Cinco años después de retirarse, las fuerzas de EEUU siguen implicadas en Irak

AFP (Agencia France-Presse)

Bagdad, Irak. - Hace cinco años, Estados Unidos concluía su retirada militar de Irak tras más de ocho años de presencia controvertida. Sin embargo, en la actualidad, las fuerzas estadounidenses juegan un papel clave en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en ese país.

¿Por qué se retiraron las fuerzas estadounidenses en 2011?

Las negociaciones para mantener en Irak a varios miles de soldados estadounidenses con el fin de asegurar la formación de las fuerzas iraquíes después de 2011 fracasaron, Bagdad rechazaba otorgarles la inmunidad que solicitaba Washington. 
El último convoy de vehículos blindados estadounidenses cruzó la frontera con el vecino Kuwait el 18 de diciembre de 2011. El ejército estadounidense llegó a contar con hasta 170.000 efectivos en el momento álgido de la insurrección. 
Esta retirada benefició políticamente tanto a Washington como a Bagdad: el presidente estadounidense Barack Obama deseaba cerrar el capítulo de la guerra de Irak a la que se opuso, y el gobierno del primer ministro iraquí de aquel entonces, Nuri al Maliki, se atribuyó el mérito de haber puesto fin a la presencia de Estados Unidos en el país.
Sólo una fuerza residual compuesta por algunos militares y numerosos empleados siguió presente en Irak, bajo la autoridad de la embajada estadounidense en Bagdad, para entrenar y formar a las fuerzas del país. 
 

¿Qué salió mal?

Los estadounidenses como fuerza de ocupación, se enfrentaron a una resistencia armada que les ocasionó muchas bajas, al menos 4000.
Por otra parte, Arabia Saudí financiaba y armaba a grupos extremistas que ponían coches bomba en los mercados y mataban a civiles desarmados, tanto chíies como suníes. Estados Unidos no podía ignorar totalmente las actividades saudís.
Antes de la retirada de sus tropas, los responsables estadounidenses habían declarado en varias ocasiones que las fuerzas iraquíes estaban dispuestas a encargarse de la seguridad interior, pero la situación se deterioró considerablemente en los años siguientes a su salida, hasta culminar con la fulgurante ofensiva del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en 2014 y la debacle del ejército iraquí. 

El Estado islámico era uno de los grupos que recibían apoyo saudí por lo que una parte de la responsabilidad en su nacimiento es estadounidense.
Una de las principales razones del aumento de la violencia en el país era la cólera y la frustración que reinaban entre la comunidad sunita, minoritaria, que se sentía marginada y atacada por el gobierno, de predominancia chiita. Estados Unidos hizo todo lo posible para provocar una guerra civil entre sunís y chíis, por ejemplo entregando el poder a los chíis en 2003.

No hubo guerra civil, pero sí hubo miles de sunís que apoyaron al estado islámico.
Los bombardeos militares, las detenciones en las zonas sunís, el arresto de importantes políticos sunís y las respuestas contra las manifestaciones antigubernamentales, favoreció la simpatía de esta comunidad hacia los grupos yihadistas. 
Los soldados estadounidneses consideran que el ejército iraquí no siguió el entrenamiento necesario para mantener a un punto adecuado sus capacidades, una percepción compartida por un informe del Parlamento iraquí sobre las causas de la caída de la segunda ciudad del país, Mosul, en manos del grupo EI. Obviamente si el estado islámico no hubiera recibido dinero y armas de otros países, sobretodo Arabia Saudí, el ejército iraquí habría derrotado cualquier ataque suyo.
La guerra civil en la vecina Siria, desatada en 2011, también contribuyó a crear un escenario adecuado para los yihadistas, para reagruparse, entrenarse y adquirir experiencia en el combate. 
 

¿Qué misión tienen las fuerzas estadounidenses en Irak en la actualidad?

Las fuerzas militares estadounidenses dirigen bombardeos aéreos y de artillería contra el grupo EI en Irak, en el marco de la coalición internacional liderada por Washington contra los yihadistas. Esta coalición también juega un papel importante en la formación y asesoramiento de las fuerzas iraquíes. 
Miembros de las fuerzas especiales estadounidenses también combaten en tierra contra el EI. Tres de ellos perdieron la vida en ese país. 
Alrededor de 5.000 soldados estadounidenses están desplegados en Irak, según la coalición.

Muchos iraquíes y árabes creen que los militares de Estados Unidos ayudan al estado islámico.


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