Esta decisión sobre Jerusalén representa "un peligroso caso precedente", dijo el embajador egipcio ante las Naciones Unidas, Amr Abdellatif Aboulatta, durante el encuentro este viernes en Nueva York.
Los embajadores del Reino Unido, Italia, Suecia y Alemania -actualmente no representada en el Consejo- comunicaron tras la sesión en una declaración conjunta que la decisión "no está en concordancia con resoluciones de Naciones Unidas" y "no es útil en cuanto a las perspectivas de paz en la región".
Previamente, la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, defendió la controvertida decisión de Trump. "Nuestras acciones deben impulsar el objetivo de la paz", dijo.
"Entiendo las preocupaciones de los miembros que reclamaron la sesión. El cambio es difícil, pero nunca deberíamos cuestionar lo que la verdad puede hacer", afirmó la embajadora estadounidense ante la ONU.
El Gobierno estadounidense se sigue sintiendo profundamente comprometido con el proceso de paz en Oriente Medio, sostuvo. "Y creemos que podríamos estar más cerca del objetivo que nunca antes", añadió Haley.
En una indirecta a las Naciones Unidas, la embajadora estadounidense criticó que éstas le causaron "más daños" al proceso de paz de lo que lo hicieron avanzar.
También representantes de Israel y de los palestinos estuvieron presentes en el encuentro. Mientras que el palestino Riyad Mansur calificó como "extremadamente lamentable" la decisión de Trump, el embajador israelí Danny Danon lo celebró como "un hito para Israel, la paz y el mundo".
Previamente, el enviado de la ONU a Oriente Medio Nikolai Mladenov brindó un reporte por video al Consejo desde Jerusalén sobre la situación. El estatus de Jerusalén es el "tema más emocional y difícil" en el proceso de paz, dijo.
Mladenov le pidió a todas las partes que mantengan la calma, que practiquen la moderación y regresen a un "diálogo constructivo". "Este es un momento crítico en la larga historia de este conflicto", acotó.