Cierran sin avances primeras consultas para formar Gobierno en Italia
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Roma. - La primera ronda de consultas para formar Gobierno en Italia culminó hoy sin avances, informó el presidente italiano, Sergio Mattarella, a cargo de las negociaciones, un mes después de las elecciones que dejaron al país en una parálisis política sin claras mayorías.
"Dejaré pasar un par de días de reflexión", dijo Mattarella, que justificó la pausa para permitir que los líderes políticos "evalúen responsablemente la situación" y exploren posibles acuerdos de coalición. La próxima semana comenzará la segunda ronda de consultas, anunció.
La tercera economía de la eurozona ha entrado en un limbo desde las elecciones del 4 de marzo, en las que los partidos más votados fueron el izquierdista Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el ultraderechista Liga, ninguno de los cuales alcanzó una mayoría en el Parlamento.
El líder de la Liga, Matteo Salvini, hizo hoy un llamado a formar Gobierno junto al M5S, al advertir que la única alternativa a esa opción es la convocatoria de nuevas elecciones.
"El punto de partida es el centroderecha", dijo Salvini tras reunirse con Mattarella. "Si queremos un Gobierno duradero, debemos involucrar a (el Movimiento) Cinco Estrellas. No tienes que ser científico para ver que cualquier otra solución sería temporal e improvisada", agregó.
Si nadie se prepara a hacer concesiones "no habrá (nuevo) Gobierno y la única solución, que obviamente no estamos apoyando, pero no descartamos, son (nuevas) elecciones", dijo Salvini.
El líder del M5S, Luigi Di Maio, cuyo partido obtuvo un 32 por ciento de los votos, ofreció el miércoles una coalición de Gobierno tanto con la Liga como con el centroizquierdista Partido Democrático (PD), pero no dio detalles.
El PD, derrotado en las elecciones, se retiró de las conversaciones de coalición y anunció su pase a la oposición mientras elige un sucesor para el ex primer ministro Matteo Renzi, que renunció como líder del partido.
La Liga, por otro lado, rechaza las demandas del M5S de romper con el partido Forza Italia, del ex primer ministro Silvio Berlusconi, algo que fragmentaría a la coalición derechista que obtuvo un 37 por ciento en las últimas elecciones.
El M5S y la Liga podrían formar un Gobierno de perfil euroescéptico que pondría a Italia, miembro fundador de la Unión Europea, en conflicto con otros miembros del bloque y las instituciones con sede en Bruselas.
"Debemos asegurarnos que Italia no esté sentada siempre al fondo de la clase" cuando las decisiones de la UE son tomadas, y forzada sólo a "jugar a ponerse al día con las iniciativas franco-alemanas", dijo Salvini, quien busca ser nombrado primer ministro.
Los partidos de Salvini y Di Maio están de acuerdo en su oposición a la disciplina fiscal de la UE, la necesidad de revertir el sistema de pensiones y reformas escolares, recortar los beneficios de los políticos, reducir la inmigración y poner fin a las sanciones del bloque a Rusia.
Los partidos también tienen ambiciosos planes económicos que pueden ser incompatibles con las restricciones prespuestarias de Italia. Mientras el M5S quiere subsidios al salario mínimo para los pobres, la Liga propone un impuesto fijo de un 15 por ciento a los ingresos de empresas y personas.
Berlusconi podría desempeñar un rol moderador: tras reunirse con el presidente, el político de 81 años pidió un Gobierno basado en "acuerdos claros basados en soluciones concretas y viables, creíbles a nivel europeo".
Mattarella, que realiza una ronda de conversaciones de dos días con los dirigentes políticos en un intento por desbloquear la situación, aún no se reunió con Di Maio.
Si bien no tiene una fecha límite para alcanzar un acuerdo, si concluye en que éste no es posible tiene el poder de disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones, posiblemente para fines de 2018.
La tercera economía de la eurozona ha entrado en un limbo desde las elecciones del 4 de marzo, en las que los partidos más votados fueron el izquierdista Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el ultraderechista Liga, ninguno de los cuales alcanzó una mayoría en el Parlamento.
El líder de la Liga, Matteo Salvini, hizo hoy un llamado a formar Gobierno junto al M5S, al advertir que la única alternativa a esa opción es la convocatoria de nuevas elecciones.
"El punto de partida es el centroderecha", dijo Salvini tras reunirse con Mattarella. "Si queremos un Gobierno duradero, debemos involucrar a (el Movimiento) Cinco Estrellas. No tienes que ser científico para ver que cualquier otra solución sería temporal e improvisada", agregó.
Si nadie se prepara a hacer concesiones "no habrá (nuevo) Gobierno y la única solución, que obviamente no estamos apoyando, pero no descartamos, son (nuevas) elecciones", dijo Salvini.
El líder del M5S, Luigi Di Maio, cuyo partido obtuvo un 32 por ciento de los votos, ofreció el miércoles una coalición de Gobierno tanto con la Liga como con el centroizquierdista Partido Democrático (PD), pero no dio detalles.
El PD, derrotado en las elecciones, se retiró de las conversaciones de coalición y anunció su pase a la oposición mientras elige un sucesor para el ex primer ministro Matteo Renzi, que renunció como líder del partido.
La Liga, por otro lado, rechaza las demandas del M5S de romper con el partido Forza Italia, del ex primer ministro Silvio Berlusconi, algo que fragmentaría a la coalición derechista que obtuvo un 37 por ciento en las últimas elecciones.
El M5S y la Liga podrían formar un Gobierno de perfil euroescéptico que pondría a Italia, miembro fundador de la Unión Europea, en conflicto con otros miembros del bloque y las instituciones con sede en Bruselas.
"Debemos asegurarnos que Italia no esté sentada siempre al fondo de la clase" cuando las decisiones de la UE son tomadas, y forzada sólo a "jugar a ponerse al día con las iniciativas franco-alemanas", dijo Salvini, quien busca ser nombrado primer ministro.
Los partidos de Salvini y Di Maio están de acuerdo en su oposición a la disciplina fiscal de la UE, la necesidad de revertir el sistema de pensiones y reformas escolares, recortar los beneficios de los políticos, reducir la inmigración y poner fin a las sanciones del bloque a Rusia.
Los partidos también tienen ambiciosos planes económicos que pueden ser incompatibles con las restricciones prespuestarias de Italia. Mientras el M5S quiere subsidios al salario mínimo para los pobres, la Liga propone un impuesto fijo de un 15 por ciento a los ingresos de empresas y personas.
Berlusconi podría desempeñar un rol moderador: tras reunirse con el presidente, el político de 81 años pidió un Gobierno basado en "acuerdos claros basados en soluciones concretas y viables, creíbles a nivel europeo".
Mattarella, que realiza una ronda de conversaciones de dos días con los dirigentes políticos en un intento por desbloquear la situación, aún no se reunió con Di Maio.
Si bien no tiene una fecha límite para alcanzar un acuerdo, si concluye en que éste no es posible tiene el poder de disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones, posiblemente para fines de 2018.