EEUU busca reforzar alianzas en Asia Central, clave para la guerra afgana
AFP, Agence France-Presse
Estados Unidos, involucrado en una gigantesca guerra en Afganistán, tiene más necesidad que nunca de cuidar sus alianzas en Asia Central, pero ese empeño topa con la influencia tradicional de Rusia y con la creciente presencia de China.
El presidente ruso,Medvedev y el chino,Hu.
"El resultado es que Estados Unidos se entiende con regímenes que figuran entre los más autoritarios y corruptos del mundo", destaca Paul Quinn-Judge, representante del centro de análisis International Crisis Group en Biskek, la capital de Kirguistán.
Esta política se impone tanto más en Washington cuanto que sus críticas al régimen uzbeko en 2005, luego de una sangrienta represión, habían tenido como consecuencia el cierre de una base militar clave en Uzbekistán, que tiene una larga frontera con Afganistán.
Por otra parte, Rusia no vacila en ejercer todo su poder sobre los regímenes de la región para socavar la penetración estadounidense, en la medida que Moscú considera el Asia Central ex soviética como su zona de influencia natural.
Los analistas vieron así la mano de Moscú detrás de la amenaza de Kirguistán, hace un año, de cerrar la base estadounidense en su territorio, decisión anunciada en el momento en que el gobierno ruso acordaba créditos a Biskek.
Las autoridades kirguisas finalmente aceptaron mantener la base a cambio de un aumento al triple del alquiler de 60 millones de dólares anuales, a los cuales se agregan más de 110 millones de dólares de ayuda.
Pero esta competencia tradicional entre Estados Unidos y Rusia, que implica también las enormes reservas naturales de Asia Central, debe ahora adaptarse a la creciente influencia de China que en 2009 superó a Moscú como socio comercial de Asia Central.
Con inversiones en gaseoductos, yacimientos de hidrocarburos y uranio en Kazajistán y en Turkmenistán, en la construcción de carreteras para el transporte de sus productos a Tayikistán y a Kirguistán, Pekín supo imponerse como un interlocutor ineludible en la región.
A los países de Asia Central les gusta el método chino: entregar su ayuda o su participación económicas sin por lo tanto tratar de dictar políticas diplomáticas o inmiscuirse en las políticas internas.
"Rusia era tradicionalmente la potencia dominante en la región, pero la crisis financiera socavó su poder económico, permitiendo una serie de acuerdos comerciales China-Asia Central", destaca Alexander Cooley, politólogo de la universidad neoyorquina Columbia.
China es tanto más proclive a satisfacer y reforzar los regímenes de la región, en la medida que esto evita la extensión de las violencias islamistas hasta sus fronteras con Asia Central.
En efecto, Kirguistan como Kazajistán y Tayikistán están junto al Xinjiang, región china musulmana poblada por los uigures, etnia turcohablante en el seno de la cual el islamismo gana terreno, según Pekín.
"Pekín ve a los Estados de Asia Central como una región tapón clave para estabilizar y desarrollar su provincia de Xinjiang, destacó Alexander Cooley.