Corea del Norte considera que nuevas sanciones son "acto de guerra"
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Seúl/Pyongyang. - Corea del Norte calificó las nuevas sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU como "un acto de guerra" porque equivalen a "un bloqueo económico completo de la República Popular", aseguró hoy una nota del Ministerio de Exteriores en Pyongyang.
Detrás de la resolución están Estados Unidos y sus aliados, señaló un portavoz, citado por los medios estatales. Como es habitual, en la declaración se atribuye a Washington una "política hostil" y "extorsión nuclear".
Por su parte, el líder supremo, Kim Jong-un, llamó a los norcoreanos a superar las dificultades y sufrimientos.
"Si Estados Unidos quiere vivir con seguridad, debe abandonar su política hostil hacia la República Popular", indica el comunicado del ministerio. Washington tiene que "aprender a coexistir" con una Corea del Norte nuclear y "olvidar la quimera de que nuestro país abandone las armas atómicas".
También acusa a Estados Unidos de imperialismo y le advierte de que Corea del Norte puede amenazar su territorio con armas nucleares.
El viernes, el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad más sanciones contra Corea del Norte por sus reiteradas pruebas de misiles y atómicas. Entre otras, se limitan los envíos de derivados del petróleo como gasolina, diésel y crudo pesado a un cuarto de la cantidad autorizada hasta ahora. En vez de los dos millones de barriles al año se permitirán 500.000 a partir del 1 de enero.
La resolución, presentada por Estados Unidos, también contiene una prohibición de exportaciones norcoreanas de alimentos y otros productos agrícolas, maquinaria, aparatos eléctricos, minerales, madera y barcos, con los que el régimen consigue divisas en el extranjero.
Asimismo, la resolución exige la repatriación de todos los norcoreanos que trabajen en el extranjero en un plazo de 24 meses. Mediante este sistema, Pyongyang también ingresa divisas, ya que lo que cobran estas personas va destinado al Gobierno.
El Ministerio del Exterior norcoreano amenazó a todos los países que apoyaron la resolución -entre ellos sus aliados China y Rusia- y afirmó que pagarán "un alto precio". La medida es "una grave violación" de la soberanía del país "y un acto hostil contra la paz y la estabilidad en la península coreana".
Las tensiones han ido en aumento en la región en los últimos meses, sobre todo después de una serie de pruebas de misiles y nucleares realizadas por Pyongyang en violación de las resoluciones de la ONU. Kim y Trump se intercambiaron además amenazas e insultos.
A finales de noviembre, Corea del Norte probó un misil intercontinental y aseguró que era capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
En un discurso el sábado al cierre de un encuentro de tres días de los presidentes de las células del Partido de los Trabajadores, Kim llamó a todos los miembros de la agrupación y al resto de trabajadores a superar las dificultades y los sufrimientos. Sólo así se podrá aumentar la producción, indicó.
Por su parte, el líder supremo, Kim Jong-un, llamó a los norcoreanos a superar las dificultades y sufrimientos.
"Si Estados Unidos quiere vivir con seguridad, debe abandonar su política hostil hacia la República Popular", indica el comunicado del ministerio. Washington tiene que "aprender a coexistir" con una Corea del Norte nuclear y "olvidar la quimera de que nuestro país abandone las armas atómicas".
También acusa a Estados Unidos de imperialismo y le advierte de que Corea del Norte puede amenazar su territorio con armas nucleares.
El viernes, el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad más sanciones contra Corea del Norte por sus reiteradas pruebas de misiles y atómicas. Entre otras, se limitan los envíos de derivados del petróleo como gasolina, diésel y crudo pesado a un cuarto de la cantidad autorizada hasta ahora. En vez de los dos millones de barriles al año se permitirán 500.000 a partir del 1 de enero.
La resolución, presentada por Estados Unidos, también contiene una prohibición de exportaciones norcoreanas de alimentos y otros productos agrícolas, maquinaria, aparatos eléctricos, minerales, madera y barcos, con los que el régimen consigue divisas en el extranjero.
Asimismo, la resolución exige la repatriación de todos los norcoreanos que trabajen en el extranjero en un plazo de 24 meses. Mediante este sistema, Pyongyang también ingresa divisas, ya que lo que cobran estas personas va destinado al Gobierno.
El Ministerio del Exterior norcoreano amenazó a todos los países que apoyaron la resolución -entre ellos sus aliados China y Rusia- y afirmó que pagarán "un alto precio". La medida es "una grave violación" de la soberanía del país "y un acto hostil contra la paz y la estabilidad en la península coreana".
Las tensiones han ido en aumento en la región en los últimos meses, sobre todo después de una serie de pruebas de misiles y nucleares realizadas por Pyongyang en violación de las resoluciones de la ONU. Kim y Trump se intercambiaron además amenazas e insultos.
A finales de noviembre, Corea del Norte probó un misil intercontinental y aseguró que era capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
En un discurso el sábado al cierre de un encuentro de tres días de los presidentes de las células del Partido de los Trabajadores, Kim llamó a todos los miembros de la agrupación y al resto de trabajadores a superar las dificultades y los sufrimientos. Sólo así se podrá aumentar la producción, indicó.