China responde a rebaja fiscal de Trump con recorte de impuestos
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Pekín. - El Gobierno chino anunció hoy una rebaja fiscal con el objetivo de atraer la inversión extranjera directa, en una aparente respuesta a la reforma fiscal del presidente estadounidense, Donald Trump, que contempla impuestos más bajos a las empresas.
Las empresas extranjeras que, bajo ciertas condiciones, lleven a cabo inversiones en China no verán gravados sus beneficios, informó hoy el Ministerio de Finanzas en su página web.
La condición es sin embargo que esas compañías extranjeras inviertan en una lista de industrias aprobada por el Gobierno que Pekín desea desarrollar.
La medida es retroactiva hasta el 1 de enero de 2017, de forma que las empresas extranjeras puedan ya acogerse a la misma en el año que termina.
El objetivo es explotar activamente la inversión extranjera, promoviéndola y mejorando su calidad, según el Ministerio.
La inversión extranjera creció sólo un 1,9 por ciento en los primeros diez meses del año, frente al mismo periodo de 2016. Pero en noviembre se produjo un repentino aumento del 90 por ciento que elevó el dato hasta el 9,8 por ciento en los primeros 11 meses del año.
La reforma fiscal de Trump, que incluye una reducción del impuesto de sociedades del 35 al 21 por ciento, pretende animar a las compañías estadounidenses que declaran sus beneficios en otros países a "repatriarlos" a Estados Unidos.
Los expertos creen que Pekín teme que la medida de Trump provoque una huida de capital estadounidense del país asiático e incluso una retirada completa de las operaciones estadounidenses del país.
Según las últimas encuestas a empresas extranjeras en China, éstas se quejan de medidas proteccionistas, falta de acceso al mercado, aumento de costes y competencia injusta en el país asiático.
La condición es sin embargo que esas compañías extranjeras inviertan en una lista de industrias aprobada por el Gobierno que Pekín desea desarrollar.
La medida es retroactiva hasta el 1 de enero de 2017, de forma que las empresas extranjeras puedan ya acogerse a la misma en el año que termina.
El objetivo es explotar activamente la inversión extranjera, promoviéndola y mejorando su calidad, según el Ministerio.
La inversión extranjera creció sólo un 1,9 por ciento en los primeros diez meses del año, frente al mismo periodo de 2016. Pero en noviembre se produjo un repentino aumento del 90 por ciento que elevó el dato hasta el 9,8 por ciento en los primeros 11 meses del año.
La reforma fiscal de Trump, que incluye una reducción del impuesto de sociedades del 35 al 21 por ciento, pretende animar a las compañías estadounidenses que declaran sus beneficios en otros países a "repatriarlos" a Estados Unidos.
Los expertos creen que Pekín teme que la medida de Trump provoque una huida de capital estadounidense del país asiático e incluso una retirada completa de las operaciones estadounidenses del país.
Según las últimas encuestas a empresas extranjeras en China, éstas se quejan de medidas proteccionistas, falta de acceso al mercado, aumento de costes y competencia injusta en el país asiático.