AFP (Agencia France-Presse)
BASE AÉREA DE UDEID. - Catar y Estados Unidos renovaron el martes un acuerdo de cooperación militar durante una visita a este país del Golfo del jefe del Pentágono, Chuck Hagel, en especial, a la base aérea estadounidense de Udeid.
Hagel se reunión en Doha con el emir, el jeque Tamim bin Hamad, y su ministro de Defensa, el general Hamad bin Ali Al Attiya.
Las dos partes renovaron en esta ocasión el acuerdo que define las "relaciones entre las fuerzas de Estados Unidos y de Catar, entre ellas, en materias de formación, ejercicios conjuntos y otras actividades", indicó en un comunicado un portavoz de Hagel, Carl Woog.
"El acuerdo busca promover la cooperación bilateral y refleja la larga historia de cooperación entre Estados Unidos y Catar en materia de seguridad", añadió.
En el comunicado, el Pentágono destacó también "las estrechas relaciones entre Estados Unidos y sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo", es decir, Catar, Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Kuwait.
En la base de Udeid, puesta a disposición de Estados Unidos por Catar, Hagel inspeccionó el centro de mando y las pantallas de control del tráfico aéreo sobre Siria, el Golfo y Afganistán.
Ante la prensa, Hagel admitió diferencias de orden táctico entre Estados Unidos y sus aliados del Golfo pero aseguró que compartían los objetivos a conseguir.
De visita en la región desde el jueves por la noche, en concreto, en Bahrein y en Arabia Saudita, Hagel busca tranquilizar a los aliados árabes de Washington sobre la presencia militar estadounidense en el Golfo, según los responsables del Pentágono.
Hagel afirmó el sábado que el acuerdo nuclear iraní del 24 de noviembre no afectaría la presencia de los 35.000 soldados de Estados Unidos en la región.
En su encuentro con el emir de Catar, el jefe del Pentágono reiteró que su país busca aún "impedir que Irán posea un arma atómica".
El conflicto de Siria también se abordó. "Reafirmo nuestra posición de apoyar la oposición moderada", declaró Hagel, en un momento en el que Washington teme un aumento de la influencia de los extremistas entre los rebeldes comprometidos contra el régimen del presidente Bashar al Asad.