AFP (Agencia France-Presse)
LONDRES. - La vida del pintor italiano Paolo Veronese no tuvo nada de arrebatador, pero su obra es mayúscula y objeto de una imponente exposición en Londres que reúne obras que no estaban juntas desde que coincidieron en su taller.
"Tuvo una vida muy corriente, se casó, tuvo un matrimonio feliz, niños, murió a los 60 años, no hubo nada dramático en su vida", dijo a la AFP Xavier Salomon, el curador de la exposición "Veronese: esplendor en la Venecia del Renacimiento".
En su caso, "es más la obra que la vida, las pinturas son tan fuertes, poderosas y hermosas, que espero que muestren el gran pintor que era", agregó.
La exposición se inaugura este miércoles en la National Gallery de Londres y consta de cincuenta obras, que es mucho en un pintor generoso con las dimensiones de sus lienzos.
Es la mayor exposición jamás organizada en Gran Bretaña de Paolo Caliari (1528-1588), alias Veronese, aseguran los organizadores.
"Hay pinturas que probablemente no habían estado juntas desde que coincidieron en el estudio de Veronese, tenemos préstamos que nunca habían dejado Venecia, pinturas que no salían de París desde el siglo XIX", dijo el comisario de la exposición.
Museos de España, Austria, Francia, Italia y Estados Unidos han prestado obras, entre ellas "El martirio de San Jorge", normalmente colgado en la iglesia de San Giorgio de Braida, Verona.
- El precedente Da Vinci -
"En los siglos XVII, XVIII y XIX, Veronese era tan famoso como Tiziano y mucho más que Caravaggio; que su nombre sea probablemente menos conocido entre un público no especializado es solo una tema de ahora, pero es uno de los mayores artistas italianos del Renacimiento", explicó Salomon.
¿Qué distingue a Veronese del resto? "Fue un maestro combinando composición y color, es alguien que sabía crear estas magníficas composiciones increíblemente teatrales con colores brillantes maravillosos, y la combinación de ambas cosas es bastante única en Italia en aquel momento del Renacimiento", narró Salomon.
De su complejidad da fe una anécdota que el pintor francés Henri Matisse contó en una entrevista. La de su colega y amigo Albert Marquet, que tardó dos años en realizar para un concurso una copia de la obra de Veronese "La crucifixión", sin que fuera siquiera aceptada.
"Finalmente, la copia -una cosa hermosa- fue rechazada definitivamente y la madre de Marquet (...) se la ofreció a la iglesia local. Pero las mujeres intolerantes de la congregación pusieron el grito en el cielo y pidieron que la retiraran porque los ladrones llevaban poca ropa", explicó Matisse.
La exposición de Veronese ha sido recibida con los brazos abiertos por la crítica y se vislumbra un éxito como el de la gran muestra de Leonardo da Vinci que la National Gallery organizó en 2011 y que obligó a prolongar las horas de apertura de la institución de Trafalgar Square.
"Es un encuentro tan excitante como el que se le puede reclamar al gran arte", escribió el crítico del diario The Guardian.