Del campo de refugiados al campamento de verano
El País, Madrid, España
Días de risas. Días de juegos. Días de descubrimientos. Un grupo de 60 niños palestinos ha podido cambiar durante cuatro semanas los desolados paisajes de los campos de refugiados de Cisjordania por excursiones y actividades recreativas en campamentos de verano en distintas provincias españolas.
Durante cuatro semanas, los pequeños han podido dejar de lado los muros de separación , los puestos de control y la sensación continúa de tensión por nuevas sensaciones como bañarse por primera vez en una piscina bajo un intenso calor o visitar un parque de atracciones. Antes de reunirse todos en un Colegio Mayor de la Universidad Complutense de Madrid, los pequeños han estado repartidos en varios campamentos de verano en Valencia, Palencia, Santiago de Compostela, Málaga, Marinaleda, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra,Cáceres, Barcelona y Madrid, compartiendo experiencias y juegos con niños españoles.
A diferencia de otros pequeños de países en conflicto que pasan sus vacaciones alojados con familias españolas, como los saharauis, los niños de Vacaciones en Paz han estado en colonias de verano en edificos facilitados por los municipios que participan en la iniciativa de la ONG, compartiendo actividades veraniegas con niños españoles. Según los organizadores, esta modalidad de alojamiento " intensifica la labor educativa y vital que se lleva a cabo con los pequeños palestinos y el intercambio de experiencias con los niños españoles que también participan en estas colonias de verano".
Los menores palestinos que participan en el programa de Paz Ahora son huérfanos de padre o madre, hijos de encarcelados o de familias con una situación especialmente precaria. Provienen todos de Cisjordania, ya que la situación de bloqueo de Gaza hace imposible que los niños puedan salir de la Franja palestina. Los monitores que han acompañado a los pequeños durante sus vacaciones destacan lo impactante que resulta para los niños oír un helicóptero sobrevolar sus cabezas y que no pase nada, los primeros días algunos incluso se tiraban al suelo temiendo un ataque, o que no haya por las carreteras controles militares que detengan su autobús.
Durante sus últimas jornadas en España los pequeños visitarán Toledo, los lugares más turísticos de Madrid y serán testigos del colorido castizo de las Fiesta de la Paloma de la capital de España. Un oasis de paz antes de volver a la dura realidad de Palestina, donde el 42% de los niños palestinos que viven en territorio ocupado son refugiados, el 69% en la franja de Gaza, más de 10.000 hogares han sido destruidos por las continuas oleadas de violencia y 10.000 niños mueren cada año debido a la precaria asistencia sanitaria, según datos de Save the Children.