De Chimaltenango a Nueva York: la migración forzada que cambia vidas
La Hora, Guatemala
Todos los años miles de guatemaltecos migran o buscan refugio en Estados Unidos con la esperanza de encontrar un alivio económico para sus familias, aunque eso signifique enfrentarse a las políticas antiinmigrantes promovidas por el actual gobierno del presidente Donald Trump.
Aunque tengan que enfrentarse a esa realidad, connacionales entrevistados refirieron a La Hora Voz del Migrante que prefieren vivir de esa manera a no generar oportunidades para sus seres queridos, pues en la mayoría de casos en Guatemala priva la inestabilidad tanto social, política y económica.
Analistas consultados explicaron que aunque el panorama tienda a ser complicado para los connacionales en el tema migratorio, esto no significa que sea igual en el tema de empleos y oportunidad de superación, como sí ocurre en sus comunidades de origen.
Carlos* conversó con La Hora Voz del Migrante, vive en Nueva York, Estados Unidos, desde hace poco más de tres meses y no duda en afirmar que se sintió obligado a migrar por las condiciones de pobreza e inseguridad que vivía en su departamento, en Chimaltenango, en Guatemala.
Aunque tuvo acceso a educación, tanto en el nivel primario y secundario, su condición económica no le permitió a su familia, de escasos recursos, que pudiera continuar con su educación, ya que aspiraba llegar a la universidad.
Ahora, en Estados Unidos ha encontrado un empleo con mejor salario del que encontró en Guatemala, donde trabajaba en la agricultura.
Por ello su familia, consciente de los retos que le esperaban, asegura que lo apoyó para que dejara el país porque la situación es complicada, sobre todo en el sostenimiento del hogar.
“Me preocupa un poco esto de que me puedan deportar, pero estar aquí ayudará a que logremos mejorar con los míos. Yo vine aquí hace tres meses y de momento ya estoy trabajando en la jardinería”, indicó.
En Guatemala vivía junto con su familia, ahora comparte una habitación con varios amigos quienes lo están ayudando a establecerse y con su alimentación, trata de consumir lo que puede.
Como resultado de su esfuerzo, en los tres meses que lleva viviendo en EE. UU, ya ha logrado enviar remesas a su familia en Chimaltenango.
Carlos afirmó que aunque sabe que ese país no es amigable con los migrantes, las oportunidades de trabajo sí lo son, y eso es una mejora a lo que tienen en Guatemala.
LA SITUACIÓN DE GUATEMALA LOS OBLIGA A ESTAR ESCONDIDOS EN EE. UU.
Desde esa misma ciudad, Mario* explicó que también salió de Guatemala no hace mucho, primero empezó trabajando en un restaurante y ahora lo hace en una empresa que se dedica a la construcción.
El connacional dijo que sabe de la situación en EE. UU., y de las políticas en contra de migrantes, pero eso no lo desanima a tratar de salir adelante, porque entiende que las condiciones de Guatemala no son las mejores.
“Esa situación de nuestro país nos obliga a estar aquí, escondidos a veces, pero tenemos que soportar esta situación, todo por la necesidad. Mire todo lo que pasa debido a la crisis económica y de los problemas en Guatemala con esto del Presidente, pues todo eso hace que uno quiera salir”, dijo.
Agregó que sabe de más personas que retornan a su departamento, que cuando viven algunos meses en el lugar ya no pueden sostenerse con lo que ganan, y desean regresar a Estados Unidos.
La oportunidad de trabajo que tienen en ese país les da el coraje para salir adelante.
“Lo poco que gano se lo envío a mi familia, entonces a través de eso uno puede dar trabajo a otros en nuestras comunidades porque también generamos empleos si construimos o mandamos a sembrar algo, con eso se benefician y ayudamos a la gente”, comentó.
REDADAS SIGUEN, PERO EMPLEO SUBE EN EE. UU.
Desde la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, las redadas en contra de trabajadores migrantes parecieran haberse incrementado, en uno de los últimos operativos realizados por agentes federales de inmigración arrestaron a 160 personas en una empresa de remolques en Texas.
