Cientos de mujeres protestan contra obispos católicos en Costa Rica

AFP (Agencia France-Presse)

SAN JOSÉ. - Centenares de personas, en su mayoría mujeres, se congregaron este domingo en la denominada "Marcha de las putas" frente a la catedral metropolitana de San José para repudiar lo que consideraron declaraciones machistas y patriarcales de la jerarquía católica.

La marcha, en Costa Rica.
La marcha, en Costa Rica.
"Soy puta, soy ramera, me visto como quiera", gritaban las manifestantes desde el Parque Central, mientras los asistentes a la misa matutina salían del templo, ubicado en el centro de la capital costarricense.
"Vamos a quemar la conferencia espiscopal por machista y patriarcal"; "Vaticano y capital, alianza criminal"; "Iglesia basura, vos sos la dictadura"; "Quiten sus rosarios de nuestros ovarios", eran algunas de las consignas repetidas durante la demostración.
Una mujer con los pechos desnudos y de rodillas era sujetada con gruesas cadenas por un hombre vestido de cura mientras devoraba rosarios, en una parodia del sometimiento que la Iglesia ha ejercido siempre sobre las mujeres, según explicó una de las activistas a la AFP.
La "Marcha de las Putas", que se ha realizado en diversas ciudades del mundo para denunciar los abusos sexuales y otras formas de violencia contra las mujeres, tuvo en Costa Rica un tono profundamente anti-clerical.
El 2 de agosto, durante las celebraciones del día de la Virgen de los Angeles -patrona de Costa Rica-, el obispo de la ciudad de Cartago (22 km al este de San José) pidió a las mujeres que vistan "con recato" para no ser deshumanizadas.
A esta declaración se unió la del enviado del papa Benedicto XVI, el cardenal mexicano Francisco Robles, quien afirmó que "la misión de la mujer no consiste en emular al hombre sino en aportar a un mundo más humano, ejerciendo creatividad en el ámbito hogareño".
"El control sobre los cuerpos de las mujeres es uno de los mecanismos históricos de opresión patriarcal, se sostiene sobre el prejuicio sexista de que somos las mujeres las que provocamos la violencia física y sexual, ejercida por los hombres", expresa un manifiesto leído durante la concentración por las organizadoras.
"Nuestra integridad y nuestro cuerpo deben ser respetados, independientemente de cómo nos vistamos", agrega el documento.
 


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