Deserción de ministro de Exteriores golpea a Gadafi aunque sus tropas avanzan en el este

AFP (Agencia France-Presse)

AJDABIYA, Michel Moutot, (AFP) - El dirigente libio Muamar Gadafi sufrió un duro golpe político con la deserción de su ministro de Relaciones Exteriores, Musa Kusa, aunque en el terreno sus tropas lograron hacer retroceder en el este del país a las desorganizadas fuerzas rebeldes.

Rebeldes libios.
Rebeldes libios.
La OTAN asumió, a las 06H00 GMT del jueves, el mando de las operaciones en Libia, tomando el relevo de la coalición internacional, que desde el 19 de marzo dirigía la intervención contra las fuerzas de Gadafi, dijo el secretario general de la organización basada en Bruselas, Anders Fogh Rasmussen.
Según el diario The New York Times, agentes de la CIA fueron desplegados en Libia para contactar con los rebeldes, mientras que la cadena ABC afirmó que el presidente Barack Obama autorizó ayudar en secreto a los rebeldes.
En el plano político, el coronel Gadafi sufrió un serio revés con la deserción de su canciller, Musa Kusa, una de las principales figuras del régimen, anunciada a su llegada el miércoles a Londres.
El jefe de la diplomacia británica, William Hague, dijo el jueves que la justicia británica no ha hecho ninguna "oferta de inmunidad" a Kusa.
"Su renuncia muestra que el régimen de Gadafi, que ya ha visto varias deserciones importantes hacia la oposición, está fragmentado, bajo presión y hundiéndose desde dentro", afirmó Hague.
Un alto responsable estadounidense calificó la deserción del ministro de "muy importante".
La renuncia de Musa Kusa es "una señal de que los días del régimen están contados", declaró el jueves el ex ministro libio de Inmigración, Alí Errischi, en declaraciones al canal de televisión France-24.
"Siempre he dicho que los dirigentes libios son todos rehenes en Trípoli. Es increíble ver de qué manera Kusa logró escaparse. Gadafi ya no cuenta con nadie. Ahora solo quedan él y sus hijos", dijo.
Musa Kusa, de 59 años, estuvo vinculado en los últimos años a todas las negociaciones que permitieron que Libia volviera a ser frecuentable para Occidente.
En su condición de jefe del servicio de inteligencia de 1994 a 2009, Kusa fue un hombre fuerte de los comités revolucionarios, columna vertebral del régimen libio y hombre de confianza de Gadafi.
El portavoz del régimen, Musa Ibrahim, confirmó la dimisión de Kusa, afirmando que recibió un permiso para recibir tratamiento médico en Túnez.
El portavoz destacó que el régimen "no depende de individuos", y aseguró que el coronel Gadafi y sus hijos permanecerán en el país "hasta el final".
Al poder desde hace casi 42 años, el coronel Gadafi advirtió por su lado que los países occidentales que participan en la coalición internacional crearon una situación de la que podrían perder el control.
"Si ellos (los Occidentales) continúan, el mundo entrará en una verdadera cruzada (...) Han iniciado una cosa grave, que no pueden controlar y que estará fuera de su control sean cuales sean los medios de destrucción de que disponen", advirtió.
Sobre el terreno, al final de la mañana se produjeron enfrentamientos alrededor de la terminal petrolera de Brega (800 km al este de Trípoli), según testimonios recogidos por un periodista de la AFP.
El miércoles, las fuerzas leales a Gadafi recuperaron el control del puerto petrolero de Ras Lanuf, 370 km al oeste del feudo de los rebeldes, Bengasi, y prosiguieron hacia Brega.
Durante la madrugada, varios aviones de la coalición sobrevolaron Trípoli, y luego se escucharon explosiones en el barrio periférico de Salaheddin, al sureste de la capital, indicó un testigo a la AFP.
El jefe del Estado Mayor estadounidense, el almirante Mike Mullen, afirmó que las fuerzas armadas libias no están aún al borde de la ruptura, aunque los ataques de la coalición han dejado fuera de combate a un cuarto de las fuerzas de Gadafi.
El ministro francés de Defensa, Gérard Longuet, afirmó que la entrega de armas a la rebelión no está "a la orden del día", porque no es "compatible" con la resolución 1973 de la ONU.
París, Washington y Londres venían diciendo desde el martes que no descartaban armar a los rebeldes, propuesta que rechazaron varios países miembros de la coalición.
Por otro lado, un buque humanitario, procedente de Malta con 150 toneladas de ayuda médica y humanitaria, aportó su ayuda el jueves a los habitantes de Misrata, asediada desde hace varias semanas por las tropas pro Gadafi, según un periodista de la AFP a bordo.


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