Comienzan negociaciones en Astaná sobre cuarta zona segura en Siria
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Astaná. - Representantes del Gobierno y la oposición siria se reunieron hoy en la capital kazaja Astaná en la sexta ronda de negociaciones impulsada por Rusia, Irán y Turquía, para establecer la cuarta de las denominadas zonas seguras en Siria, en concreto en la convulsa provincia nororiental de Idlib.
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, también participó en las conversaciones, además de diplomáticos de Estados Unidos y Jordania que acudieron como observadores, según informó el Ministerio de Exteriores kazajo.
La provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, está controlada por completo por los rebeldes, con predominio del grupo Haiat Tahrir al Sham (Organismo de Liberación del Levante), afiliado a Al Qaeda.
Según la ONU, en la provincia viven alrededor de dos millones de personas, entre ellas un millón de desplazados. Y unos 1,3 millones de personas dependen de las ayudas humanitarias que llevan las organizaciones desde la vecina Turquía.
Se está cerca de alcanzar un acuerdo sobre Idlib, dijo el negociador ruso Alexander Lavrentiev. En rondas de negociaciones anteriores ya se acordó el establecimiento de tres de las llamadas zonas seguras en Siria: una en el área situada al este de la capital Damasco, otra en la central provincia de Homs y una tercera en el sur del país. En estas áreas, los desplazados internos pueden encontrar refugio.
Aunque en estas zonas se producen continuamente enfrentamientos entre las tropas del Gobierno y los rebeldes, la violencia se ha reducido en los últimos meses.
Las negociaciones de Astaná impulsadas por Rusia, Irán y Turquía se celebran de forma paralela al proceso de paz auspiciado por la ONU en Ginebra. Rusia e Irán son aliados del Gobierno sirio en el conflicto, mientras que Turquía es cercano a la oposición.
El presidente kazajo, Nursultan Nazarbayev, animó a la comunidad internacional a reforzar los esfuerzos de paz en Siria. Cada país debe reflexionar sobre lo que puede aportar, dijo y añadió que su país también está dispuesto a enviar tropas de paz si el Consejo de Seguridad de la ONU así lo decide.
Las ofensivas contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) están fuera de los acuerdos. Submarinos rusos en el Mediterráneo lanzaron hoy siete misiles crucero sobre áreas en manos de la milicia en Siria, según informó el Ministerio de defensa ruso.
Los misiles Kalibr, lanzados desde los submarinos "Veliky Novgorod" y "Kolpino", alcanzaron arsenales y centros de mando del EI alrededor de la ciudad siria de Deir al Zour.
Hasta allí llegaron también hoy 11 autobuses con 200 miembros del EI y 200 miembros de sus familias procedentes de la zona de Qalamun, junto a la frontera de Siria con el Líbano, después de pasar dos semanas atrapados en Homs.
El convoy, que formaba parte del acuerdo de evacuación alcanzado entre el grupo de extremistas y el movimiento chiita libanés Hizbolá -que ha estado luchando junto a las fuerzas del presidente, Bashar al Assad-, tuvo que interrumpir su camino porque la coalición liderada por Estados Unidos bombardeó la carretera que iba a tomar hasta Deir al Zour.
Finalmente hoy consiguió llegar a su destino después de que Rusia y Estados Unidos acordaran que el convoy podía pasar, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
A cambio, Hizbolá anunció que el EI entregó al combatiente libanés secuestrado Ahmed Maatouk.
La provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, está controlada por completo por los rebeldes, con predominio del grupo Haiat Tahrir al Sham (Organismo de Liberación del Levante), afiliado a Al Qaeda.
Según la ONU, en la provincia viven alrededor de dos millones de personas, entre ellas un millón de desplazados. Y unos 1,3 millones de personas dependen de las ayudas humanitarias que llevan las organizaciones desde la vecina Turquía.
Se está cerca de alcanzar un acuerdo sobre Idlib, dijo el negociador ruso Alexander Lavrentiev. En rondas de negociaciones anteriores ya se acordó el establecimiento de tres de las llamadas zonas seguras en Siria: una en el área situada al este de la capital Damasco, otra en la central provincia de Homs y una tercera en el sur del país. En estas áreas, los desplazados internos pueden encontrar refugio.
Aunque en estas zonas se producen continuamente enfrentamientos entre las tropas del Gobierno y los rebeldes, la violencia se ha reducido en los últimos meses.
Las negociaciones de Astaná impulsadas por Rusia, Irán y Turquía se celebran de forma paralela al proceso de paz auspiciado por la ONU en Ginebra. Rusia e Irán son aliados del Gobierno sirio en el conflicto, mientras que Turquía es cercano a la oposición.
El presidente kazajo, Nursultan Nazarbayev, animó a la comunidad internacional a reforzar los esfuerzos de paz en Siria. Cada país debe reflexionar sobre lo que puede aportar, dijo y añadió que su país también está dispuesto a enviar tropas de paz si el Consejo de Seguridad de la ONU así lo decide.
Las ofensivas contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI) están fuera de los acuerdos. Submarinos rusos en el Mediterráneo lanzaron hoy siete misiles crucero sobre áreas en manos de la milicia en Siria, según informó el Ministerio de defensa ruso.
Los misiles Kalibr, lanzados desde los submarinos "Veliky Novgorod" y "Kolpino", alcanzaron arsenales y centros de mando del EI alrededor de la ciudad siria de Deir al Zour.
Hasta allí llegaron también hoy 11 autobuses con 200 miembros del EI y 200 miembros de sus familias procedentes de la zona de Qalamun, junto a la frontera de Siria con el Líbano, después de pasar dos semanas atrapados en Homs.
El convoy, que formaba parte del acuerdo de evacuación alcanzado entre el grupo de extremistas y el movimiento chiita libanés Hizbolá -que ha estado luchando junto a las fuerzas del presidente, Bashar al Assad-, tuvo que interrumpir su camino porque la coalición liderada por Estados Unidos bombardeó la carretera que iba a tomar hasta Deir al Zour.
Finalmente hoy consiguió llegar a su destino después de que Rusia y Estados Unidos acordaran que el convoy podía pasar, según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
A cambio, Hizbolá anunció que el EI entregó al combatiente libanés secuestrado Ahmed Maatouk.