Sin embargo, a medida que los arrestos y medidas en contra de migrantes siguen, la tasa de desempleos en EE. UU., bajó a menos del 4 por ciento durante abril pasado.
Las estimaciones del Departamento de Trabajo señalan que la tasa de 3.9 por ciento se acercó a una cifra que, incluso, no se había visto en medio siglo.
“El informe de empleos de agosto muestra un fuerte y continuo crecimiento laboral con 201 mil empleos creados y una tasa de desempleo que se mantiene en 3.9%. Se han creado más de 4 millones de empleos desde noviembre de 2016. Desde 1970, la tasa de desempleo se ha registrado por debajo del 4%; cuatro de esos meses se han registrado durante 2018”, explicó en un comunicado el Secretario de Trabajo, Alexander Acosta.
GUATEMALA: DEPORTACIONES, POBREZA Y EL EMPLEO INFORMAL
Mientras en Guatemala las deportaciones alcanzaron hasta la última semana de agosto un total de 60 mil 258 retornos, mientras que en el mismo mes pero de 2017, el registro era de 39 mil 180 personas, por lo que hubo un aumento de más de 20 mil en un año.
Los guatemaltecos vuelven a una realidad sin oportunidades. La última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) del Instituto Nacional de Estadística (INE) que data de 2014, apuntó que un 59.3 por ciento de la población en Guatemala vivía en condiciones de pobreza.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala en su informe “Panorama Social de América Latina de 2017”, que Guatemala se ubica entre los dos países con mayor índice de pobreza a nivel latinoamericano, solo superado por Honduras con un 65.7 por ciento, según estimaciones que toman como referencia un estudio de 2016; mientras que las mediciones de Guatemala se basan en el último sondeo que aborda el tema de la pobreza y que se efectuó en 2014.
En Guatemala, según el INE, el 69.7 por ciento de la población trabaja en el sector informal, un estimado de más de 4 millones de personas. Asimismo, se estima que la población desempleada es del 21 por ciento, siendo la mujer la que presenta una mayor brecha.
MARVIN OTZOY: A PESAR DE RETÓRICA ANTIINMIGRANTE SE ENCUENTRA TRABAJO
El economista y migrante guatemalteco, Marvin Otzoy, indica que a pesar de que son perseguidos en Estados Unidos, los connacionales siempre buscan migrar y encontrar oportunidades de trabajo que en su país no son posibles, aunque eso sea un riesgo que aseguran vale la pena correr porque al menos hay opciones de llevar sustento a la familia.
“En Guatemala no hay oportunidades y en EE. UU. a pesar de haber retórica antiinmigrante eso no impide el tener acceso al trabajo que de alguna manera se encuentra”, afirmó.
La percepción es de decepción y pesimismo al ver que nada ha cambiado. Conocer la vida más allá de las fronteras abre la visión de lo que se podría lograr en un país culto, económicamente estable y muy industrializado, motiva a que las personas no deseen volver, aseguró.
“Se percibe un mundo diferente a lo que se acostumbra vivir en Guatemala”, afirmó.
ANA MARÍA TEJADA: MIGRAR, NO HAY OTRO CAMINO
Desde California, Ana María Tejada, señala que es lamentable ver que no haya medicinas, educación para la población y eso lleva a que las personas decidan migrar, porque no tienen otro camino más que ese.
Incluso, destacó que hay migrantes que comparten espacios con otros en un mismo apartamento, pero al menos tienen acceso a alimentos y servicios básicos, algo que no sucede en Guatemala.
“En Guatemala vamos a trabajar a veces y no nos pagan. A veces la gente no tiene ni un centavo para comer, pero sabemos que aquí se encuentra el sueño americano”, aseguró.
Además, cree que los “políticos”, a quienes califica como oportunistas, no procuran el beneficio del pueblo y más bien se mueven por sus propios intereses y por eso considera que las personas buscan refugio en Estados Unidos.
