David Cameron niega cualquier acuerdo con Murdoch, pese a un SMS incómodo

AFP (Agencia France-Presse)

LONDRES. - El primer ministro británico David Cameron, obligado a explicarse el jueves ante una comisión investigadora sobre sus vínculos con el grupo de Rupert Murdoch, negó todo acuerdo entre su partido y ese imperio mediático pese a la difusión durante la vista de un SMS incómodo.

David Cameron-izquierda-y Rebekah Brooks
David Cameron-izquierda-y Rebekah Brooks
Cazador cazado, el primer ministro declaró en la comisión Leveson sobre la ética de la prensa que él mismo creó cuando la agravación del escándalo de las escuchas obligó a cerrar el popular dominical News of the Word.
Un ejercicio difícil para el primer ministro, llamado a justificarse durante seis horas, en directo por televisión y bajo juramento, sobre sus relaciones con el poderoso magnate de los medios y otros directivos de su grupo.
Cameron consideró "absurda" la "idea de acuerdos explícitos" entre su partido y Murdoch, a quien se sospecha que los conservadores trataron bien a cambio de una cobertura mediática favorable y en particular del apoyo de sus periódicos durante la campaña electoral de 2010 que los llevó al poder.
"No otorgo tampoco ningún crédito a la teoría de un acuerdo secreto", agregó el primer ministro.
Admitió sin embargo que los vínculos entre la prensa británica y el poder eran "demasiado estrechos" y que en el futuro se necesitaría "un poco más de distancia".
Una declaración que resonaba como una confesión para el jefe del gobierno. Sobre todo al verse enfrentado a una nueva prueba de su cercanía con una protegida de Murdoch, Rebekah Brooks, exconsejera delegada de News International, la subsidiaria británica encargada de sus periódicos británicos.
Ésta envió en 2009 un SMS de respaldo a Cameron, entonces líder de la oposición conservadora, antes del discurso que debía pronunciar en la conferencia de su partido.
"Estoy totalmente contigo para mañana", le escribió, "no sólo porque somos amigos, sino también porque profesionalmente estamos en esto juntos".
La periodista le prometía también una "cena en el campo" para hablar sobre un tema referente al Times, una de las cabeceras de Murdoch.
A principios de mayo, Rebekah Brooks, una de las primeras imputadas en la investigación derivada de las escuchas, reveló que el jefe de gobierno firmaba "con mucho amor" los mensajes que le enviaba durante el escándalo.
Cameron se esforzó por justificar también la contratación de un exdirector del News of the World, Andy Coulson, como jefe de comunicación. Presionado por las crecientes revelaciones, Coulson tuvo que dimitir a principios de 2011.
El News of the World, que cerró precipitadamente en julio del año pasado, está acusado de haber intervenido los teléfonos de unas 800 personas con el objetivo de obtener exclusivas.
Pero el episodio políticamente más molesto para el primer ministro es el proyecto de compra --abortado-- de la totalidad de la plataforma televisiva británica BSkyB por parte del grupo de Murdoch.
Cameron fue acusado por testigos de haber puesto el tema en manos de un ministro, el titular de Cultura y Medios de Comunicación Jeremy Hunt, pese a saber que éste era favorable a la oferta del magnate.
El predecesor de Hunt, el ministro de Comercio Vince Cable, fue apartado después de afirmar que "declaró la guerra" a Murdoch.
La comparecencia de Cameron pone fin a una semana durante la que la comisión interrogó también a dos de sus predecesores, Gordon Brown y John Major.
Ambos contradijeron las declaraciones hechas por Murdoch, que aseguró ante este mismo panel que nunca le pidió nada a un primer ministro.
Major contó que en 1997, pocos meses antes de las legislativas, el magnate le había pedido cambiar de política europea si quería su respaldo.


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