COCHABAMBA,Philippe Bernes-Lasserre, (AFP) - Coincidiendo este jueves con el 'Día de la Tierra', la Conferencia de los Pueblos sobre Cambio Climático expresó su deseo de justicia ambiental para las poblaciones, frecuentemente pobres, cuyos litorales, agua o agricultura sufren los efectos del calentamiento global.
El foro se desarrolló durante tres días en medio de un discurso muchas veces estridente, como las declaraciones del presidente anfitrión, Evo Morales, cuando indicó "o muere el capitalismo o muere el planeta".
La cumbre fue convocada por Morales tras considerar que la reunión climática de Copenhague de diciembre pasado, liderada por los países industrializados, tuvo resultados decepcionantes, y para dar elementos de los países en desarrollo a la reunión de Cancún (México) en diciembre próximo.
Precisamente en esta última jornada, el presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo que Cancún será un "escenario de batalla" y que está dispuesto a financiar a los movimientos sociales para que acudan a presionar a esa reunión.
El mandatario venezolano dijo que en Cancún las potencias industrializadas, con Estados Unidos en primera línea, "buscarán imponer el documento de Copenhague, que no reúne principios básicos para salvar a la Tierra".
"Lo que en Cancún va a haber es otra batalla", anticipó Chávez, quien dijo que se debe financiar la movilización hasta el balneario mexicano de todos los movimientos sociales del mundo, con el fin de presionar.
"Nosotros vamos a Cancún, no creo que nos lo impidan", dijo el mandatario, quien señaló que Estados Unidos hace un "chantaje" para que las naciones que se oponen al acuerdo de la Cumbre de Copenhague no vayan a México.
Morales y Chávez, puntas de lanza de la izquierda antiliberal, cerraron la reunión de Cochabamba con una iniciativa histórica -aunque todavía más simbólica que concreta- para un referendo mundial sobre clima que se realizaría en el próximo Día de la Tierra, el 22 de abril de 2011.
Según documentos aprobados el miércoles, el voto sería organizado en ciertos países con el apoyo de los gobiernos, y en otros países a través de movimientos sociales, sindicatos u ONGs.
Las cinco preguntas revelan una mezcla de generalidades y utopía.
"¿Está de acuerdo con abandonar el modelo de sobreproducción y consumismo para restablecer la armonía con la Naturaleza?". O "¿Está de acuerdo con transferir los gastos de guerra a un presupuesto para la defensa del planeta?", son algunos ejemplos.
Según los promotores, el voto apuntaría a una participación de un 50% de la población en edad de votar, es decir unas 2.000 millones de personas.
Otro tema remite a la "creación de un tribunal de Justicia climática para juzgar a quienes destruyen la Madre Tierra".
Ese tribunal, que juzgaría Estados, empresas o personas, es una demanda expresa del foro de Cochabamba que será transmitida a la Cumbre de Cancún.
Este jueves el foro pidió la adopción de un objetivo obligatorio de reducción de 50% de los gases que producen el efecto invernadero de acá a 2020, en las recomendaciones que serán enviadas a Cancún.
Con esa reducción, estima el embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón, el calentamiento del planeta podría limitarse a 1,5 grados y no a los 2 fijados en Copenhague, un objetivo imposible en este momento con los compromisos individuales anunciados hasta ahora por los distintos países.
También significa una voluntad de la izquierda en el mundo en desarrollo de ocupar políticamente el terreno del clima, un tema que será determinante en los próximos años.