AFP (Agencia France-Presse)
Beirut, Líbano. - Israel golpeó con dureza a sus dos bestias negras, Hezbolá y su padrino Irán, matando en un bombardeo en Siria a seis miembros del partido chiita libanés y a un general de los Guardias de la Revolución, el ejército de élite de la República Islámica.
La muerte de seis miembros de Hezbolá y seis militares iraníes, entre ellos, un general de los Guardias de la Revolución, en un bombardeo en el Alto del Golán sirio donde realizaban una misión de reconocimiento el pasado domingo, supone el mayor golpe a Hezbolá desde el inicio de la guerra en Siria, donde combate a los rebeldes junto al presidente Bashar Al Asad.
En el ataque también murió el hijo de Imad Moughniyeh, excomandante del movimiento libanés asesinado en 2008, y el comandante Mohamed Issa, junto a otros cuatro miembros del partido.
El golpe ha desatado la cólera de los partidarios de Hezbolá, pero los analistas no creen en la posibilidad de una guerra generalizada.
Israel anunció el domingo un ataque aéreo en el Golán sirio, cerca de Quneitra, contra "elementos terroristas" acusados de preparar ataques contra el Estado hebreo.
El bombardeo ha aumentado la tensión en Líbano, donde el Ejército ha intensificado la vigilancia de la frontera con Israel.
Tel Aviv, que pretende impedir la transferencia de armas al poderoso movimiento libanés, ya ha bombardeado Siria en otras ocasiones.
Los responsables de Hezbolá solo han comentado de forma extraoficial el ataque del domingo, aunque su cadena de televisión, Al Manar, lo calificó de "aventura arriesgada que amenaza la seguridad de Oriente Medio".
-'No habrá una respuesta contundente'-
Pese a la intensa lucha inicial de Hezbolá contra el Estado hebreo, en los últimos meses se ha dedicado a combatir a rebeldes y yihadistas del Estado Islámico (EI) junto al ejército de Al Asad.
Por su grado de implicación en Siria y la fragilidad del Líbano debido al conflicto sirio, es poco probable que el movimiento responda con contundencia a Israel, abriendo un nuevo frente. Hezbolá deberá encontrar una respuesta adecuada que no desencadene las hostilidades ya abiertas, consideran los analistas.
"Hezbolá no puede responder 'masivamente', porque si lo hace, habrá otra guerra. Además Hezbolá está en Siria, por lo que no está preparado para combatir contra Israel", consideró Hilal Khashan, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Americana de Beirut.
El jefe de Hezbolá, Hasan Nasralah, había anunciado el jueves por primera vez que su partido posee desde 2006 misiles iraníes Fateh-110 capaces de cubrir todo el Estado israelí.
Con este bombardeo, "los israelíes han mostrado que Hezbolá estaba tirándose un farol", cree Khashan, ya que si el movimiento puede lanzar ataques a pequeña escala como la bomba que reivindicó haber lanzado el año pasado cerca de la frontera con Israel, se abstendría de toda acción de envergadura.
"Nasralah dirá que los israelíes buscan provocar en el contexto de su campaña electoral y que no hay que caer en su trampa" yendo más lejos, opinó este investigador, en un análisis compartido por Israel.
"Hezbolá no quiere una guerra abierta", afirmó Yoram Schweitzer, exjefe del servicio militar de lucha antiterrorista. "Hay una serie de opciones para replicar a distintos niveles. Nosotros creemos que no quiere un enfrentamiento directo por el momento", aseguró a la AFP.
Líbano continúa técnicamente en guerra con Israel, que ocupó el sur del país durante 22 años, hasta el año 2000. En 2006, el Estado Hebreo y Hezbolá se enfrentaron en una guerra que dejó más de 1.200 muertos del lado libanés, la mayoría civiles, y 160 víctimas israelíes, sobre todo soldados.