HUYEN DE GUATEMALA POR SER UN ESTADO CONVULSIONADO
Mauro Verzeletti, presbítero y director de Casa del Migrante en Guatemala y El Salvador, dijo que la población guatemalteca que está migrando hacia Estados Unidos huye de un Estado convulsionado.
“El Gobierno no ha logrado trazar una ruta que pueda restablecer la seguridad nacional para los ciudadanos, esto incluye las oportunidades de trabajo”, dijo el religioso.
A criterio de Verzeletti, en el Estado, la corrupción y la impunidad generan incertidumbre, inseguridad y desconfianza en la población.
Los ciudadanos no pueden realizar sus sueños en el país y es por eso que la gente huye de la pobreza con pleno conocimiento de los riesgos que enfrentarán; no solo en su camino migratorio, sino pese a las políticas antiinmigrantes del presidente Trump, “allá (EE. UU.) hay trabajo, aquí no hay futuro” resaltó.
El presbítero anotó que aunque existen las leyes migratorias estrictas en Estados Unidos, una vez cruzan y consiguen un trabajo, los migrantes consideran que viven mejor que en Guatemala, aunque las condiciones de trabajo no sean las más justas, tienen un ingreso seguro, un techo y la oportunidad de crecer aunque no sea en su país.
CONNACIONALES ENCUENTRAN UNA LUZ EN EE. UU.
Mientras que Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT) de la Universidad Rafael Landívar, dijo que actualmente las familias están migrando debido a que en el país las posibilidades para optar a un ingreso permanente son limitadas.
De acuerdo a Roldán, las condiciones de violencia, la falta de alternativas de educación, poco acceso a la salud son algunos factores que inciden en que los guatemaltecos no puedan establecerse en Guatemala.
“A estas condiciones debemos sumar la coyuntura, esto sin duda va a generar más condiciones de migración por la inestabilidad que vive el país, porque no sabemos qué ocurrirá y hacia dónde nos dirigimos como nación”, expresó.
La directora del IDGT señaló que los migrantes encuentran una luz en Estados Unidos, aunque las jornadas de trabajo son a veces de hasta de doce horas continuas, significan una fuente de ingresos estable para los migrantes.
“Ellos -los migrantes-, hacen comparaciones aquí muchas veces no ganan ni el salario mínimo, mientras que en Estados Unidos ganan hasta ocho veces más de lo que ganarían en Guatemala haciendo el mismo trabajo”.
PREOCUPA LA PROYECCIÓN DE REMESAS PARA 2019
El investigador y economista Andrés Navas, de la Asociación de Investigación en Estudios Sociales (Asies), destacó que comparando con otros años, el Banguat confirmó una disminución de los ingresos por remesas y considera que lo que resulta preocupante, es una proyección para 2019, cuando se estima habrá menor crecimiento.
“Actualmente bajo la administración Trump ha habido mucha inestabilidad en cuanto a las negociaciones comerciales que está realizando Estados Unidos con otros países del mundo… ha generado incertidumbre a la política comercial”, aseguró.
Navas refirió que el país debe considerar generar más empleos y así mitigar la migración, porque el país no debería considerar la exportación de personas, sino un lugar que genere empleo y salarios dignos para garantizar la calidad de vida.
El experto explicó que un estudio en el que participó Asies apuntó a que el factor económico es el determinante para que ocurra una migración, sin embargo, toda la inestabilidad política viene a poner en evidencia quiénes son los más necesitados.
“Las personas en su necesidad deciden migrar al extranjero, por lo tanto la inestabilidad política puede llegar a ser un detonante para más migración”, anotó.
GOBIERNOS NO CUMPLEN CON SUS MANDATOS CONSTITUCIONALES
El economista Ricardo Barrientos del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), considera que existen causas estructurales de la migración en Honduras, Guatemala y El Salvador, por lo que las personas no migran solo por la situación económica, es decir existen otros motivos.
“Hablando de los tres países, -los Gobiernos- no son capaces de cumplir sus mandatos constitucionales más básicos. Entonces sorprende que el presidente Jimmy Morales esté hablando del altísimo compromiso de su gobierno con mandatos, protección a la vida y familia, cuando su gobierno es incapaz a través de un gasto público, transparente y eficiente de proveer educación pública, seguridad, infraestructura para mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población”, aseguró.
