La última escaramuza tuvo lugar esta semana con la prohibición de un encuentro organizado por Amnistía Internacional. Las autoridades aseguraron que la organización no había presentado correctamente la solicitud, algo refutado por AI.

Amnistía organizó su "16º campamento juvenil" del 1 al 7 de septiembre en Buznika (noroeste) para permitir a unos cuarenta jóvenes de Europa y el mundo árabe intercambiar puntos de vista sobre varias temáticas, entre ellas, los "medios para poner fin a la tortura y los malos tratos".

"Esta prohibición no tiene precedentes", afirmó a la AFP Mohamed Sektaui, director de la sección local de Amnistía.

La última campaña mundial de AI contra la tortura, lanzada en mayo, se centraba en Marruecos y otros cuatro países.

Los responsables marroquíes acostumbran a denunciar la "parcialidad" de los informes internacionales de organizaciones como Reporteros sin Fronteras (RSF) o Human Rights Watch (HRW), pero en esta ocasión, sorprendió la contundencia de la respuesta del jefe de gobierno, Abdelilá Benkiran, que fustigó la "voluntad de provocar problemas".

El gobierno de Rabat asegura haber abierto una "vasta" campaña de reformas democráticas.

El portavoz del gobierno, Mustafá Jalfi, aseguró a la AFP que "no tiene nada que añadir a las explicaciones oficiales" sobre la reunión de Buznika.

"Marruecos no lleva a cabo ninguna ofensiva contra las organizaciones de derechos humanos, al contrario, interactuamos con ellas", aseguró.

Pero esa no es la opinión de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), la principal organización independiente del país, cercana al movimiento 20 de Febrero, que nació durante la primavera árabe pero cuyas actividades han declinado.

Esa ONG había denunciado también en marzo una "campaña" en su contra, y publicó una lista de una veintena de miembros encarcelados o en libertad provisional.

Según la prensa, varias "colonias de verano" de la AMDH han sido prohibidas. Y la AMDH es una de las asociaciones que mantuvo una dura polémica con el ministro de Interior, Mohamed Hasad, que acusó a las organizaciones de estar financiadas desde el extranjero y de debilitar la lucha contra el "terrorismo".

- Retorno a viejas prácticas -

Son declaraciones que significan "un retorno a las viejas prácticas y cuyo objetivo es imponer un discurso único. No vamos a hacer parte del coro que se dedica a cantar las alabanzas del Estado, no es nuestro papel" declaró el presidente de la AMDH, Ahmed el Haij.

La gran mayoría de ONGs puede trabajar legalmente en Marruecos, pero existen casos particulares de rechazo oficial como Freedom Now, dedicada a la defensa de la libertad de expresión, cuya demanda de inscripción fue rechazada, incluso cuando apelaron a la justicia.

Otras organizaciones, como las que defienden la independencia saharaui o el movimiento islamista Justicia y Beneficiencia ("Al Adl wal Ihsan", prohibida pero tolerada) nunca han sido legalizadas.

El 2º Foro Internacional de los Derechos Humanos en Marrakesh contará oficialmente con la participación de miles de personas.