Cataluña inicia identificación genética de víctimas de la guerra civil española
AFP (Agencia France-Presse)
Barcelona, España. - Ochenta años después de la guerra civil española, la región nororiental de Cataluña lanzará el primer programa público del país para intentar identificar genéticamente a parte de los 114.000 desaparecidos durante ese conflicto y la posterior dictadura de Francisco Franco.
"Es un avance decisivo para restablecer la memoria histórica y es un deber de la democracia que teníamos pendiente", dijo en Barcelona el responsable de Transparencia y Asuntos institucionales del gobierno regional, Raul Romeva, que promovió el programa.
El programa presentado este miércoles en una sala solemne del palacio gubernamental catalán se pondrá en marcha de inmediato aunque su aplicación será progresiva y laboriosa y los resultados no se prevén a corto plazo, reconoció Romeva.
Constará de tres partes: los científicos crearán una base de datos con los perfiles genéticos de los familiares de los desaparecidos, se tomarán muestras de ADN de los restos óseos encontrados en fosas comunes y se cruzarán los datos intentando encontrar coincidencias.
"Esto debería haber empezado hace 40 años" tras la muerte de Franco (1975) y la restauración de la democracia, lamentó.
Sin embargo, durante todos estos años, las autoridades españolas apenas exhumaron las numerosas fosas comunes del país, una de las principales reivindicaciones de los familiares de los más de 114.000 desaparecidos por la guerra civil (1936-1939) y la represión franquista.
A pesar de sus quejas, que se vieron reforzadas por un crítico informe de las Naciones Unidas denunciando la inacción de las autoridades, el actual gobierno conservador se negó a hacer gestos en esa dirección bajo el pretexto de no reabrir viejas heridas del pasado.
Por el mismo motivo, los crímenes del franquismo y la guerra civil siguen impunes en España por una ley de Amnistía general aprobada en 1977, en plena transición hacia la democracia.
"La transición instauró la desmemoria pero (...) sólo si conocemos nuestra historia, podremos construir nuestro futuro", dijo Romeva.
Hasta ahora sólo existía un pequeño proyecto similar en Barcelona, emprendido a título individual por dos descendientes de desaparecidos.
En cinco años consiguieron recoger las muestras genéticas de 125 familiares pero al tratarse de una iniciativa privada no podían compararlos con los restos encontrados en fosas comunes porque no se les permitió el acceso.
El programa presentado este miércoles en una sala solemne del palacio gubernamental catalán se pondrá en marcha de inmediato aunque su aplicación será progresiva y laboriosa y los resultados no se prevén a corto plazo, reconoció Romeva.
Constará de tres partes: los científicos crearán una base de datos con los perfiles genéticos de los familiares de los desaparecidos, se tomarán muestras de ADN de los restos óseos encontrados en fosas comunes y se cruzarán los datos intentando encontrar coincidencias.
"Esto debería haber empezado hace 40 años" tras la muerte de Franco (1975) y la restauración de la democracia, lamentó.
Sin embargo, durante todos estos años, las autoridades españolas apenas exhumaron las numerosas fosas comunes del país, una de las principales reivindicaciones de los familiares de los más de 114.000 desaparecidos por la guerra civil (1936-1939) y la represión franquista.
A pesar de sus quejas, que se vieron reforzadas por un crítico informe de las Naciones Unidas denunciando la inacción de las autoridades, el actual gobierno conservador se negó a hacer gestos en esa dirección bajo el pretexto de no reabrir viejas heridas del pasado.
Por el mismo motivo, los crímenes del franquismo y la guerra civil siguen impunes en España por una ley de Amnistía general aprobada en 1977, en plena transición hacia la democracia.
"La transición instauró la desmemoria pero (...) sólo si conocemos nuestra historia, podremos construir nuestro futuro", dijo Romeva.
Hasta ahora sólo existía un pequeño proyecto similar en Barcelona, emprendido a título individual por dos descendientes de desaparecidos.
En cinco años consiguieron recoger las muestras genéticas de 125 familiares pero al tratarse de una iniciativa privada no podían compararlos con los restos encontrados en fosas comunes porque no se les permitió el acceso.