Dieta mediterránea y comida sana: lecciones en escuelas públicas de EEUU

AFP (Agencia France-Presse)

MIAMI. - Cultivar tomates hidropónicos, probar coliflor y saber que la pasta con verduras y aceite de oliva es más nutritiva que un menú de comida rápida son las últimas lecciones impartidas en escuelas públicas en zonas pobres de Florida, sureste de Estados Unidos.

Dieta mediterránea y comida sana: lecciones en escuelas públicas de EEUU

Las campañas en favor de una alimentación saludable ocupan este año un lugar destacado en varios centros educativos del país que, de la mano de iniciativas privadas, promueven el buen comer en uno de los países más ricos del mundo, pero con casi 35% de adultos obesos, según datos de 2011-12 del organismo federal de los centros de prevención de enfermedades (CDC).

Los comedores de varias escuelas públicas del condado de Miami-Dade sirvieron el miércoles la versión italiana de la dieta mediterránea al celebrar el Día de la Herencia Italiana en esta ciudad, como parte de la campaña "Authentically EATalian", un juego de palabras en inglés que significa "Comer auténticamente italiano", auspiciada por la cámara ítalo-estadounidense del sureste del país.

"Nunca me había imaginado que los tomates no son tan grandes o rojos como los del supermercado", afirmó a la AFP Demian Woodard, de 16 años, que participó en el taller para construir el laboratorio de agricultura hidropónica más grande del condado de Miami, en la escuela secundaria Miami Northwestern en Liberty City, uno de los sectores pobres de la ciudad del sur de Florida.

"Hasta ahora no había visto ni probado una coliflor", apuntó Jessica, otra estudiante de 15 años que no dio su apellido, quien creó con sus compañeros un huerto con distintos frutales partiendo de cultivos hidropónicos.

"Desde que vi cómo podemos producir lo que comemos y mejorar nuestra comida, te juro que no he ido más a comprar los menú de hamburguesas con papas fritas", aseguró otro adolescente, Ralston Connor.

Entre bromas y enseñando su panza, este alumno del programa "The Education Effect" (El Efecto de la Educación), financiado por el grupo bancario Chase en alianza con la Universidad Internacional de Florida (FIU), atribuyó su sobrepeso "a las hormonas y comida genéticamente modificada".

 

Visión de chef

 

El chef español José Andrés, asentado desde inicios de los años 1990 en Estados Unidos y quien en 2012 figuró entre las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time, elogió la iniciativa.

"Estos proyectos son maravillosos porque desde el proceso de la agricultura podemos ver cómo los niños aprenderán de primera mano lo importante que es lo que comemos", explicó a la AFP.

Para este cocinero, "es fundamental que las nuevas generaciones sepan que todo esto forma parte de un círculo: estos chicos darán valor a los alimentos y van a recibir una educación mejor porque van a estar mejor alimentados".

José Andrés recibió la semana pasada un reconocimiento en la escuela secundaria de Liberty City en Miami por su contribución en pogramas como "Plant it Forward", una extensión de "The Education Effect que busca enseñar las innovaciones en técnicas de producción de alimentos.

"Si queremos tener un país, un mundo, un continente más prósperos tenemos que empezar a darle a las zonas rurales el valor que se merecen", dijo este chef con una docena de restaurantes en Estados Unidos, que ha asesorado informalmente a la primera dama Michelle Obama en temas de nutrición.

"Un granjero tiene que ser un 'pop star' tanto como un cantante o un cocinero y eso es lo bonito, que esto va a plantar la semilla del interés por este rubro en la mente de estos chicos", dijo

Tras escuchar a José Andrés, Woodard y Connor no ocultaron su entusiasmo.

"Una vez que tengamos una cosecha más o menos importante de nuestras verduras, queremos organizar una feria para la comunidad de estudiantes y padres de esta escuela y con lo que recaudemos ampliar el laboratorio hidropónico", dijo Demian.

La tarea no es fácil: al salir de esta escuela, como en casi todos los barrios desfavorecidos de Estados Unidos, abundan los restaurantes de comida rápida barata.

"Desde que estoy aprendiendo a cultivar y a comer mejor, tengo a mi mamá y a mi papá convencidos de que podemos comer más sano en casa, pero todavía es muy caro que comamos solo verduras y frutas", afirmó Connor.

El miércoles en su escuela, un chef italiano les enseñó recetas de su país, tan ricas como nutritivas.



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