De la Iglesia: "Hay que mantener nuestra intimidad"
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Madrid. - Álex de la Iglesia regresa el viernes a los cines españoles con "Perfectos desconocidos", una nueva comedia negra en la que explora los límites de la intimidad partiendo de una premisa tan simple como arriesgada: un grupo de amigos que ponen sus teléfonos móviles sobre la mesa para compartir cualquier llamada o notificación que les llegue.
Con un inquietante "eclipse de sangre" como telón de fondo, Ernesto Alterio, Juana Acosta, Eduard Fernández, Dafne Fernández, Eduardo Noriega, Belén Rueda y Pepón Nieto protagonizan esta historia coral en la que nadie resulta ser lo que parece.
dpa : Con "Perfectos desconocidos", este año hace doblete (en marzo estrenó "El bar"). ¿Se considera un privilegiado?
De la Iglesia: Me gusta mucho trabajar y tengo mucha suerte. Se ha dado la casualidad de que este año he hecho dos películas, pero no va a volver a ocurrir o es poco posible que así sea. También hay veces que estamos dos o tres años sin trabajar y eso es muy duro.
dpa : "Perfectos desconocidos" adapta la película homónima de Paolo Genovese, pero tengo entendido que, como en "Los crímenes de Oxford" o el documental sobre Leo Messi, la idea no partió de usted...
De la Iglesia: Desde fuera tenemos esa imagen de director-autor, pero está muy alejado de la realidad. En mi caso, las películas que escribo son en colaboración con muchísima gente que opina. Me han ofrecido muchos proyectos, y normalmente digo que no, pero en esta fue "por favor y ya". Tenía miedo de que alguien hiciera un remake porque es transportable y puede ser muy diferente a la original.
dpa : ¿La considera entonces cien por cien Álex de la Iglesia?
De la Iglesia: No lo puedo evitar. Al final, un director es un tío que toma decisiones. Me siento halagado cuando me dicen eso del sello Álex de la Iglesia, pero me gustaría que todas fueran distintas. El director que más admiro es Sidney Lumet, que no tiene estilo, lo único que une sus películas son lo buenas que son.
dpa : Esta vez ha hecho un esfuerzo por cambiar, al menos en la elección de actores: salvo Pepón Nieto, el resto son rostros nuevos en su cine.
De la Iglesia: Siempre me dicen: "Trabajas con los mismos..." Pues toma. Ha sido un poco por llevar la contraria. Tenía ganas de abrirme y he podido trabajar a capricho, como elegir que la pareja de matrimonio mal llevado la interpretara una pareja real como Juana y Ernesto.
dpa : ¿Participaría en un juego como el que plantea la película?
De la Iglesia: No (sin dudarlo), porque es de lo que trata la peli: creo que hay que mantener nuestra intimidad. Ahora nuestro cerebro, alma o corazón lo tenemos en el móvil, así de fuerte, pero nadie nos lo ha explicado ni nos ha dado tiempo a asumir este cambio radical. Puedes hablar con cualquier persona del mundo, a través de Twitter puedes ponerte en contacto con Matthew McConaughey si te apetece. La información por fin ha generado un mundo de conciencia colectiva en el que estamos todos dentro. Pero nadie nos ha dado un cursillo. Es muy fuerte que cualquiera pueda intervenir en una conversación y aportar su granito de arena... o su pequeño excremento, su odio.
dpa : ¿Se considera adicto al móvil?
De la Iglesia: Sí, en el sentido de que no puedo vivir sin él, como sin mis brazos, piernas u ojos. Al principio, Jorge (Guerricaechevarría, con el que ha firmado la mayoría de sus guiones) no tenía Whatsapp, y le dije: "Por favor, al principio era gracioso, pero es que lo necesito".
dpa : Actrices como Belén Rueda, una de las protagonistas de la película, también han denunciado haber sufrido acoso sexual, pero en España no ha habido hasta ahora un escándalo comparable al caso Harvey Weinstein en Hollywood...
De la Iglesia: Creo que el acoso y el abuso ocurren porque hay una gran tensión alrededor del poder que hace que surjan las miserias. Aquí no ocurre esto con la virulencia que ocurre en Hollywood, donde sí hay huevos que freír. De todas formas, en el cine se nota más todo, pero en las grandes empresas, en cualquier situación en la que se mueva poder, puede ocurrir. Hay un machismo impuesto, una sociedad patriarcal claramente impuesta en todos los ámbitos de la sociedad, una serie de constantes que son terroríficas y hay que hacer todo lo posible para denunciarlo. Aunque sin perder la cabeza...
dpa : Si fuera Ridley Scott, ¿también habría eliminado las escenas rodadas con Kevin Spacey?
De la Iglesia: Me parece absolutamente ridículo borrar a un actor, haya hecho lo que haya hecho, de una película, porque una cosa es la obra de ficción y otra, la persona real. Kevin Spacey probablemente sea deleznable, pero su trabajo no. Dicho esto, entiendo perfectamente a Ridley Scott, porque te pueden hundir la película. Pero no actúa por un problema moral, sino por la repercusión de la película, es una cuestión comercial.
dpa : Y, moralmente, ¿trabajaría con alguien como Spacey?
De la Iglesia: ¿Qué hacemos con la obra de Heidegger o con Wagner (acusados de connivencia con el nazismo)? Hay que separar radicalmente al autor de su obra, lo mismo que los comentarios o diálogos que ocurren en una película con la vida real. Mezclarlo es muy peligroso. Pero está claro que no trabajaría con una persona en la que no confíe.
