EEUU: servicios públicos paralizados, Obama denuncia "cruzada ideológica"
AFP (Agencia France-Presse)
WASHINGTON- - El presidente estadounidense, Barack Obama, acusó el martes a los republicanos de lanzar una "cruzada ideológica" y les pidió poner fin a la paralización de servicios del gobierno federal, que dejó a 800.000 empleados públicos de vacaciones forzadas.

"Han paralizado al gobierno en nombre de una cruzada ideológica para negar cuidados de salud asequibles a millones de estadounidenses", dijo el mandatario.
Varios servicios públicos quedaron paralizados a partir del martes, por primera vez en casi 18 años, tras el fracaso de las negociaciones entre republicanos y demócratas en el Congreso para consensuar el presupuesto para el ejercicio fiscal 2013-2014.
Esta situación podría agravarse de nuevo dentro de dos semanas si no hay acuerdo político sobre el límite legal de endeudamiento del país.
Desde el martes, unos 800.000 empleados públicos de servicios considerados no esenciales, de un total de dos millones, tendrán que quedarse en casa sin sueldo hasta nueva orden y se cerrarán parques nacionales, museos y monumentos, incluyendo la emblemática Estatua de la Libertad.
"Aprueben un presupuesto y terminen la parálisis", exigió Obama.
Gobierno al mínimo
Pese a las intensas negociaciones en la noche del lunes al martes entre el Senado con mayoría demócrata y la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, ningún proyecto de ley pudo ser adoptado a la medianoche menos un minuto de Washington, cuando terminaba el ejercicio fiscal anterior.
En consecuencia, la Casa Blanca ordenó que las dependencias federales cesaran parcialmente sus actividades y enviaran a sus casas, sin sueldo, al personal "no esencial" al que no se puede pagar.
Algunas agencias pasarán a actuar con apenas 5% de su personal.
Este martes en Washington, algunos empleados públicos iban a sus oficinas para finiquitar todo y colocar en sus correos electrónicos un mensaje automático de ausencia.
Según un estudio de opinión de la universidad Quinnipiac, 77% de los encuestados atribuye a los republicanos la responsabilidad por el cierre de servicios federales. Solamente 22% apoya la estrategia republicana.
En medio del pulso, Obama promulgó una ley que garantiza a los militares que serán pagados pase lo que pase.
Al margen del impacto concreto del "shutdown" (cierre) del gobierno federal, su efecto en los mercados mundiales era este martes apenas perceptible. Wall Street y las bolsas europeas abrieron con alzas y Tokio cerró en verde.
Pero los expertos miran con inquietud otra fecha: si antes del 17 de octubre republicanos y demócratas no se ponen de acuerdo sobre un aumento del límite legal de endeudamiento, Estados Unidos podría verse incapacitado para hacer frente a sus obligaciones financieras y hallarse así en default sobre parte de su deuda.
De momento, Estados Unidos capta dinero en condiciones muy favorables pero una moratoria parcial podría tener consecuencias imprevisibles sobre el coste de su financiación, con un nefasto efecto de reacciones en cadena en los mercados mundiales, según expertos.
Un forcejeo de 33 meses
El fracaso del Congreso materializado este martes corona 33 meses de forcejeo permanente entre demócratas y republicanos sobre el presupuesto.
Unos y otros se han acusado mutuamente del fracaso. "Es una vergüenza que estas personas, elegidas para representar al país, acaben representando al Tea Party (ala conservadora del partido Republicano, ) y a los anarquistas", bramó Harry Reid, jefe de la mayoría demócrata del Senado.
En respuesta, el legislador republicano Ted Poe publicó en twitter un mensaje responsabilizando al gobierno: "Estamos en esta situación porque el presidente y los demócratas del Senado querían este resultado desde el inicio".
La razón de fondo del bloqueo es el financiamiento de la llamada "Obamacare", la emblemática reforma del sistema de salud del presidente estadounidense votada durante su primer mandato, refrendada por la Corte Suprema, y que los republicanos quieren bloquear.
El Partido Republicano se opone a la implementación de esa ley, que obliga a las empresas a pagar seguros de salud a sus empleados y prevé ayudas del gobierno a las personas que no tengan dinero para pagarse uno por sí mismas.
Según esta reforma, todo estadounidense deberá tener un seguro para el 1 de enero de 2014, pero los republicanos quieren impedir su aplicación, alegando que el sistema constituye un abuso de poder del Estado federal y que haría disparar el presupuesto federal.
Senado y Cámara de representantes reanudan sus labores este martes, pero crecía el pesimismo sobre un final rápido a la parálisis. "No pienso que haya movimiento" este martes, estimó el senador republicano Tom Coburn.
El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, señaló este martes que la incertidumbre generada por la crisis podría causar "graves perjuicios a los mercados emergentes y en desarrollo de Africa, Asia y América Latina".
Entre diciembre de 1995 y enero de 1996, durante la presidencia de Bill Clinton, hubo otro "cierre" del gobierno federal que duró casi un mes. El crecimiento económico del país quedó entonces amputado de un punto porcentual.