Cine del Mediterráneo mezcla el desencanto y la risa para contar la región
AFP (Agencia France-Presse)
MONTPELLIER. - El Festival de Cine del Mediterráneo, que cerró el fin de semana en Montpellier, sur de Francia, volcó una mirada desencantada sobre el Medio Oriente, pero con la risa que también caracteriza a esa conflictiva región.
Imagen del film Mujeres en el bus 678
Por su parte, el Jurado de la crítica premió la sensible y austera cinta "El Jardín de Hanna", de la israelí Hadar Friedlich, que evoca el fin del sueño representado por los kibbutz israelíes, esas propiedades colectivas que han sido paulatinamente privatizadas.
Jean François Bourgeot, director del Festival -en cuya 33 edición se proyectaron unas 250 películas provenientes de 22 países- recalcó que, aunque el "siempre recurrente" conflicto israelo-palestino es el trasfondo de ambos filmes, "la manera de tratarlo es completamente distinta".
El filme "Man without a cell phone", del palestino Sameh Zoabi, trata, en tono de comedia, el conflicto generacional en torno a la modernidad, y el ansia de los jóvenes árabes israelíes por respirar un aire más libre y vital que el de sus aldeas ocupadas.
"La cinematografía de esa región está marcada siempre por el sufrimiento, pero en la película palestina, como en otras que participaron en esta edición, el dolor está acompañado por la risa que brota de forma espontánea en los países mediterráneos", dijo a la AFP el director de este Festival conocido como Cinemed.
"Tampoco la película israelí premiada por los críticos de cine gira en torno de la guerra, ni se centra en la disputa territorial, sino que retrata el proceso de envejecer, la soledad de los viejos, su desilusión" por el fin del sueño socialista, señaló .
Una mención de honor fue atribuida por el jurado al filme "The Enemy" (El Enemigo), del serbio Dejan Zecevic, "una metáfora sobre el bien y el mal, que recuerda que no porque la guerra haya terminado se ha extirpado el mal que hay en el hombre", observó Bourgeot, que dirige Cinemed desde hace diez años.
El premio del Público y el premio de los jóvenes fue atribuido a la película egipcia "Mujeres en el bus 678", de Mohammed Diab, sobre las agresiones cotidianas sufridas por las mujeres en los autobuses en El Cairo.
"Ese filme trata del heroísmo femenino ante esas agresiones", destacó el responsable de Cinemed, que recordó que otro de los grandes temas de esta edición fue "la primaveras árabe".
Hizo sin embargo hincapié que la cinematografía de Egipto y de otros países de esa región, que ha estado en los últimos meses en el ojo del huracán, es invitada de honor de este Festival desde mucho antes de que estallaran las "revoluciones de los jazmines".
"No descubrimos el mundo árabe este año", ironizó Bourgeot, que prevé que filmes de esta región ocuparán un lugar cada vez más importante en Cinemed, con el surgimiento de una generación de cineastas que utilizan el cine como instrumento para reflejar los cambios cotidianos o geopolíticos de sus países.
Bourgeot confesó a la AFP que en esta edición cumplió uno de sus grandes sueños, con la presencia de la actriz Stefania Sandrelli, protagonista de decenas de películas rodadas por grandes maestros del cine italiano.
"Stefania Sandrelli es una gran figura del cine mundial. Y era mi sueño, mi fantasma erótico-maternal. Haber estado con ella, compartido con ella, fue para mí un momento de felicidad absoluta", confió Bourgeot, que empezó ya a pensar en la próxima edición de este Festival.