DE LA IGLESIA: Filósofo de formación, De la Iglesia (Bilbao, 1965) es uno de los cineastas más consolidados del panorama español. Títulos como "El día de la Bestia", "La comunidad" o las más recientes "Las brujas de Zugarramurdi" y "Mi gran noche" jalonan una trayectoria premiada entre otros con el León de Plata a la mejor dirección en Venecia por "Balada triste de trompeta". Está casado con la actriz Carolina Bang.
dpa : Con "Perfectos desconocidos", este año hace doblete (en marzo estrenó "El bar"). ¿Se considera un privilegiado?
De la Iglesia: Me gusta mucho trabajar y tengo mucha suerte. Se ha dado la casualidad de que este año he hecho dos películas, pero no va a volver a ocurrir o es poco posible que así sea. También hay veces que estamos dos o tres años sin trabajar y eso es muy duro.
dpa : "Perfectos desconocidos" adapta la película homónima de Paolo Genovese, pero tengo entendido que, como en "Los crímenes de Oxford" o el documental sobre Leo Messi, la idea no partió de usted...
De la Iglesia: Desde fuera tenemos esa imagen de director-autor, pero está muy alejado de la realidad. En mi caso, las películas que escribo son en colaboración con muchísima gente que opina. Me han ofrecido muchos proyectos, y normalmente digo que no, pero en esta fue "por favor y ya". Tenía miedo de que alguien hiciera un remake porque es transportable y puede ser muy diferente a la original.
dpa : ¿La considera entonces cien por cien Álex de la Iglesia?
De la Iglesia: No lo puedo evitar. Al final, un director es un tío que toma decisiones. Me siento halagado cuando me dicen eso del sello Álex de la Iglesia, pero me gustaría que todas fueran distintas. El director que más admiro es Sidney Lumet, que no tiene estilo, lo único que une sus películas son lo buenas que son.
dpa : Esta vez ha hecho un esfuerzo por cambiar, al menos en la elección de actores: salvo Pepón Nieto, el resto son rostros nuevos en su cine.
De la Iglesia: Siempre me dicen: "Trabajas con los mismos..." Pues toma. Ha sido un poco por llevar la contraria. Tenía ganas de abrirme y he podido trabajar a capricho, como elegir que la pareja de matrimonio mal llevado la interpretara una pareja real como Juana y Ernesto.
dpa : ¿Participaría en un juego como el que plantea la película?
De la Iglesia: No (sin dudarlo), porque es de lo que trata la peli: creo que hay que mantener nuestra intimidad. Ahora nuestro cerebro, alma o corazón lo tenemos en el móvil, así de fuerte, pero nadie nos lo ha explicado ni nos ha dado tiempo a asumir este cambio radical. Puedes hablar con cualquier persona del mundo, a través de Twitter puedes ponerte en contacto con Matthew McConaughey si te apetece. La información por fin ha generado un mundo de conciencia colectiva en el que estamos todos dentro. Pero nadie nos ha dado un cursillo. Es muy fuerte que cualquiera pueda intervenir en una conversación y aportar su granito de arena... o su pequeño excremento, su odio.
dpa : ¿Se considera adicto al móvil?
De la Iglesia: Sí, en el sentido de que no puedo vivir sin él, como sin mis brazos, piernas u ojos. Al principio, Jorge (Guerricaechevarría, con el que ha firmado la mayoría de sus guiones) no tenía Whatsapp, y le dije: "Por favor, al principio era gracioso, pero es que lo necesito".
dpa : Actrices como Belén Rueda, una de las protagonistas de la película, también han denunciado haber sufrido acoso sexual, pero en España no ha habido hasta ahora un escándalo comparable al caso Harvey Weinstein en Hollywood...
De la Iglesia: Creo que el acoso y el abuso ocurren porque hay una gran tensión alrededor del poder que hace que surjan las miserias. Aquí no ocurre esto con la virulencia que ocurre en Hollywood, donde sí hay huevos que freír. De todas formas, en el cine se nota más todo, pero en las grandes empresas, en cualquier situación en la que se mueva poder, puede ocurrir. Hay un machismo impuesto, una sociedad patriarcal claramente impuesta en todos los ámbitos de la sociedad, una serie de constantes que son terroríficas y hay que hacer todo lo posible para denunciarlo. Aunque sin perder la cabeza...
dpa : Si fuera Ridley Scott, ¿también habría eliminado las escenas rodadas con Kevin Spacey?
De la Iglesia: Me parece absolutamente ridículo borrar a un actor, haya hecho lo que haya hecho, de una película, porque una cosa es la obra de ficción y otra, la persona real. Kevin Spacey probablemente sea deleznable, pero su trabajo no. Dicho esto, entiendo perfectamente a Ridley Scott, porque te pueden hundir la película. Pero no actúa por un problema moral, sino por la repercusión de la película, es una cuestión comercial.
dpa : Y, moralmente, ¿trabajaría con alguien como Spacey?
De la Iglesia: ¿Qué hacemos con la obra de Heidegger o con Wagner (acusados de connivencia con el nazismo)? Hay que separar radicalmente al autor de su obra, lo mismo que los comentarios o diálogos que ocurren en una película con la vida real. Mezclarlo es muy peligroso. Pero está claro que no trabajaría con una persona en la que no confíe.
DE LA IGLESIA: Filósofo de formación, De la Iglesia (Bilbao, 1965) es uno de los cineastas más consolidados del panorama español. Títulos como "El día de la Bestia", "La comunidad" o las más recientes "Las brujas de Zugarramurdi" y "Mi gran noche" jalonan una trayectoria premiada entre otros con el León de Plata a la mejor dirección en Venecia por "Balada triste de trompeta". Está casado con la actriz Carolina Bang.