Corte Suprema de Brasil: aborto no es crimen en primer trimestre de embarazo
AFP (Agencia France-Presse)
Brasilia, Brasil. - El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil emitió un fallo este martes que considera "inconstitucional" criminalizar el aborto voluntario en el primer trimestre de embarazo, una decisión con validez sólo para un caso ocurrido en Rio de Janeiro pero que podría sentar precedente.
El tribunal hizo esta consideración al revocar la prisión preventiva contra trabajadores de una clínica en Rio que fueron detenidos cuando practicaban un aborto clandestino en 2013, informó el alto tribunal en un comunicado.
En Brasil, el aborto es un crimen que puede conllevar de uno a tres años de cárcel, pero está permitido en tres casos: embarazo de un feto con malformaciones cerebrales, embarazo con riesgo de muerte para la mujer y, desde 1940, embarazo debido a una violación.
"Este fallo no es necesariamente vinculante, vale sólo para este caso pero puede ser usado como precedente para otros", dijo a la AFP una fuente del STF.
El alto tribunal tomó la decisión considerando que la criminalización del aborto "viola diversos derechos fundamentales de la mujer" y tomando en cuenta también la "proporcionalidad" del castigo.
Los argumentos de los jueces fueron los siguientes: la criminalización es "incompatible con los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, que no puede ser obligada por el Estado a mantener una gestación no deseada"; va contra su autonomía ya que "debe conservar el derecho a tomar sus decisiones existenciales"; va contra "la integridad física y psíquica de la gestante" y también contra la "igualdad".
"Prácticamente ningún país democrático y desarrollado del mundo trata la interrupción de la gestación durante el primer trimestre como un crimen", enfatizó el tribunal poniendo como ejemplo a Estados Unidos, Alemania o España.
La Cámara de Diputados brasileña, de mayoría conservadora, había protagonizado ya discusiones sobre el aborto promovidas con fuerza por su expresidente evangélico, el ahora detenido Eduardo Cunha, acusado de corrupción y lavado de dinero.
Cunha, del mismo partido del presidente Michel Temer y arquitecto de la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff, había propuesto dificultar el aborto en casos de violación, obligando a las mujeres a someterse a exámenes médicos tras haber sufrido ese abuso.
En Brasil, el aborto es un crimen que puede conllevar de uno a tres años de cárcel, pero está permitido en tres casos: embarazo de un feto con malformaciones cerebrales, embarazo con riesgo de muerte para la mujer y, desde 1940, embarazo debido a una violación.
"Este fallo no es necesariamente vinculante, vale sólo para este caso pero puede ser usado como precedente para otros", dijo a la AFP una fuente del STF.
El alto tribunal tomó la decisión considerando que la criminalización del aborto "viola diversos derechos fundamentales de la mujer" y tomando en cuenta también la "proporcionalidad" del castigo.
Los argumentos de los jueces fueron los siguientes: la criminalización es "incompatible con los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, que no puede ser obligada por el Estado a mantener una gestación no deseada"; va contra su autonomía ya que "debe conservar el derecho a tomar sus decisiones existenciales"; va contra "la integridad física y psíquica de la gestante" y también contra la "igualdad".
"Prácticamente ningún país democrático y desarrollado del mundo trata la interrupción de la gestación durante el primer trimestre como un crimen", enfatizó el tribunal poniendo como ejemplo a Estados Unidos, Alemania o España.
La Cámara de Diputados brasileña, de mayoría conservadora, había protagonizado ya discusiones sobre el aborto promovidas con fuerza por su expresidente evangélico, el ahora detenido Eduardo Cunha, acusado de corrupción y lavado de dinero.
Cunha, del mismo partido del presidente Michel Temer y arquitecto de la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff, había propuesto dificultar el aborto en casos de violación, obligando a las mujeres a someterse a exámenes médicos tras haber sufrido ese abuso.