Un poco más de 36 millones de personas estaban habilitadas para votar, de las cuales acudieron a las urnas un 53,04 por ciento, en el final de una campaña que volvió a mostrar la polarización en que se encuentra el país por temas como el acuerdo de paz con la ex guerrilla de las FARC y la estrategia para acabar con el conflicto armado mediante una solución negociada o la vía militar.
Duque era el candidato del Centro Democrático, el partido opositor de derecha radical que dirige el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), el principal crítico de la negociación que derivó en 2016 en la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno saliente de Juan Manuel Santos y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
Algunos dirigentes del Centro Democrático dicen que se debe desconocer el acuerdo de paz, pero Duque moderó su lenguaje en las últimas semanas al afirmar que implementará el pacto, aunque con algunas modificaciones.
"Antes que nada, esa paz, que reclama correcciones, tendrá correcciones para que las víctimas en verdad sean el centro (de atención) y tengamos justicia, reparación y no repetición (de violencia)", dijo Duque al hablar ante centenares de simpatizantes que celebraron su victoria.
"La paz de Colombia es un anhelo de todos, y la paz implica que pasemos esa página de la fractura donde se nos quiso encasillar en amigos y enemigos", agregó.
Las FARC aseguran que no volverán a las armas y su máximo líder, Rodrigo Londoño, escribió en Twitter: "Hemos vivido las elecciones más tranquilas de las últimas décadas, el proceso de paz da frutos. Es momento de la grandeza y la reconciliación, respetamos la decisión de las mayorías y felicitamos al nuevo presidente. Ahora a trabajar, los caminos de la esperanza están abiertos".
La Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, el partido político creado por la ex guerrilla, expresó en una declaración que sus dirigentes están dispuestos a reunirse con Duque "para exponer sus puntos de vista sobre la implementación del acuerdo de paz".
En cuanto a la negociación que se cumple en Cuba entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Duque ha advertido que exigirá a ese grupo guerrillero que se concentre en sitios específicos como condición para no romper el diálogo, aunque no tocó ese tema en particular en sus primeras palabras como presidente electo.
Por su parte, Petro, economista de 58 años, les pidió a sus seguidores cambiar los rostros de tristeza y anticipó que seguirá en la lucha política para que su movimiento Colombia Humana gane la mayor cantidad de gobernaciones y alcaldías en las elecciones regionales de 2019.
Asimismo, dijo que la derrota de hoy solamente aplaza por cuatro años su aspiración de llegar a la Casa de Nariño, el palacio presidencial del que Santos saldrá el 7 de agosto.
Aunque Petro admitió su derrota y felicitó a Duque, le envió un mensaje al presidente electo: "Los ocho millones (de votantes que lo apoyaron) no vamos a permitir que retrocedan a Colombia hacia la guerra", advirtió el líder izquierdista, que militó en el otrora grupo guerrillero M-19 y fue alcalde de Bogotá.
Con un tono desafiante, Petro agregó: "Intenten hacer trizas los acuerdos (de paz), intenten hacer trizas las cortes de justicia, incluida la corte de la paz (...) No vamos a permitir que la juventud sea retornada a la guerra".
Tras conocer el resultado de la definitiva segunda vuelta electoral, que como es habitual en Colombia se divulgó de una forma extraordinariamente rápida, el presidente Santos felicitó a Duque y dijo que su Gobierno ofrecerá toda la colaboración "para hacer una transición ordenada y tranquila".
La campaña electoral se cumplió en medio de un clima de tranquilidad, muy diferente al de épocas en que las FARC y el ELN arreciaban sus ataques para dificultar los comicios.
El ELN, que desde febrero del año pasado negocia con un acuerdo con el Gobierno colombiano, declaró un alto el fuego desde el viernes 15 hasta el martes 19 de junio, para facilitar las elecciones.