El egipcio está acusado de haber proporcionado a los dos israelíes, desde mayo de 2007 a mayo de 2010, informaciones sobre egipcios, sirios y libaneses que trabajan en el sector de las telecomunicaciones, y de haber seleccionado a aquellos que fueran susceptibles de colaborar con el Mossad, los servicios secretos israelíes.
Los tres casos han sido remitidos a la Alta Corte de seguridad del Estado, una jurisdicción de excepción que depende de la legislación sobre el estado de emergencia.
Los tres hombres están acusados de " espionaje " y de poner "en peligro los intereses superiores de Egipto ", así como de "ejercicio de actividades que podrían haber llevado a la ruptura de relaciones" con Siria y Líbano, añadió la fuente judicial.