AFP (Agencia France-Presse)
TABABELA, Ecuador. - Varios miles de ecuatorianos le dieron este lunes el adiós definitivo en el aeropuerto de Quito a Rafael Correa antes de su traslado a Bélgica, en un emotivo acto en el que el expresidente socialista criticó a su sucesor Lenín Moreno y llamó a cuidar la "revolución ciudadana".
Correa, quien puso fin a casi una década de inestabilidad institucional en Ecuador y se convirtió en el presidente en permanecer más tiempo en el cargo (enero 2007-mayo 2017), recibió el calor de sus seguidores, instalados a lo largo de unos 20 km del recorrido desde Quito hacia el aeródromo, en la población de Tababela (este).
Antes de la llegada de Correa al poder tres mandatarios elegidos en comicios se fugaron del país al ser derrocados: Abdalá Bucaram (en febrero de 1997), Jamil Mahuad (enero de 2000) y Lucio Gutiérrez (abril de 2005).
En un breve discurso sobre una tarima instalada al filo de la vía principal de acceso a la terminal, frente a la sala protocolar, Correa arremetió de nuevo -y sin nombrarlo directamente- contra Moreno, que en el mes y medio que lleva al frente de gobierno ha mostrado un estilo más conciliador y menos mediático que el de su antecesor.
"Que no me digan que es cambio de estilo las claudicaciones, el entreguismo. Aquí deben prevalecer los principios, la lealtad, la coherencia, la excelencia; no la mediocridad, la deslealtad, la estrategia de querer diferenciarse del anterior gobierno dándole la razón a la oposición, a aquellos contra los que hemos luchado diez años y hemos derrotado una y otra vez", exclamó.
En las últimas semanas, Correa ha criticado varias acciones de Moreno, como reunirse con el opositor Dalo Bucaram -hijo de Abdalá Bucaram- o crear una comisión anticorrupción, en medio del escándalo por sobornos a funcionarios de la constructora brasileña Odebrecht, entre otras cosas.
Soportando un sol canicular, partidarios del oficialismo, algunos entre lágrimas y rostros compungidos, mostraron carteles con leyendas de agradecimiento al exjefe de Estado y ondearon banderas verdes, el color del movimiento Alianza País (AP), creado por Correa y actualmente liderado por su copartidario Moreno, quien asumió el 24 de mayo pasado por un período de cuatro años.
- "Botín entre piratas" -
Visiblemente molesto, Correa llamó a sus partidarios a defender la "revolución ciudadana", como se conoce al proceso modernizador que se llevó adelante en Ecuador gracias en parte al boom petrolero, y amenazó con desafiliarse de AP "si no denuncia pactos inaceptables".
"Mejor es que deje de existir Alianza País porque nacimos para luchar contra eso, las componendas, la entrega, el reparto de la patria cual botín entre piratas", sentenció.
Por su parte Moreno, que en estos últimos días ha respondido que sigue "empeñado en reconciliar al país", le dedicó al mandatario la ceremonia de cambio de guardia de los lunes en el presidencial Palacio de Carondelet, en el centro histórico de Quito.
"Gracias en nombre del pueblo ecuatoriano por todos los logros de esta década, principalmente en beneficio de los más pobres y desprotegidos", dijo Moreno, exvicepresidente de Correa entre 2007 y 2013.
"Hay un cambio de estilo, sí. Ratificaremos todo lo positivo y aquello que haya que cambiar, lo cambiaremos, siempre hacia adelante", agregó, mientras uno de sus colaboradores alzaba un retrato de Correa con la banda presidencial.
Correa, quien por motivos personales desistió de ser candidato para los comicios de este año tras ser elegido en tres ocasiones (2007, 2009 y 2013, las dos últimas en primera vuelta), partió junto a su familia a Bélgica, de donde es oriunda su esposa Anne Malherbe.
Allí se dedicará a los "quehaceres domésticos", a escribir varios libros sobre política y dictar conferencias académicas.