AFP (Agencia France-Presse)
EL CAIRO. - Más de 500 partidarios del presidente islamista Mohamed Mursi, derrocado por el ejército, fueron condenados a muerte el lunes en primera instancia por la violencia de mediados de 2013, durante un proceso expeditivo en el marco de una sangrienta represión de los islamistas en Egipto.
De las 529 personas condenadas a la pena capital, sólo 153 de ellas se encuentran detenidas, y las otras están prófugas, precisaron las fuentes. Desde que el ejército derrocó a Mursi el 3 de julio, 1.400 de sus partidarios murieron por la represión y otros miles fueron encarcelados. Diecisiete de los inculpados fueron absueltos.
Este veredicto, sin precedentes en la historia de Egipto, es "una catástrofe, una mascarada y un escándalo que tendrá consecuencias para Egipto durante años", protestó Gamal Eid, un experto jurídico que dirige la Red Árabe para la Información sobre los Derechos Humanos.
Sin embargo, según los expertos, la ley egipcia prevé un nuevo proceso para todo acusado prófugo que se entrega a la justicia, y una apelación ante la Corte de Casación podría permitir a los condenados detenidos actualmente obtener también un nuevo juicio o que su pena fuera conmutada.
En total, más de 1.200 personas son procesadas por esos actos de violencia que tuvieron lugar a mediados de agosto en la gobernación de al Minya, a 250 km al sur de el Cairo. Se trata del juicio más importante desde el comienzo de la represión contra los partidarios de Mursi lanzada a principios de julio pasado, luego del derrocamiento del único jefe de Estado electo democráticamente en el país.
Otras 700 personas deben comparecer el martes, incluyendo a varios dirigentes de la cofradía de los Hermanos Musulmanes de Mursi. También en este caso, muchos de los acusados están prófugos.
Al igual que los condenados de este lunes, estas 700 personas deberán responder por los actos de violencia ocurridos en la provincia de al Minya el 14 de agosto, cuando soldados y policías dispersaban en un baño de sangre mitines islamistas en El Cairo.
- Represión generalizada -
Desde esa fecha, más de 1.400 partidarios de Mursi murieron en una represión que se amplió a la oposición laica al nuevo poder político, dirigido en los hechos por el ejército, según Amnistía Internacional. Miles de personas, en su mayoría islamistas, fueron encarceladas.
Casi todos los dirigentes de los Hermanos Musulmanes son juzgados actualmente y corren peligro de ser condenados a muerte, incluyendo a Mursi. El Guía Supremo de la influyente cofradía que ganó todas las elecciones desde la revuelta de 2011, Mohamed Badie, --citado en varios casos adicionales-- figura entre los acusados del proceso de al Minya.
Todos ellos deben responder de actos de violencia que causaron la muerte de dos policías y de ataques contra bienes públicos y privados el 14 de agosto en la gobernación de al Minya.
Los Hermanos Musulmanes convocan regularmente a manifestaciones para pedir el regreso al poder de Mursi. Sus mitines a menudo terminan en enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y opositores al presidente derrocado. Pero a fines de diciembre, las nuevas autoridades declararon "terrorista" a este movimiento islamista surgido hace 85 años. Desde entonces, poseer su propaganda o participar en sus manifestaciones puede ser castigado con penas de prisión.
Mientras las nuevas autoridades reprimen severamente las iniciativas contestatarias, el más poblado de los países árabes vive ahora al ritmo de numerosos procesos.
Además de los cuatro casos en los cuales es juzgado Mursi, los procesos emblemáticos de los dirigentes de la revuelta de 2011 que derrocó a Hosni Mubarak y los numerosos procesos contra los partidarios de Mursi en casi todas las provincias del país, un tribunal de El Cairo juzga actualmente a periodistas de Al Jazeera, el canal de televisión vía satélite de Qatar que se ha convertido en el principal enemigo del poder político egipcio.