Cumbre UE-África aborda tema urgente de trabajo esclavo de migrantes
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Abiyán. - El trabajo esclavista al que son sometidos algunos migrantes acaparó hoy la quinta cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA) que se celebra en Abiyán, en Costa de Marfil.
La canciller alemana, Angela Merkel, prometió hoy un mayor apoyo a África en la lucha contra la migración ilegal tras reunirse con el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.
La canciller germana hizo estas declaraciones en el arranque de la cumbre tras la difusión de informaciones sobre la venta de inmigrantes como esclavos en Libia.
Hay que impedir que los migrantes sean retenidos "de la forma más terrible en campamentos" o que "comercien" con ellos, indicó Merkel. El tema "tiene una gran relevancia emocional", dijo la canciller durante la cumbre, de dos días de duración.
Europa y África comparten ahora "un interés común en detener la migración ilegal y en crear oportunidades legales para que la gente de África sea formada o estudie en nuestros (países)", añadió.
Un informe de la cadena estadounidense CNN emitido previamente este mes echó luz sobre abusos de derechos humanos en Libia al mostrar imágenes de migrantes africanos siendo subastados como esclavos en el país norafricano por 400 dólares.
Más de 80 presidentes y jefes de Gobierno de la UE y África, entre ellos Merkel, el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, o el jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, hablarán de inmigración, seguridad y desarrollo para jóvenes.
Cerca del 60 por ciento de la población de África es menor de 25 años.
La cita está centrada en cómo conseguir una mejor educación y mejores oportunidades económicas para el continente, donde la población crece con rapidez y probablemente se duplicará hasta los 2.400 millones de personas en 2050, según Naciones Unidas.
No se descarta incluso una nueva iniciativa de la UE. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y Macron pidieron en los últimos días que se intervenga en esta problemática. Macron habló, a la vista de la situación en Libia, de "crimen contra la humanidad" y Juncker de un "infierno".
Macron mencionó incluso una posible intervención militar. "No se trata de decir hoy que vamos a declarar la guerra", dijo en una entrevista. Pero una reunión de crisis organizada al margen de la cumbre tendrá como fin "iniciar acciones militares y policiales concretas en el lugar", aseguró.
Los informes sobre violaciones y esclavismo de migrantes son muy sensibles para la UE, dado que para las bandas de traficantes es cada vez más difícil llevar a los migrantes a Europa, con la consecuencia de que quedan varados en Libia. Además, las luchas de poder en Libia hacen que los migrantes sean más susceptibles a ser objeto de crímenes.
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) acusa a la UE de haber establecido una política inhumana con su apoyo a la reconstrucción de la guardia costera libia.
Merkel, Macron y otros participantes en la cumbre quieren ejercer presión sobre el primer ministro libio, Fayez al Sarraj, para que abra los campamentos a organizaciones de ayuda como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Sin embargo, Sarraj sólo tiene influencia sobre una parte pequeña del país.
La Unión Europea apoyó con bombardeos a Estados Unidos en 2011 para derrocar a Gaddafi, el líder libio, lo que provocó el ascenso al poder en Libia de milicias vinculadas a Al Qaida y el fin del control de la inmigración.
La Unión Europea confía en que el apoyo económico a África consiga reducir el número de personas que cruzan el Sáhara y el Mediterráneo arriesgando sus vidas para llegar al Viejo Continente.
La OIM dijo esta semana que la cifra de inmigrantes muertos en el Mediterráneo superó las 3.000 personas por cuarto año consecutivo.
La migración ilegal desempeñó un destacado papel en todos los países africanos, dijo Merkel tras reunirse con Ouattara, a cuyo Gobierno elogió por los logros en materia de desarrollo.
Crear buenos marcos económicos ha sido clave para el desarrollo del país, dijo Merkel, tras prometer que Alemania ofrecerá más apoyo a Costa de Marfil, que no ha recibido ayuda al desarrollo alemana durante años.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, en tanto, pidió a todos los migrantes nigerianos varados en Libia y otras partes del mundo que vuelvan. "Se tomarán todas las medidas necesarias para detener la marea de migración ilegal de nigerianos", afirmó Buhari al margen de la cumbre.
