AFP (Agencia France-Presse)
BANGKOK. - El Tribunal Constitucional tailandés anunció este martes que el miércoles se pronunciará sobre la posible destitución de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, acusada de abuso de poder y debilitada por seis meses de crisis política.
Yingluck, en el poder desde 2011, está acusada de haber trasladado de forma inapropiada a un alto funcionario, en beneficio de su partido.
La primera ministra defendió este martes su inocencia ante el Tribunal Constitucional, que la acusa de abuso de poder en un caso que puede costarle el cargo.
"Niego las acusaciones. Yo no violé ninguna ley", declaró la hermana de Thaksin Shinawatra, primer ministro hasta su derrocamiento por el ejército en 2006 y denostado por la oposición, que lo ve como el organizador de una red de corrupción a gran escala.
Durante la vista, el Tribunal rechazó el pedido de la primera ministra de presentar cinco testigos suplementarios, y al cabo anunció que "ha decidido pronunciarse el miércoles a mediodía" sobre la cuestión, ya que "ha recibido suficientes pruebas".
Los partidarios del actual gobierno acusan a la justicia de estar en contra de Yingluck Shinawatra.
Según el oficialismo, los opositores esperan hacerla caer mediante "un golpe de Estado judicial".
Desde hace seis meses, un voluntarioso movimiento opositor que sacó a las calles a cientos miles de personas pelea por la destitución de Yingluck, a la que ve como un títere manipulado por su hermano Thaksin, exiliado.
Los opositores consiguieron perturbar seriamente las elecciones legislativas de febrero, con las que el gobierno esperaba un revulsivo.
Debilitado por este movimiento, el gobierno no puede ocuparse más que de los asuntos corrientes desde que en diciembre fuera disuelto el Parlamento. Los opositores quieren remplazar el ejecutivo por un "consejo del pueblo" no electo.
La posible destitución de Yingluck y el gobierno podría abrir un nuevo capítulo de inestabilidad, a falta de un Parlamento para nombrar un nuevo primer ministro.
"Si el Constitucional condena a la primera ministra y a todo su gobierno, habrá problemas", advirtió este martes el líder del partido en el poder Puea Thai, Jarupong Ruangsuwan.
Para intentar salir de esta crisis, que ha dejado ya 25 muertos y cientos de heridos en tiroteos y ataques con granada, se han previsto unas nuevas legislativas el 20 de julio.
Pero los manifestantes antigubernamentales han prometido perturbar esos comicios, como ya hicieron en febrero. El opositor Partido Demócrata tampoco apoya la celebración de elecciones.
Desde el golpe de 2006, la sociedad tailandesa está muy dividida entre las masas rurales y urbanas pobres del norte y el noreste, fieles a Thaksin, y las élites ultramonárquicas de Bangkok, que lo odian.