En ese sentido, anotó que la falta de empleos y de condiciones de vida en los países del Triángulo Norte, es grave y que aún con los peligros y riesgos las personas deciden migrar a continuar viviendo en la precariedad.
La decisión del presidente Jimmy Morales al anunciar el retiro de CICIG, a decir del entrevistado, desde ya ha generado rechazo de parte de Senadores de Estados Unidos y eso podría llevar a que se disminuya la ayuda al país y se perjudique aún más los esfuerzos que buscan reducir las causas estructurales de la migración.
Según el Banco de Guatemala (Banguat), las remesas familiares hasta agosto de este año suman un registro superior a los 6 mil millones de dólares y comparado con 2017, representa un incremento como se ha caracterizado desde 2010.
El crecimiento sumado entre 2016 y 2017 en concepto de remesas fue de 756 millones, mientras que de 2017 a agosto de 2018, el registro sumaba un total de 653 millones.
Eso significa que ahora existe una diferencia menor de más de 103 millones de dólares, que concuerda con las proyecciones del Banguat, que señaló la existencia de una moderación, es decir una disminución.
Dichos ingresos han permitido que por años la economía de familias se sostenga y los hogares cuenten con los recursos para vivir, tales como servicios de energía, agua, alimentos y otros.
APORTAN A LA REDUCCIÓN DE POBREZA
Las remesas, de acuerdo al Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM), no solo representan un vínculo entre las familias pues, además, pueden aportar a la reducción de la pobreza de los hogares en las comunidades de origen de los migrantes, facilitar el acceso a la salud y a la educación, y tener acceso a nuevas tecnologías, además de ser la entrada a servicios financieros formales.
La OIM señala que de los beneficiarios, un 49.5 por ciento vive en la zona urbana y un 50.5 por ciento en el sector rural.
Guatemala, San Marcos, Huehuetenango y Quetzaltenango son los departamentos que mayor volumen reciben y la mayor parte de los ingresos por remesas se utilizan para la inversión y ahorro, construcción de vivienda, consumo del hogar, salud, educación, entre otros rubros.
La cifra de remesas, incluso, ha superado los registros de exportaciones de productos con mayor demanda como el banano y café.
Analistas consultados explicaron que aunque el panorama tienda a ser complicado para los connacionales en el tema migratorio, esto no significa que sea igual en el tema de empleos y oportunidad de superación, como sí ocurre en sus comunidades de origen.
Carlos* conversó con La Hora Voz del Migrante, vive en Nueva York, Estados Unidos, desde hace poco más de tres meses y no duda en afirmar que se sintió obligado a migrar por las condiciones de pobreza e inseguridad que vivía en su departamento, en Chimaltenango, en Guatemala.
Aunque tuvo acceso a educación, tanto en el nivel primario y secundario, su condición económica no le permitió a su familia, de escasos recursos, que pudiera continuar con su educación, ya que aspiraba llegar a la universidad.
Ahora, en Estados Unidos ha encontrado un empleo con mejor salario del que encontró en Guatemala, donde trabajaba en la agricultura.
Por ello su familia, consciente de los retos que le esperaban, asegura que lo apoyó para que dejara el país porque la situación es complicada, sobre todo en el sostenimiento del hogar.
“Me preocupa un poco esto de que me puedan deportar, pero estar aquí ayudará a que logremos mejorar con los míos. Yo vine aquí hace tres meses y de momento ya estoy trabajando en la jardinería”, indicó.
En Guatemala vivía junto con su familia, ahora comparte una habitación con varios amigos quienes lo están ayudando a establecerse y con su alimentación, trata de consumir lo que puede.
Como resultado de su esfuerzo, en los tres meses que lleva viviendo en EE. UU, ya ha logrado enviar remesas a su familia en Chimaltenango.
Carlos afirmó que aunque sabe que ese país no es amigable con los migrantes, las oportunidades de trabajo sí lo son, y eso es una mejora a lo que tienen en Guatemala.