Buhari se comprometió a mejorar los servicios básicos, incluyendo la educación, la salud y la seguridad alimentaria, para reducir el número de nigerianos que emprenden la peligrosa ruta a través del Sahara y el Mediterráneo hacia Europa.
La canciller germana hizo estas declaraciones en el arranque de la cumbre tras la difusión de informaciones sobre la venta de inmigrantes como esclavos en Libia.
Hay que impedir que los migrantes sean retenidos "de la forma más terrible en campamentos" o que "comercien" con ellos, indicó Merkel. El tema "tiene una gran relevancia emocional", dijo la canciller durante la cumbre, de dos días de duración.
Europa y África comparten ahora "un interés común en detener la migración ilegal y en crear oportunidades legales para que la gente de África sea formada o estudie en nuestros (países)", añadió.
Un informe de la cadena estadounidense CNN emitido previamente este mes echó luz sobre abusos de derechos humanos en Libia al mostrar imágenes de migrantes africanos siendo subastados como esclavos en el país norafricano por 400 dólares.
Más de 80 presidentes y jefes de Gobierno de la UE y África, entre ellos Merkel, el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, o el jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, hablarán de inmigración, seguridad y desarrollo para jóvenes.
Cerca del 60 por ciento de la población de África es menor de 25 años.
La cita está centrada en cómo conseguir una mejor educación y mejores oportunidades económicas para el continente, donde la población crece con rapidez y probablemente se duplicará hasta los 2.400 millones de personas en 2050, según Naciones Unidas.
No se descarta incluso una nueva iniciativa de la UE. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y Macron pidieron en los últimos días que se intervenga en esta problemática. Macron habló, a la vista de la situación en Libia, de "crimen contra la humanidad" y Juncker de un "infierno".
Macron mencionó incluso una posible intervención militar. "No se trata de decir hoy que vamos a declarar la guerra", dijo en una entrevista. Pero una reunión de crisis organizada al margen de la cumbre tendrá como fin "iniciar acciones militares y policiales concretas en el lugar", aseguró.
Los informes sobre violaciones y esclavismo de migrantes son muy sensibles para la UE, dado que para las bandas de traficantes es cada vez más difícil llevar a los migrantes a Europa, con la consecuencia de que quedan varados en Libia. Además, las luchas de poder en Libia hacen que los migrantes sean más susceptibles a ser objeto de crímenes.
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) acusa a la UE de haber establecido una política inhumana con su apoyo a la reconstrucción de la guardia costera libia.
Merkel, Macron y otros participantes en la cumbre quieren ejercer presión sobre el primer ministro libio, Fayez al Sarraj, para que abra los campamentos a organizaciones de ayuda como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Sin embargo, Sarraj sólo tiene influencia sobre una parte pequeña del país.
La Unión Europea apoyó con bombardeos a Estados Unidos en 2011 para derrocar a Gaddafi, el líder libio, lo que provocó el ascenso al poder en Libia de milicias vinculadas a Al Qaida y el fin del control de la inmigración.
La Unión Europea confía en que el apoyo económico a África consiga reducir el número de personas que cruzan el Sáhara y el Mediterráneo arriesgando sus vidas para llegar al Viejo Continente.
La OIM dijo esta semana que la cifra de inmigrantes muertos en el Mediterráneo superó las 3.000 personas por cuarto año consecutivo.
La migración ilegal desempeñó un destacado papel en todos los países africanos, dijo Merkel tras reunirse con Ouattara, a cuyo Gobierno elogió por los logros en materia de desarrollo.
Crear buenos marcos económicos ha sido clave para el desarrollo del país, dijo Merkel, tras prometer que Alemania ofrecerá más apoyo a Costa de Marfil, que no ha recibido ayuda al desarrollo alemana durante años.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, en tanto, pidió a todos los migrantes nigerianos varados en Libia y otras partes del mundo que vuelvan. "Se tomarán todas las medidas necesarias para detener la marea de migración ilegal de nigerianos", afirmó Buhari al margen de la cumbre.
Buhari se comprometió a mejorar los servicios básicos, incluyendo la educación, la salud y la seguridad alimentaria, para reducir el número de nigerianos que emprenden la peligrosa ruta a través del Sahara y el Mediterráneo hacia Europa.