Eduardo Berti traduce completo a Henry James: "Es como un vino"
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Madrid. - Un escritor para degustar con lentitud. Es la impresión del argentino Eduardo Berti tras sumergirse en la mastodóntica tarea de traducir y editar por primera vez en español los cuentos completos de Henry James, un autor tan influyente como complejo.
"Es un escritor para saborear, como los vinos", cuenta a la agencia dpa Berti, escritor y traductor, con motivo de la publicación del primero de los tres tomos que sacará al mercado hasta 2019 la editorial española especializada en cuento Páginas de Espuma.
Berti revela las dificultades y sorpresas que encontró en la obra de James (1843-1916) en los casi tres años que lleva traduciéndolo, el aporte crucial del estadounidense (nacionalizado británico) a la literatura del siglo XX o los paralelismos que le encontró en español.
dpa: ¿Por qué no se hizo hasta ahora una edición completa de los cuentos de James?
Berti: Es algo que me llama la atención. Tal vez teníamos todos la sensación de que ya estaba hecho. Es tan onmnipresente que tal vez ni se nos ocurría, parecía que no hacía falta. Pero creo que hace falta. De hecho hay cuentos inéditos, que nunca habían sido traducidos. Es increíble.
dpa: Se trata de una obra especialmente amplia y compleja. ¿Cuál fue la mayor dificultad que encontró al traducirla?
Berti: En general, la frase de James. Fue interesante ver cómo va creciendo e inventándose en estos primeros cuentos, algo que verá el lector si los lee en orden. Y luego su gran ambigüedad, que es deliberada. El riesgo ahí es doble: la tentación de de simplificarla y traicionarla, por un lado, o la de enredarse y hacerla aun más complicada, por el otro. Y hay que poner todo eso en el orden de la frase castellana, que es otro. Es un trabajo casi de rompecabezas. Gran parte de mis insomnios estuvieron ahí.
dpa: ¿Cómo se superan esos retos?
Berti: Hay gente que lo ha traducido ya muy bien, como (María Luisa) Balseiro en España o Jaime Rest en Argentina. Luego traté de buscar qué escritores en español podrían ayudarme a imaginar cómo sonaría un James en castellano. Por más que sean muy posteriores, por ejemplo la novelística de Juan Carlos Onetti o su frase me sirvió de pista.
dpa: ¿Le sorprendió algo en esta inmersión en James?
Berti: Hubo grandes sorpresas. La primera es el primer cuento, que yo no había leído. Me llamó poderosamente la atención. Es casi un lugar común decir que en los primeros dos o tres cuentos de un escritor está toda su obra en germen, pero uno lee los de James y es así. Me sorprendió también que, si bien en los inicios hay algunas torpezas, muy rápidamente alcanza ya una madurez extraordinaria.
dpa: ¿Cuáles son esos temas y rasgos que desde el inicio caracterizan toda su obra?
Berti: La presencia del mundo del arte, al principio sobre todo de la pintura, como una forma de reflexionar sobre la ficción y la realidad, cosa que no es sorprendente en alguien como James que está siempre como en una zona intermedia, de cierta ambigüedad entre lo muy realista y lo fabuloso o fantástico. También el vínculo entre Estados Unidos y Europa, cómo ese vínculo doble que tenía se va enriqueciendo. Pero sobre todo, James tiene una doble maestría: el análisis fino de la mente humana y el dominio del punto de vista.
dpa: ¿En qué sentido?
Berti: Son dos cosas que marcan un antes y un después para la literatura y que estoy confirmando en esta serie de traducciones. Su grado de análisis psicológico, y más que psicológico, es enorme. Y en el manejo de la perspectiva, cómo nos recuerda que toda historia se puede contar desde infinitos puntos de vista, es un genio.
dpa: Son dos pilares de la literatura del siglo XX...
Berti: Absolutamente. Hay cuentos suyos de fines del 1800 que ya son del siglo XX. Es un escritor bisagra absoluto. Ahí está (William) Faulkner, ahí está Virgina Woolf, ahí está (Marcel) Proust, ahí está (James) Joyce, ahí está todo. Dice el crítico Harold Bloom que toda la literatura del siglo XX en inglés viene sobre todo de James y de Joseph Conrad. Con la paradoja de que en su momento no son tan leídos, sobre todo James.
dpa: Al mismo tiempo, ¿no es un autor que ha envejecido un poco?
Berti: Digamos que la frase larga de James no está hoy de moda. Pero no hace tanto tiempo, en la novela del boom latinoamericano, era toda una marca. Y cada tanto vuelve. James está presente en muchas cosas. Incluso como escritor me interesa, más que la frase jamesiana, que por momentos hasta me parece un obstáculo, lo formal de James. Todo eso de James sí está vigente y aparece por todos lados.
dpa: Con esa frase de largo aliento y su ambigüedad, ¿no choca un poco con la lectura veloz de hoy?
Berti: Es un autor para leer con cierta lentitud. Por eso creo que los cuentos son geniales. Tal vez no tenemos el tiempo para leer con esa lentitud una gran novela de James, que personalmente no es mi James preferido. Pero los cuentos permiten meterse en 20 o 30 páginas y saborearlos. Porque James es un escritor para saborear, como los vinos. Hay algo del paladeo del vino que, si lo leés muy rápido, no funciona.