LA SITUACIÓN DE GUATEMALA LOS OBLIGA A ESTAR ESCONDIDOS EN EE. UU.
Desde esa misma ciudad, Mario* explicó que también salió de Guatemala no hace mucho, primero empezó trabajando en un restaurante y ahora lo hace en una empresa que se dedica a la construcción.
El connacional dijo que sabe de la situación en EE. UU., y de las políticas en contra de migrantes, pero eso no lo desanima a tratar de salir adelante, porque entiende que las condiciones de Guatemala no son las mejores.
“Esa situación de nuestro país nos obliga a estar aquí, escondidos a veces, pero tenemos que soportar esta situación, todo por la necesidad. Mire todo lo que pasa debido a la crisis económica y de los problemas en Guatemala con esto del Presidente, pues todo eso hace que uno quiera salir”, dijo.
Agregó que sabe de más personas que retornan a su departamento, que cuando viven algunos meses en el lugar ya no pueden sostenerse con lo que ganan, y desean regresar a Estados Unidos.
La oportunidad de trabajo que tienen en ese país les da el coraje para salir adelante.
“Lo poco que gano se lo envío a mi familia, entonces a través de eso uno puede dar trabajo a otros en nuestras comunidades porque también generamos empleos si construimos o mandamos a sembrar algo, con eso se benefician y ayudamos a la gente”, comentó.
REDADAS SIGUEN, PERO EMPLEO SUBE EN EE. UU.
Desde la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, las redadas en contra de trabajadores migrantes parecieran haberse incrementado, en uno de los últimos operativos realizados por agentes federales de inmigración arrestaron a 160 personas en una empresa de remolques en Texas.
Sin embargo, a medida que los arrestos y medidas en contra de migrantes siguen, la tasa de desempleos en EE. UU., bajó a menos del 4 por ciento durante abril pasado.
Las estimaciones del Departamento de Trabajo señalan que la tasa de 3.9 por ciento se acercó a una cifra que, incluso, no se había visto en medio siglo.
“El informe de empleos de agosto muestra un fuerte y continuo crecimiento laboral con 201 mil empleos creados y una tasa de desempleo que se mantiene en 3.9%. Se han creado más de 4 millones de empleos desde noviembre de 2016. Desde 1970, la tasa de desempleo se ha registrado por debajo del 4%; cuatro de esos meses se han registrado durante 2018”, explicó en un comunicado el Secretario de Trabajo, Alexander Acosta.
GUATEMALA: DEPORTACIONES, POBREZA Y EL EMPLEO INFORMAL
Mientras en Guatemala las deportaciones alcanzaron hasta la última semana de agosto un total de 60 mil 258 retornos, mientras que en el mismo mes pero de 2017, el registro era de 39 mil 180 personas, por lo que hubo un aumento de más de 20 mil en un año.
Los guatemaltecos vuelven a una realidad sin oportunidades. La última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) del Instituto Nacional de Estadística (INE) que data de 2014, apuntó que un 59.3 por ciento de la población en Guatemala vivía en condiciones de pobreza.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala en su informe “Panorama Social de América Latina de 2017”, que Guatemala se ubica entre los dos países con mayor índice de pobreza a nivel latinoamericano, solo superado por Honduras con un 65.7 por ciento, según estimaciones que toman como referencia un estudio de 2016; mientras que las mediciones de Guatemala se basan en el último sondeo que aborda el tema de la pobreza y que se efectuó en 2014.
En Guatemala, según el INE, el 69.7 por ciento de la población trabaja en el sector informal, un estimado de más de 4 millones de personas. Asimismo, se estima que la población desempleada es del 21 por ciento, siendo la mujer la que presenta una mayor brecha.
MARVIN OTZOY: A PESAR DE RETÓRICA ANTIINMIGRANTE SE ENCUENTRA TRABAJO
El economista y migrante guatemalteco, Marvin Otzoy, indica que a pesar de que son perseguidos en Estados Unidos, los connacionales siempre buscan migrar y encontrar oportunidades de trabajo que en su país no son posibles, aunque eso sea un riesgo que aseguran vale la pena correr porque al menos hay opciones de llevar sustento a la familia.
