Cruzada contra los invasores
Observa, Uruguay
La gramilla en las praderas o el mejillón dorado en el mar causan estragos insospechados en Uruguay. La directora de Medio Ambiente, Alicia Torres, explicó a Observa el alcance de ese perjuicio para la producción
Especies extranjeras aparentemente inofensivas pueden causar estragos en Uruguay, como lo son la gramilla en la pradera o el mejillón dorado. En el marco del Día Internacional de la Biodiversidad la directora de Medio Ambiente, Alicia Torres, explicó a Observa la importancia de difundir el perjuicio que provocan para la producción la permanencia de estos “invasores”.
En 1992 Uruguay suscribió la Convención de Biodiversidad firmada en Río de Janeiro pero no fue sino hasta el año 2000 que comenzó a estudiarse la aplicación de estatutos que se instrumentaron en dicha instancia, y en 2005 que se efectivizó la aplicación. Torres comentó que la designación de áreas protegidas es uno de los puntos más visibles de las acciones emprendidas para la protección de ecosistemas y especies animales y vegetales. Pero existen otros emprendimientos, desarrollados actualmente sobre todo en coordinación con el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) que buscan proteger aspectos esenciales para la producción futura de Uruguay.
La jerarca detalló que los sistemas de producción sustentable son esenciales para evitar el avance de la gramilla en las praderas uruguayas. Esta maleza ingresó en el país en el siglo XIX con la llegada de las compañías ferroviarias, y se convirtió en una maleza que evita el crecimiento de pasturas autóctonas que son más propicias para el ganado.
En el caso del mejillón dorado, Torres comentó que afectan las tuberías y tapan conductos en represas, ocasionando daños de consideración. El lema del Día Internacional de la Biodiversidad de este 2009 precisamente pide “esfuerzos por combatir a los invasores”, amplió Torres. Agregó que otro invasor cuyo proliferación se procura impedir es el mosquito aedes aegypty transmisor del dengue.
“Dependemos del recurso natural y dependemos de las pasturas, por eso es tan importante tomar conciencia y educar para trabajar bajo sistemas de producción responsable”, indicó.
ÁREAS PROTEGIDAS
Torres comentó que comparativamente con los países de la región Uruguay venía “rezagado”. Recién se comenzó con la recolección de datos sobre biodiversidad en el país para poder planificar. Consideró que el nombramiento de áreas protegidas es un gran paso.
Hasta el momento se determinó como áreas protegidas La Quebrada de los Cuervos en Treinta y Tres y Esteros de Farrapos en Río Negro. La jerarca mencionó que están prontas para alcanzar dicha designación Cabo Polonio, las lagunas de Rocha, El Valle del Lunarejo en Rivera, Chamanga en Flores –donde hay pinturas rupestres-, Laureles en Tacuarembó y los bosques del Queguay.
Estas designaciones, agregó Torres, son referencia “de la voluntad del Estado de hacer valer el interés general por encima del particular”. Determinar áreas de protección implica no solo cuidar de los ecosistemas sino proteger las especies en peligro.
(Observa)