"Acabamos de conducirle hasta la prisión de Caçapava donde se quedará 30 días, renovables por 30 más, durante los que la policía continuará investigando", explicó a la AFP el inspector Igor Bachmann de la comisaria de Caçapava do Sul, a 230 kilómetros de Porto Alegre, la capital del estado de Rio Grande do Sul.

"Sus abusos sexuales comenzaron hace más de 50 años. Numerosos crímenes habían prescrito pero las víctimas sirvieron como testigos y Maciel fue detenido por un abuso cometido en 2012. El caso había sido archivado, pero se reabrió después de la publicación del libro de Marcelo Ribeiro", contó el inspector.

El empresario Marcelo Ribeiro, de 48 años, publicó recientemente el libro "Sin miedo a hablar: relato de una víctima de la pederastia". Allí relató que había sido víctima de los abusos de Maciel cuando formaba parte del coro dirigido por el religioso en Nueva Hamburgo, otra ciudad del sur del país.

Muchas otras víctimas, entre ellos el violoncelista Alexandre Diel, de 42 años, denunciaron al religioso por pedofilia.

"No es un religioso, sino un criminal. Se vestía como un cura para practicar crímenes desde hace más de 50 años", subrayó el comisario de Caçapava, Fabricio Santis, citado por la prensa brasileña, y quien detuvo a Maciel dentro de la operación "El silencio de los inocentes".

Excomulgado en 2009 de la Iglesia católica, el excura ingresó en la Iglesia anglicana, de la que también fue expulsado en 2011.

"Después, él fundó su propia congregación y dirigía un monasterio en Caçapava donde daba cursos de flauta a los niños y se hacía llamar Monseñor Marcos", según el inspector Bachmann.

En una entrevista con la cadena brasileña RBS TV, Maciel negó los abusos: "Él (Ribeiro) no sabe qué decir para impresionar a la gente que le escucha. Sé que ha escrito un libro, pero no me interesa leerlo", aseguró.