Donald Trump, el invitado fantasma en las negociaciones sobre el clima en Alemania
AFP (Agencia France-Presse)
Bonn, Alemania. - ¿Donald Trump en la Casa Blanca? Esta posibilidad hace temblar a algunos de los negociadores reunidos en Bonn en una nueva sesión de la ONU sobre el clima, donde se quiere sin embargo relativizar el impacto de una eventual elección.
Para el más que probable candidato presidencial republicano, el calentamiento del planeta es una "broma". Después de limitarse hasta ahora a tuitear sobre el tema, acaba de proponer, en una entrevista, volver a negociar el acuerdo de París, del que no es "un gran fan". Quizás dará más detalles el jueves en una conferencia sobre el petróleo en Dakota del Norte.
En la conferencia del clima en Bonn, la perspectiva de acoger a este nuevo protagonista, si resulta elegido, descompone a más de un participante.
A la pregunta de cuál es el principal obstáculo que tendría que superar el acuerdo de París, el presidente del grupo de países africanos, Seyni Nafo, espeta de forma espontánea: "¡Qué Trump 'tome la delantera'" en esta presidencial!
Durante mucho tiempo Estados Unidos ha sido el país que más contaminaba en el mundo, ahora es el segundo después de China. Durante la administración de Barack Obama, el país se ha convertido en el impulsor para adoptar en diciembre en París un acuerdo cuyo objetivo es reducir las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero.
Pasó lo contrario durante el mandato de George W. Bush, que rechazó ratificar el protocolo de Kioto en 2001, bloqueando la evolución del proceso y facilitando que Canadá, Japón y Rusia abandonasen el tratado.
Algunos diplomáticos del clima todavía se acuerdan del optimismo que reinaba en la conferencia (COP) de Poznan en 2008, pocas semanas después de la elección de Obama.
Sin embargo, los expertos estiman que, si Trump sale elegido, no tendrá el poder para modificar el acuerdo de París. No obstante "puede retrasar la dinámica", dice Nafo.
"¿Pero qué quiere realmente 'volver a negociar'?", se pregunta el experto estadounidense Alden Meyer. "El hecho de que sea un tratado fundado en el voluntariado? ¿Que China e India tienen que actuar de forma tan transparente como nosotros? No creo que entienda lo que es este tratado, ni toda la fuerza que hay detrás", se lamenta.
"De hecho, lo que no le gusta --o lo que le han dicho que no tenía que gustarle-- es el compromiso de Obama para reducir las emisiones estadounidenses", agrega.
Más que el abandono del acuerdo de París --que implicaría cuatro años de procesos después de la ratificación-- los observadores temen que Trump desmantele las medidas medioambientales de su país: protección del aire, consumo de los vehículos, etc.
"Entramos en una era de convulsión política", destaca la negociadora francesa Laurence Tubiana. Si Estados Unidos escoge "un gobierno hostil al acuerdo de París, no será bueno. Pero, en mi opinión, no hará que (el acuerdo) fracase", pronostica.
"Todos los países se preparan para esta hipótesis. Y lo que oigo es que 'se tiene que hacer todo lo posible para que los estadounidenses sigan' pero esto no significa que sea el principio y el fin del acuerdo", dice, argumentando que hay otros intermediarios, además del presidente, que participan en el proceso.
De hecho, Estados Unidos, y el mundo, cambiaron desde Kioto, mientras las consecuencias del cambio climático siguen sacudiendo el planeta.
"Creo que Donald Trump es un hombre de negocios increíble y un político muy interesante, pero la retórica electoral es un cosa y la realidad del mundo otra", dice la negociadora de la Unión Europea, Elina Bardram. Y "la opinión de Estados Unidos está satisfecha con el acuerdo", concluye.
En la conferencia del clima en Bonn, la perspectiva de acoger a este nuevo protagonista, si resulta elegido, descompone a más de un participante.
A la pregunta de cuál es el principal obstáculo que tendría que superar el acuerdo de París, el presidente del grupo de países africanos, Seyni Nafo, espeta de forma espontánea: "¡Qué Trump 'tome la delantera'" en esta presidencial!
Durante mucho tiempo Estados Unidos ha sido el país que más contaminaba en el mundo, ahora es el segundo después de China. Durante la administración de Barack Obama, el país se ha convertido en el impulsor para adoptar en diciembre en París un acuerdo cuyo objetivo es reducir las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero.
Pasó lo contrario durante el mandato de George W. Bush, que rechazó ratificar el protocolo de Kioto en 2001, bloqueando la evolución del proceso y facilitando que Canadá, Japón y Rusia abandonasen el tratado.
Algunos diplomáticos del clima todavía se acuerdan del optimismo que reinaba en la conferencia (COP) de Poznan en 2008, pocas semanas después de la elección de Obama.
- Estados Unidos cambió -
Sin embargo, los expertos estiman que, si Trump sale elegido, no tendrá el poder para modificar el acuerdo de París. No obstante "puede retrasar la dinámica", dice Nafo.
"¿Pero qué quiere realmente 'volver a negociar'?", se pregunta el experto estadounidense Alden Meyer. "El hecho de que sea un tratado fundado en el voluntariado? ¿Que China e India tienen que actuar de forma tan transparente como nosotros? No creo que entienda lo que es este tratado, ni toda la fuerza que hay detrás", se lamenta.
"De hecho, lo que no le gusta --o lo que le han dicho que no tenía que gustarle-- es el compromiso de Obama para reducir las emisiones estadounidenses", agrega.
Más que el abandono del acuerdo de París --que implicaría cuatro años de procesos después de la ratificación-- los observadores temen que Trump desmantele las medidas medioambientales de su país: protección del aire, consumo de los vehículos, etc.
"Entramos en una era de convulsión política", destaca la negociadora francesa Laurence Tubiana. Si Estados Unidos escoge "un gobierno hostil al acuerdo de París, no será bueno. Pero, en mi opinión, no hará que (el acuerdo) fracase", pronostica.
"Todos los países se preparan para esta hipótesis. Y lo que oigo es que 'se tiene que hacer todo lo posible para que los estadounidenses sigan' pero esto no significa que sea el principio y el fin del acuerdo", dice, argumentando que hay otros intermediarios, además del presidente, que participan en el proceso.
De hecho, Estados Unidos, y el mundo, cambiaron desde Kioto, mientras las consecuencias del cambio climático siguen sacudiendo el planeta.
"Creo que Donald Trump es un hombre de negocios increíble y un político muy interesante, pero la retórica electoral es un cosa y la realidad del mundo otra", dice la negociadora de la Unión Europea, Elina Bardram. Y "la opinión de Estados Unidos está satisfecha con el acuerdo", concluye.