Los rebeldes chiitas de Ansarula ganan terreno fuera de sus bastiones de las montañas del norte del país rumbo a la capital, en un intento de ampliar su zona de influencia en un futuro Estado federal, que debe contar con seis provincias.

Los combates con ametralladoras y armas de calibre medio, estallaron en varios pueblos de la aglomeración de Hamdan, a una decena de kilómetros del aeropuerto internacional de Saná, según fuentes tribales y militares.

En la provincia de Amran, fuentes tribales y militares señalaron "duros enfrentamientos" el viernes entre el ejército y los rebeldes chiitas, que dejaron "decenas de víctimas", si bien la AFP no pudo obtener por el momento una confirmación de este balance.

El presidente yemenita, Abd Rabo Mansur Hadi, aseguró el sábado que no toleraría "ningún acto de violencia" de cualquiera de las partes, durante un discurso que marca el inicio del mes de ramadán, según la agencia oficial Saba.

Los enfrentamientos se reanudaron en el norte de Yemen a mediados de junio tras la ruptura de una tregua de 11 días entre rebeldes y ejército.