Desde Japón a Pac-Man, la diversidad marca la semana de la moda de Londres

AFP

Creadores venidos del mundo entero garantizan la diversidad de la Semana de la Moda de Londres, cuyos desfiles para la primavera-verano 2009 se han inspirado de la ciencia ficción y de cuentos japoneses, de videojuegos y de lienzos del pintor impresionista Claude Monet.

Desde Japón a Pac-Man, la diversidad marca la semana de la moda de Londres
El dúo británico-brasileño Basso y Brooke, que desfiló este miércoles por la tarde en el Museo de Ciencia de Londres, dijo que viajó a Japón para buscar un estímulo para su colección, citando la novela clásica 'El Libro de Genji' como su musa. "Nos inspiró la estética japonesa, que es única", indicaron los jóvenes diseñadores, que presentaron vestidos fabricados con suntuosas sedas impresas con motivos tradicionales japoneses, como olas, caligrafía, pájaros, animales, flores.
La musa de la aplaudida colección futurista del diseñador Giles Deacon, galardonado en 2006 con el premio del mejor Diseñador del año, fue Pac-Man, el célebre personaje de los videojuegos.
La creadora Betty Jackson dijo que su inspiración había sido el movimiento del agua y la joven diseñadora Louise Goldin se inspiró en formas orgánicas, evocadoras de Star Trek, mientras que la colección de Temperly London fue una "odisea romántica".
La colección de Christopher Kane evocó el Planeta de los Simios, presentando camisetas adornadas con rostros de primates y medias y vestidos impresos con panteras. "Me fascinan los dinosaurios", dijo Kane, presentado por la crítica de moda británica como uno de los creadores con mayor futuro internacional.
Stella McCartney, hija del ex Beatle, diseñó una colección para la firma Adidas, "que transforma el gimnasio en un lugar sexy" y el escocés Julien MacDonald hizo brillar las pasarelas con trajes metálicos.
No sólo la inspiración, sino también el color en las pasarelas londinenses ha sido variado: John Rocha, de origen chino-portugués, volvió su mirada al Oriente, ofreciendo amarillos, violetas y naranjas encendidos, mientras que la paleta de la británica Nicole Fahri fue delicada y floral, inspirada en los jardines ingleses y en Monet.
Luella, una de las jóvenes diseñadoras británicas más cotizadas, utilizó naranjas, fresas y violetas resplandecientes; Ely Kishimoto vistió a sus mujeres con ligeros y escotados vestidos decorados con pequeños puntos y flores, y Peter Jensen, uno de los jóvenes creadores promovidos por la gran cadena de ropa británica Topshop, prefirió las rayas.
"La pasarela de Londres es tan variada como la ciudad", resumió el presidente del Consejo Británico de la Moda (BFC), Harold Tillman, responsable de organizar la semana londinense.
Además, la ciudad que se ufana de tener las mejores escuelas de moda en el mundo y de atraer a los diseñadores jóvenes más creativos, no ocultaba este miércoles su alivio de que tendrá cinco días para presentar sus colecciones, en vez de cuatro, como planteaba Nueva York.
La guerra entre las dos ciudades -que había puesto en duda el papel de Londres como una de las capitales de la moda- fue superada el martes por la noche, tras discusiones entre los responsables de los desfiles de París, Milán, Londres y Nueva York, las cuatro capitales de la millonaria industria de la moda.
Incluso Sarah Brown, esposa del primer ministro británico, Gordon Brown, intervino en la controversia, ofreciendo una gran fiesta para apoyar a Londres en su lucha contra Nueva York, que quería dejarle sólo cuatro días a Londres, lo que habría casi anulado los desfiles de la capital inglesa, que atraen a unos 5.000 compradores, periodistas, modelos y celebridades del mundo enter


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