Detienen en Alemania al ex presidente catalán Puigdemont

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Madrid/Kiel. - El ex presidente catalán Carles Puigdemont fue arrestado hoy en Alemania y podría ser entregado los próximos días a España, donde está procesado por delitos vinculados al plan independentista con el que abrió una grave crisis en el país.

Puigdemont fue interceptado a las 11:19 horas (9:19 GMT) en un área de descanso junto a la autopista A7 tras ingresar de Dinamarca a Alemania por la frontera norte, confirmó a la agencia dpa la Policía en la ciudad de Kiel, que respondió así a una orden de captura europea activada por el Tribunal Supremo español el viernes.
La Fiscalía del estado federado de Schleswig-Holstein, a cargo del caso, determinará hasta mañana lunes si mantiene a Puigdemont en custodia policial hasta que se resuelva su entrega a España, un paso que podría demorarse entre diez y 60 días.
Entre tanto, el político de 55 años fue trasladado al centro penitenciario de Neumünster en un pequeño vehículo con los cristales tintados hacia las 15:00 horas. El trato fue "correcto" en todo momento, admitió su abogado, Jaume Alonso Cuevillas.
La detención indignó al independentismo catalán, que volvió denunciar el "autoritarismo" de Madrid. "España no garantiza un juicio justo, solo venganza y represión", escribió en Twitter Elsa Artadi, portavoz de la plataforma Junts per Catalunya (JxCat), de Puigdemont.
Mireia Boya, ex diputada del partido soberanista y antisistema Candidatura de Unidad Popular (CUP), planteó en la misma red social: "Ahora se verá si la Unión Europea avala la vulneración de derechos fundamentales por parte del Estado español".
La influyente entidad independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC) llamó además a manifestarse hoy en la región en protesta contra el arresto de Puigdemont y el envío a prisión preventiva de otros cinco líderes soberanistas este viernes.
Por el contrario, Albert Rivera, líder del partido antiindependentista Ciudadanos, celebró el fin de "la huida del golpista". "Intentar destruir una democracia europea, saltarse las leyes democráticas, romper la convivencia o malversar dinero público para ello no puede gozar de impunidad".
La aparición del principal responsable del plan independentista que abrió una crisis institucional sin precedentes en España pone fin a dos días de misterio sobre su paradero desde que el Tribunal Supremo en Madrid reactivara el viernes una orden de captura contra él y contra otros cinco independentistas huidos de España.
El pedido de captura sorprendió a Puigdemont en Helsinki, adonde había viajado el jueves para mantener reuniones en el Parlamento finlandés y ofrecer una conferencia en la universidad.
Su regreso a Bruselas estaba previsto para el sábado, pero a última hora se supo que había abandonado Finlandia ya el viernes por la noche y por medios desconocidos. Desde entonces se ignoraba su ubicación, como aseguró hoy su propio abogado antes de que se conociera su detención en Alemania.
La revista alemana "Focus" señaló que los servicios de Inteligencia españoles sí conocían la ubicación de Puigdemont y que dieron el aviso a la Policía alemana en cuanto ingresó en el país.
Fuentes de la Seguridad de Estado citadas en la prensa española confirmaron que Puigdemont estaba bajo control desde su salida de Finlandia y que se analizó su arresto en Dinamarca, pero esta opción se descartó al saber que el independentista pasaría por Alemania.
Este país es uno de los que mantiene mejores relaciones de cooperación policial con España e incluye en su código penal delitos equiparables al de rebelión que se imputa a Puigdemont. Su arresto en Alemania plantea por eso al independentista un problema mayor que si hubiese ocurrido en Bélgica.
Puigdemont vive en Bruselas desde hace casi cinco meses, cuando abandonó España tras ser destituido por el Gobierno central debido al plan independentista en Cataluña que culminó el 27 de octubre con el Parlamento regional aprobando crear una república.
El ex presidente catalán está procesado por un delito de rebelión agravada, castigado con hasta 30 años de cárcel, vinculado a ese proceso. Un total de 25 de los 28 investigados por el plan soberanista fueron procesados el viernes por diversos cargos y quedaron así a un paso de ser juzgados.


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