enjuiciamiento de los responsables solo es competencia de los países que aportan tropas a la misión.
Durante la misión Minustah estuvieron desplegados en Haití hasta 4.900 "cascos azules". El coste total de la misión ascendió a unos 7.200 millones de dólares. Los soldados de la ONU realizaron en el país una importante labor a raíz del devastador terremoto que en enero de 2010 causó más de 300.000 muertos.
Después de sangrientas luchas de poder y el derrocamiento del presidente Jean Bertrand Aristide, los "cascos azules" fueron enviados en 2004 a Haití para intentar allanar el camino a la democracia del empobrecido país.
Cuando comenzó la misión, bajo mando brasileño, el país "se encontraba en una situación de profunda inestabilidad con una extendida violencia política y un clima de impunidad que afectó la vida de millones de personas en Haití", evaluó la jefa de la misión, Sandra Honoré, el jueves durante su última comparecencia ante el Consejo de Seguridad en Nueva York.
Efectivamente, la situación de seguridad ha mejorado notablemente y los soldados de Brasil, Nepal, Sri Lanka, Uruguay y Francia han logrado estabilizar hasta cierto punto la situación política.
Según datos de Naciones Unidas, el número de secuestros se ha reducido en más de un 95 por ciento y la tasa de asesinatos no es mayor que en otros muchos países de la región.
Sin embargo, "los cascos azules" también se vieron implicados en una serie de escándalos. Por ejemplo, se les ha acusado de haber cometido numerosos abusos sexuales y de haber traído el cólera al país.
Según la ONU, en el período 2008-2015 se registraron 75 casos de violación o explotación sexual por parte de "cascos azules". En cambio, el investigador y activista por los derechos humanos Mark Snyder dijo haber reunido indicios de casi 600 delitos sexuales.
Aunque Naciones Unidas proclamó una política de tolerancia cero respecto a los abusos sexuales, la organización en realidad tiene las manos atadas, ya que el enjuiciamiento de los responsables solo es competencia de los países que aportan tropas a la misión.