Diálogo hondureño en Costa Rica concluyó con el único acuerdo de proseguirlo

AFP, Agence France-Presse

Las negociaciones entre el régimen de facto de Honduras y delegados del depuesto Manuel Zelaya culminaron el viernes en San José tras dos días de deliberaciones sin resultado, aunque el presidente costarricense Oscar Arias dijo que ambas partes volverán a conversar en breve.

Diálogo hondureño en Costa Rica concluyó con el único acuerdo de proseguirlo
SAN JOSE, 11 julio 2009 (AFP) -
Las dos partes "han acordado continuar con las conversaciones a la mayor brevedad posible" y a "no ponerle fin" al diálogo, dijo Arias -que hace de mediador- al terminar la jornada. "En los próximos días anunciaremos la fecha de nuestro siguiente encuentro", agregó.
Las conversaciones habían empezado el jueves en la casa de Arias, cuya mediación es apoyada por Estados Unidos y la comunidad internacional. Pero al cabo de dos días las partes no lograron resolver el punto central: la exigencia de que Zelaya retorne a la presidencia.
"Es demasiado poco viable que en una reunión se puedan resolver conflictos tan profundos", dijo Arias, consultado sobre la falta de acuerdos para solucionar la crisis hondureña, iniciada tras el golpe del 28 de junio.
El gobierno de facto de Roberto Micheletti anunció en Tegucigalpa que instruyó a sus delegados para "su permanencia en la ciudad de San José hasta el desenlace final". Sin embargo, estos retornaron la noche del viernes y señalaron que regresarán cuando Arias lo pida.
"Es una negociación sin plazo. No se trata de ganar tiempo sino de obtener un resultado", subrayó el jefe de la delegación, Carlos López.
Por su parte, Arias rechazó críticas al diálogo formuladas por el presidente venezolano Hugo Chávez, asegurando -sin mencionarlo- que los "acuerdos" que se logren "desmentirán sus afirmaciones".
Chávez dijo el viernes que todo era un "error" promovido por Estados Unidos, a lo que el departamento de Estado respondió que las críticas eran "prematuras".
Más tarde, el departamento de Estado confirmó que Chávez había contactado al jefe de la diplomacia para América Latina, Thomas Shannon, "para conversar" sobre Honduras.
Las críticas de Chávez, que declaró en Caracas que este diálogo es un "craso error que viene del Norte", también fueron rechazadas por Micheletti. Chávez está "perdiendo credibilidad", afirmó.
Dijo "que nos iba a invadir y no nos invadió, que iba a mantener el combustible para los hondureños y no lo ha hecho, dijo que iba a traer a Manuel Zelaya Rosales en un día y no lo trajo, entonces está perdiendo la credibilidad", declaró Micheletti en Tegucigalpa.
Por su parte, la delegación de Zelaya destacó que el conflicto hondureño ha traspasado las fronteras y ahora todo el mundo está involucrado.
"No es ya un problema exclusivo de los hondureños, es un problema de los centroamericanos, de los latinoamericanos", es "un problema del mundo", dijo Milton Jiménez, miembro del equipo del mandatario derrocado.
En Tegucigalpa y otras ciudades hondureñas seguidores de Zelaya bloquearon carreteras.
Y en lo que respecta a asignar errores, desde Washington surgieron críticas republicanas a la postura del gobierno demócrata de Barack Obama sobre el caso Honduras.
Durante una audiencia en la Cámara de Representantes hubo consenso en criticar a Zelaya por crear un ambiente polarizado antes de su derrocamiento el 28 de junio.
"Al llamar a esto 'un golpe' y con pedidos de que sea reinstaurado Zelaya, el gobierno (estadounidense) ahora se pone del lado de Chávez, (Evo) Morales y (Daniel) Ortega, y no del lado del pueblo hondureño", dijo el republicano Connie Mack.
Ante tantas palabras provenientes de tantos países, fue Arias quien pareció resumir la situación. "Que nos dejen a los centroamericanos resolver los problemas de los centroamericanos, tal como hicimos hace 22 años", pidió, en alusión a los acuerdos de Esquipulas, que condujeron a la pacificación del istmo y le valieron el Premio Nobel de la Paz 1987.
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