Divisiones palestinas ponen en peligro elecciones
AFP, Agence France-Presse
La extrema rivalidad entre la Autoridad Palestina y el movimiento islamista Hamas y la demora en firmar un acuerdo de reconciliación ponen en peligro las elecciones palestinas, presidencial y legislativa, previstas para comienzos del año 2010.
Los dos campos "se alejan cada vez más uno de otro", observó Hani Al Masri, analista político de Ramalá, Cisjordania, al comparar los últimos discursos televisivos del presidente palestino Mahmud Abas y del jefe exiliado de Hamas Jaled Mechaal.
Abas acusó a Hamas de utilizar el "caso Goldstone" para retardar la reconciliación mientras que Jaled Mechaal puso en duda la legitimidad del presidente. Sin embargo, ambos dirigentes se cuidaron de cerrar definitivamente la puerta a un acuerdo, señaló Hani al Masri.
Los hermanos enemigos tienen cita el 25 de octubre en El Cairo para firmar al día siguiente un acuerdo de reconciliación pactado bajo la égida de Egipto, aunque Hamas pidió que la reunión sea aplazada debido a la actitud de Abas con respecto al "informe Goldstone".
Hamas acusa a Abas de haber cedido a la doble presión norteamericana e israelí al aceptar que el Consejo de los Derechos Humanos de la ONU aplazara una decisión sobre el informe que acusa a Israel de "crímenes de guerra" en la ofensiva contra Gaza en diciembre 2008 y enero 2009.
En filigrana se perfilan las cruciales elecciones presidencial y legislativa que en principio deben llevarse a cabo el 25 de enero a más tardar, destacaron los analistas palestinos.
De acuerdo con la constitución palestina, el presidente Abas debe "anunciar una fecha para las elecciones antes del 25 de octubre para no crear un vacío constitucional", es decir tres meses antes del último plazo, señaló Samir Azad, profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania.
Si las elecciones no son convocadas a tiempo, Fatah y Hamas van a "perder su legitimidad" con el riesgo de que se desate un enfrentamiento aún más feroz, analizó el historiador Walid Al Mudallal de la Universidad islámica de Gaza.
De hecho, ni Fatah ni Hamas lograron colmar sus respectivas expectativas en vistas a las elecciones.
El presidente Abas quedó debilitado, si no desacreditado, por el "caso Goldstone" y no ha logrado ningún avance en las negociaciones con Israel.
Hamas, por su parte, gobierna un territorio en estado de sitio, cuya población está aislada y empobrecida por el bloqueo israelí.
"Ahora la tendencia es aceptar que las elecciones se hagan a mediados del año próximo", el 26 de junio, como lo proponen los mediadores egipcios, estimó Bassam Al Salhi, secretario general del Partido del Pueblo Palestino, pequeño grupo de izquierda.
"No pienso que haya un hombre político o un líder palestino que pueda permitirse aceptar una separación definitiva entre Cisjordania y la Franja de Gaza", opinó George Jokman, director de la Fundación para los estudios democráticos de Ramalá.
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