EDUARDO BERTI (Buenos Aires, 1964): Escritor y traductor argentino, autor de novelas como "La sombra del púgil" y "El país imaginado" y de los libros de cuentos "Los pájaros" o "La vida imposible". Su última novela es "Un padre extranjero".
Berti revela las dificultades y sorpresas que encontró en la obra de James (1843-1916) en los casi tres años que lleva traduciéndolo, el aporte crucial del estadounidense (nacionalizado británico) a la literatura del siglo XX o los paralelismos que le encontró en español.
dpa: ¿Por qué no se hizo hasta ahora una edición completa de los cuentos de James?
Berti: Es algo que me llama la atención. Tal vez teníamos todos la sensación de que ya estaba hecho. Es tan onmnipresente que tal vez ni se nos ocurría, parecía que no hacía falta. Pero creo que hace falta. De hecho hay cuentos inéditos, que nunca habían sido traducidos. Es increíble.
dpa: Se trata de una obra especialmente amplia y compleja. ¿Cuál fue la mayor dificultad que encontró al traducirla?
Berti: En general, la frase de James. Fue interesante ver cómo va creciendo e inventándose en estos primeros cuentos, algo que verá el lector si los lee en orden. Y luego su gran ambigüedad, que es deliberada. El riesgo ahí es doble: la tentación de de simplificarla y traicionarla, por un lado, o la de enredarse y hacerla aun más complicada, por el otro. Y hay que poner todo eso en el orden de la frase castellana, que es otro. Es un trabajo casi de rompecabezas. Gran parte de mis insomnios estuvieron ahí.
dpa: ¿Cómo se superan esos retos?
Berti: Hay gente que lo ha traducido ya muy bien, como (María Luisa) Balseiro en España o Jaime Rest en Argentina. Luego traté de buscar qué escritores en español podrían ayudarme a imaginar cómo sonaría un James en castellano. Por más que sean muy posteriores, por ejemplo la novelística de Juan Carlos Onetti o su frase me sirvió de pista.
dpa: ¿Le sorprendió algo en esta inmersión en James?
Berti: Hubo grandes sorpresas. La primera es el primer cuento, que yo no había leído. Me llamó poderosamente la atención. Es casi un lugar común decir que en los primeros dos o tres cuentos de un escritor está toda su obra en germen, pero uno lee los de James y es así. Me sorprendió también que, si bien en los inicios hay algunas torpezas, muy rápidamente alcanza ya una madurez extraordinaria.
dpa: ¿Cuáles son esos temas y rasgos que desde el inicio caracterizan toda su obra?
Berti: La presencia del mundo del arte, al principio sobre todo de la pintura, como una forma de reflexionar sobre la ficción y la realidad, cosa que no es sorprendente en alguien como James que está siempre como en una zona intermedia, de cierta ambigüedad entre lo muy realista y lo fabuloso o fantástico. También el vínculo entre Estados Unidos y Europa, cómo ese vínculo doble que tenía se va enriqueciendo. Pero sobre todo, James tiene una doble maestría: el análisis fino de la mente humana y el dominio del punto de vista.
dpa: ¿En qué sentido?
Berti: Son dos cosas que marcan un antes y un después para la literatura y que estoy confirmando en esta serie de traducciones. Su grado de análisis psicológico, y más que psicológico, es enorme. Y en el manejo de la perspectiva, cómo nos recuerda que toda historia se puede contar desde infinitos puntos de vista, es un genio.
dpa: Son dos pilares de la literatura del siglo XX...
Berti: Absolutamente. Hay cuentos suyos de fines del 1800 que ya son del siglo XX. Es un escritor bisagra absoluto. Ahí está (William) Faulkner, ahí está Virgina Woolf, ahí está (Marcel) Proust, ahí está (James) Joyce, ahí está todo. Dice el crítico Harold Bloom que toda la literatura del siglo XX en inglés viene sobre todo de James y de Joseph Conrad. Con la paradoja de que en su momento no son tan leídos, sobre todo James.
dpa: Al mismo tiempo, ¿no es un autor que ha envejecido un poco?
Berti: Digamos que la frase larga de James no está hoy de moda. Pero no hace tanto tiempo, en la novela del boom latinoamericano, era toda una marca. Y cada tanto vuelve. James está presente en muchas cosas. Incluso como escritor me interesa, más que la frase jamesiana, que por momentos hasta me parece un obstáculo, lo formal de James. Todo eso de James sí está vigente y aparece por todos lados.
dpa: Con esa frase de largo aliento y su ambigüedad, ¿no choca un poco con la lectura veloz de hoy?
Berti: Es un autor para leer con cierta lentitud. Por eso creo que los cuentos son geniales. Tal vez no tenemos el tiempo para leer con esa lentitud una gran novela de James, que personalmente no es mi James preferido. Pero los cuentos permiten meterse en 20 o 30 páginas y saborearlos. Porque James es un escritor para saborear, como los vinos. Hay algo del paladeo del vino que, si lo leés muy rápido, no funciona.
EDUARDO BERTI (Buenos Aires, 1964): Escritor y traductor argentino, autor de novelas como "La sombra del púgil" y "El país imaginado" y de los libros de cuentos "Los pájaros" o "La vida imposible". Su última novela es "Un padre extranjero".