De 'abangán' a 'ziyara'
La Vanguardia, Barcelona, España
Sale a la venta el primer diccionario histórico del islam publicado en España - Su autora se sirve de las palabras para ilustrar la versatilidad de esta religión. Entender el islam de hoy desde una perspectiva española. Así de claro es el objetivo que se propone la profesora Luz Gómez García (Madrid, 1967) con la publicación de Diccionario de islam e islamismo (Espasa), el primer libro de estas características que aparece en España.
Está de acuerdo en que muchas palabras en el islam sirven tanto para un roto como para un descosido, en una demostración de que se trata de una religión versátil. "Ser musulmán puede combinarse con ser marroquí, feminista o comerciante, de tal modo que el islam se convierte más en una forma de vida que en una religión", afirma la autora del diccionario. "Es una religión fácil de seguir", añade la profesora, "y este rasgo explica su enorme extensión a lo largo del mundo y que cuente con unos 1.200 millones de fieles. En realidad, basta con cumplir los cinco pilares del islam, o sea, declararse como musulmán, la oración, la colaboración económica, el Ramadán y la peregrinación a La Meca al menos una vez en la vida".
Formada en Egipto y en otros países musulmanes después de haber estudiado filología árabe, esta profesora de la Universidad Autónoma de Madrid desmonta muchos tópicos sobre el islam, incluido el de que sea más difícil para una mujer que para un hombre trabajar en una sociedad islámica. "Escribí mi tesis doctoral", recuerda, "mientras trabajaba con islamistas. Es cierto que, en determinados momentos, me autolimitaba. Ahora bien, también te autolimitas en otras sociedades machistas, como la española, sin ir más lejos". En cualquier caso, Luz Gómez García, que compagina sus clases con la traducción de autores árabes, ha pretendido cubrir un hueco que existía en las librerías españolas. "El mundo anglosajón o los franceses tienen mucho escrito sobre el islam, pero disponemos de muy poca bibliografía", comenta. Estas lagunas explicarían, a juicio de la autora, el caos en que se ha convertido la grafía del árabe, donde igual se puede ver escrito charía que sharía, o suní, que unas veces figura con una ene y otras con dos.
Suspira la profesora cuando se le pregunta por la escasez de intelectuales, escritores o profesionales españoles que hablan árabe. "Bueno, más bien convendría decir que nuestra intelectualidad no sólo no habla árabe sino que no habla ningún idioma extranjero". Argumentos como el tradicional aislamiento de nuestro país, los conflictos históricos con el norte de África o el apoyo marroquí a la sublevación militar contra la República explicarían que España y el islam hayan vivido de espaldas. "Sin embargo", matiza Luz Gómez, "yo no diría que exista una especial xenofobia contra los marroquíes emigrantes o contra los musulmanes en general. Es más, un atentado como el que se produjo el 11 de marzo de 2004, con más de 200 muertos, hubiera provocado en otro país unas fuertes tendencias de odio al musulmán que en España no se han manifestado. Fue mucho más moderada nuestra reacción que el furor contra el islam que vivieron en Estados Unidos y otros países tras el 11-S".
En los más de 500 artículos que integran el Diccionario de islam e islamismo, Luz Gómez García ha huido de la erudición para presentar un libro riguroso que sirva como guía útil para profesores, historiadores, cooperantes, políticos o periodistas. "Se trata", resume como ejemplo, "de que el lector sepa quiénes son los talibán, de dónde vienen, qué pretenden y las razones de su poder en Afganistán".