"Este año se han realizado 182.799 viajes", declaró a la televisión cubana el coronel Lamberto Fraga, segundo jefe de Inmigración y Extranjería, el martes en la noche.
Fraga, que no desglosó estas cifras, destacó que "gradualmente se ha ido elevando la cantidad de cubanos que van viajando al exterior".
El funcionario informó además que este año "más de 1.900 cubanos han hecho su solicitud para establecer nuevamente su residencia en Cuba".
Para ello "se está tomando en cuenta (...) la voluntad de las personas de residir en Cuba", lo que "no significa que no puedan viajar al exterior (nuevamente) ni que tengan que renunciar a su residencia en el exterior".
Durante años Cuba negó a sus emigrados la posibilidad de volver a establecerse en la isla, excepto casos muy especiales. En Estados Unidos viven más de 1,5 millones de cubanos y sus descendientes.
El presidente Raúl Castro puso en vigor el 14 de enero una reforma migratoria, largamente esperada, que eliminó el irritante permiso de salida y la carta de invitación, que hicieron difíciles y costosos los viajes al exterior durante 50 años.
La televisión subrayó que, pese a la reforma, "hay cubanos que persisten en lanzarse al mar para llegar a territorio norteamericano", y citó estadísticas estadounidenses según las cuales "más de mil cubanos" han sido devueltos a la isla por la Guardia Costera de ese país desde octubre de 2012.
En 2012, más de 46.000 cubanos emigraron legalmente, la mayor cifra anual desde 1994, año de la crisis de los balseros.
Bajo la actual política estadounidense de "pies secos/pies mojados", los cubanos indocumentados que son interceptados en el mar son repatriados, mientras que a los que llegan a territorio norteamericano se les permite quedarse y en un año adquieren la residencia en ese país.