“En Guatemala no hay oportunidades y en EE. UU. a pesar de haber retórica antiinmigrante eso no impide el tener acceso al trabajo que de alguna manera se encuentra”, afirmó.
La percepción es de decepción y pesimismo al ver que nada ha cambiado. Conocer la vida más allá de las fronteras abre la visión de lo que se podría lograr en un país culto, económicamente estable y muy industrializado, motiva a que las personas no deseen volver, aseguró.
“Se percibe un mundo diferente a lo que se acostumbra vivir en Guatemala”, afirmó.
ANA MARÍA TEJADA: MIGRAR, NO HAY OTRO CAMINO
Desde California, Ana María Tejada, señala que es lamentable ver que no haya medicinas, educación para la población y eso lleva a que las personas decidan migrar, porque no tienen otro camino más que ese.
Incluso, destacó que hay migrantes que comparten espacios con otros en un mismo apartamento, pero al menos tienen acceso a alimentos y servicios básicos, algo que no sucede en Guatemala.
“En Guatemala vamos a trabajar a veces y no nos pagan. A veces la gente no tiene ni un centavo para comer, pero sabemos que aquí se encuentra el sueño americano”, aseguró.
Además, cree que los “políticos”, a quienes califica como oportunistas, no procuran el beneficio del pueblo y más bien se mueven por sus propios intereses y por eso considera que las personas buscan refugio en Estados Unidos.
HUYEN DE GUATEMALA POR SER UN ESTADO CONVULSIONADO
Mauro Verzeletti, presbítero y director de Casa del Migrante en Guatemala y El Salvador, dijo que la población guatemalteca que está migrando hacia Estados Unidos huye de un Estado convulsionado.
“El Gobierno no ha logrado trazar una ruta que pueda restablecer la seguridad nacional para los ciudadanos, esto incluye las oportunidades de trabajo”, dijo el religioso.
A criterio de Verzeletti, en el Estado, la corrupción y la impunidad generan incertidumbre, inseguridad y desconfianza en la población.
Los ciudadanos no pueden realizar sus sueños en el país y es por eso que la gente huye de la pobreza con pleno conocimiento de los riesgos que enfrentarán; no solo en su camino migratorio, sino pese a las políticas antiinmigrantes del presidente Trump, “allá (EE. UU.) hay trabajo, aquí no hay futuro” resaltó.
El presbítero anotó que aunque existen las leyes migratorias estrictas en Estados Unidos, una vez cruzan y consiguen un trabajo, los migrantes consideran que viven mejor que en Guatemala, aunque las condiciones de trabajo no sean las más justas, tienen un ingreso seguro, un techo y la oportunidad de crecer aunque no sea en su país.
CONNACIONALES ENCUENTRAN UNA LUZ EN EE. UU.
Mientras que Úrsula Roldán, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales (IDGT) de la Universidad Rafael Landívar, dijo que actualmente las familias están migrando debido a que en el país las posibilidades para optar a un ingreso permanente son limitadas.
De acuerdo a Roldán, las condiciones de violencia, la falta de alternativas de educación, poco acceso a la salud son algunos factores que inciden en que los guatemaltecos no puedan establecerse en Guatemala.
“A estas condiciones debemos sumar la coyuntura, esto sin duda va a generar más condiciones de migración por la inestabilidad que vive el país, porque no sabemos qué ocurrirá y hacia dónde nos dirigimos como nación”, expresó.
La directora del IDGT señaló que los migrantes encuentran una luz en Estados Unidos, aunque las jornadas de trabajo son a veces de hasta de doce horas continuas, significan una fuente de ingresos estable para los migrantes.
“Ellos -los migrantes-, hacen comparaciones aquí muchas veces no ganan ni el salario mínimo, mientras que en Estados Unidos ganan hasta ocho veces más de lo que ganarían en Guatemala haciendo el mismo trabajo”.
