Chica de El Bronx hace historia

El Diario La Prensa, Nueva York, Estados Unidos de América

La juez Sonia Sotomayor es hija de inmigrantes puertorriqueños de El Bronx, y no se le ha olvidado. En un discurso en la Universidad de California, Berkeley, en el 2002 la juez habló de su amor por las orejas de cuchifrito, el merengue y los juegos de dominó y dijo: “¿Quien soy? Soy nuyorican”.

Chica de El Bronx hace historia
Sotomayor, de 54 años, es la primera juez de origen hispano nominada al cargo en la Corte Suprema. Lleva más de diez años como juez del Segundo Circuito Federal de Apelaciones.

Fue criada por su madre en un caserío público. Su padre, que trabajaba en una fábrica y solo había llegado al tercer grado de la escuela, murió cuando ella tenía 9 años. Su madre, una enfermera, logró mandarla a una escuela secundaria privada en el norte de El Bronx, el Cardinal Spellman High School.

Ken Moy, un amigo y compañero del equipo de debate en la escuela, la recuerda como una joven “brillante” que “llegó a esa escuela con un sueño —quería hacer algo con su vida, quería ser alguien”.

Moy también rememora las largas charlas y la “olla sin fondo de arroz y habichuelas” que compartía con la familia Sotomayor en Coop City, el caserío público donde vivían.

Sotomayor ingresó a la Universidad de Princeton en 1972, donde estudió historia.

“Habían pocos latinos, y muy pocas latinas en ese momento”, dijo Margarita Rosa, una amiga de la universidad, que hoy en día es directora del Grand Street Settlement, una organización de servicio público en Manhattan.


Mientras estudiaba en Princeton, Sotomayor se casó con otro estudiante, pero el matrimonio terminó en divorcio en 1983. No tiene hijos.
Después de graduarse con honores de Princeton en 1972, se graduó de la Escuela de Derecho de Yale en 1979. Trabajó en la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, bajo Robert Morgenthau, de 1979 hasta 1984.
Trabajó en una firma privada hasta ser nominada por George H. Bush en 1991 al cargo de juez de distrito en Manhattan, un puesto que la convirtió en la primer magistrada federal hispana en Nueva York. El presidente Bill Clinton la designó en 1997 para el Segundo Circuito Federal de Apelaciones.

En 1995 puso fin a una huelga de 232 días de las Ligas Mayores de Béisbol, llegando a una decisión en 15 minutos y haciendo un discurso de 45 minutos en el cual se describió como una fan del deporte.

Juan Cartagena, cónsul general de la Sociedad de Servicio a la Comunidad, dijo ayer que “su capacidad de servir a la comunidad va mucho más allá de ser fiscal, juez —también conlleva apoyando a nuestras instituciones con servicio voluntario”.

La congresista Nydia Velázquez expresó felicidad ante la nominación, diciendo: “Es un día glorioso”. Describió a la juez como una persona “con experiencia legal incuestionable y con una experiencia de la vida sin comparación”.

Pero, según la secretaria del estado, Lorraine Cortez-Vásquez, lo mejor está por venir. “Cambiará por siempre la forma en que el mundo percibe a la comunidad puertorriqueña”, aseguró.

“Es tan emocionante”, añadió llorando. “Yo pienso en todas las niñas de El Bronx, con tanto talento, que antes no tuvieron oportunidades. La puerta ya no está cerrada para ellas”.


Nuevo comentario: