Clasificación china de mejores 500 universidades preocupa a varios países

AFP (Agence France-Presse)

SHANGHAI, D'Arcy Doran, (AFP) - La clasificación de las mejores 500 universidades del mundo, elaborada anualmente en Shanghai en base al número de premios Nobel u otras recompensas prestigiosas obtenidas por sus profesores o investigadores, pone a temblar a los ministerios de Educación europeos.

Una universidad francesa
Una universidad francesa
Francia envió a su ministra de la Enseñanza Superior el mes pasado al campus de la Universidad de Comunicaciones (Jiaotong) en Shanghai para criticar su clasificación, Noruega mandó a su ministro el año pasado y el de Dinamarca es esperado allí el mes próximo.
Decenas de presidentes de universidades también viajaron a China.
La clasificación anual, esperada a finales de esta semana, es muy criticada en algunos países, aunque la universidad shanghaiana no ocultaba su perplejidad ante tantas marcas de interés.
"No nos imaginábamos que los resultados tendrían tanta influencia", dijo a la AFP Ying Cheng, director ejecutivo del Centro de Jiaotong para las universidades de clase mundial.
El Centro compila desde 2003 a las mejores 500 universidades o grandes escuelas en el mundo, basándose en el número de premios Nobel u otras recompensas obtenidas por sus profesores o investigadores y el número de publicaciones en las revistas Nature o Science.
Harvard ha figurado en primera posición durante siete años consecutivos. El año pasado, Stanford obtuvo el segundo lugar, seguido de Berkeley. Las únicas instituciones fuera de Estados Unidos en figurar entre las diez mejores eran las británicas Cambridge (4º) y Oxford (10º).
La idea de esta clasificación nació en 1998, cuando Pekín decidió dotarse de varias universidades con prestigio mundial, con el objetivo de definir los criterios para que una universidad sea considerada de rango internacional y ver cómo se ubicaban las universidades chinas.
Hoy día, sin embargo, el debate sobre la clasificación ocurre sobre todo fuera de China.
Mientras España se alegraba de tener a varias universidades entre las primeras 200, según Michaela Saisana, que analizó la metodología para la Comisión Europea, Italia no entendía por qué no tenía a ningún establecimiento entre los primeros 100.
En Francia, la clasificación de Shanghai, acusada de ser "exclusivamente científica" y concentrarse en la investigación, ignorando la calidad de la formación, desencadenó una salva de artículos sobre los pobres resultados de las universidades chinas. París milita por que haya una clasificación europea.
"Alemania, Francia, Italia y España son los países que más fueron afectados por la clasificación", dijo Saisana.
Pero, según ella, la clasificación de Shanghai no debería usarse como referencia internacional porque no toma en cuenta las ventajas y las misiones específicas de las grandes universidades.
La ministra francesa de la Enseñanza Superior, Valerie Pecresse, viajó en julio a Jiaotong para promover la "Operación Campus" en la que Francia invertirá más de 5.000 millones de euros para renovar sus universidades, dijo Ying Cheng.
Las universidades chinas, por su lado, hicieron muchos esfuerzos estos últimos años. En 2004, ocho aparecían entre las mejores 500. El año pasado, ya eran 22.
Sin embargo, las universidades chinas fueron sacudidas por varios escándalos. Hace cuatro años, en la propia Jiaotong, un supuesto descubrimiento electrónico había sido en realidad robado a la empresa estadounidense Motorola.


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