PREOCUPA LA PROYECCIÓN DE REMESAS PARA 2019
El investigador y economista Andrés Navas, de la Asociación de Investigación en Estudios Sociales (Asies), destacó que comparando con otros años, el Banguat confirmó una disminución de los ingresos por remesas y considera que lo que resulta preocupante, es una proyección para 2019, cuando se estima habrá menor crecimiento.
“Actualmente bajo la administración Trump ha habido mucha inestabilidad en cuanto a las negociaciones comerciales que está realizando Estados Unidos con otros países del mundo… ha generado incertidumbre a la política comercial”, aseguró.
Navas refirió que el país debe considerar generar más empleos y así mitigar la migración, porque el país no debería considerar la exportación de personas, sino un lugar que genere empleo y salarios dignos para garantizar la calidad de vida.
El experto explicó que un estudio en el que participó Asies apuntó a que el factor económico es el determinante para que ocurra una migración, sin embargo, toda la inestabilidad política viene a poner en evidencia quiénes son los más necesitados.
“Las personas en su necesidad deciden migrar al extranjero, por lo tanto la inestabilidad política puede llegar a ser un detonante para más migración”, anotó.
GOBIERNOS NO CUMPLEN CON SUS MANDATOS CONSTITUCIONALES
El economista Ricardo Barrientos del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), considera que existen causas estructurales de la migración en Honduras, Guatemala y El Salvador, por lo que las personas no migran solo por la situación económica, es decir existen otros motivos.
“Hablando de los tres países, -los Gobiernos- no son capaces de cumplir sus mandatos constitucionales más básicos. Entonces sorprende que el presidente Jimmy Morales esté hablando del altísimo compromiso de su gobierno con mandatos, protección a la vida y familia, cuando su gobierno es incapaz a través de un gasto público, transparente y eficiente de proveer educación pública, seguridad, infraestructura para mejorar las condiciones de vida de la mayoría de la población”, aseguró.
En ese sentido, anotó que la falta de empleos y de condiciones de vida en los países del Triángulo Norte, es grave y que aún con los peligros y riesgos las personas deciden migrar a continuar viviendo en la precariedad.
La decisión del presidente Jimmy Morales al anunciar el retiro de CICIG, a decir del entrevistado, desde ya ha generado rechazo de parte de Senadores de Estados Unidos y eso podría llevar a que se disminuya la ayuda al país y se perjudique aún más los esfuerzos que buscan reducir las causas estructurales de la migración.
Según el Banco de Guatemala (Banguat), las remesas familiares hasta agosto de este año suman un registro superior a los 6 mil millones de dólares y comparado con 2017, representa un incremento como se ha caracterizado desde 2010.
El crecimiento sumado entre 2016 y 2017 en concepto de remesas fue de 756 millones, mientras que de 2017 a agosto de 2018, el registro sumaba un total de 653 millones.
Eso significa que ahora existe una diferencia menor de más de 103 millones de dólares, que concuerda con las proyecciones del Banguat, que señaló la existencia de una moderación, es decir una disminución.
Dichos ingresos han permitido que por años la economía de familias se sostenga y los hogares cuenten con los recursos para vivir, tales como servicios de energía, agua, alimentos y otros.
APORTAN A LA REDUCCIÓN DE POBREZA
Las remesas, de acuerdo al Organismo de las Naciones Unidas para la Migración (OIM), no solo representan un vínculo entre las familias pues, además, pueden aportar a la reducción de la pobreza de los hogares en las comunidades de origen de los migrantes, facilitar el acceso a la salud y a la educación, y tener acceso a nuevas tecnologías, además de ser la entrada a servicios financieros formales.
La OIM señala que de los beneficiarios, un 49.5 por ciento vive en la zona urbana y un 50.5 por ciento en el sector rural.
Guatemala, San Marcos, Huehuetenango y Quetzaltenango son los departamentos que mayor volumen reciben y la mayor parte de los ingresos por remesas se utilizan para la inversión y ahorro, construcción de vivienda, consumo del hogar, salud, educación, entre otros rubros.
La cifra de remesas, incluso, ha superado los registros de exportaciones de productos con mayor demanda como el banano y café.