Las Fuerzas Armadas turcas intervinieron contra un grupo "importante" de rebeldes que querían lanzar un ataque nocturno contra un destacamento de gendarmería cerca de la frontera con Irak, indicó un comunicado del gobierno de Hakkari, una provincia montañosa situada en el extremo sudeste de Turquía, fronteriza con Irak e Irán.
El PKK utiliza el norte de Irak como retaguardia en sus operaciones en el sudeste de Turquía, poblado mayoritariamente por kurdos.
Esos combates tuvieron lugar a pesar de que en las últimas semanas el gobierno turco reactivó un diálogo con el jefe del PKK, Abdulá Ocalan, detenido en el noroeste de Turquía desde 1999.
El martes, el Partido por la Paz y la Democracia (BDP) se congratuló por esas negociaciones, pero recordó que solamente el fin de las operaciones militares y de la encarcelación de los militantes kurdos permitirán abrir verdaderas negociaciones de paz.