Ejército y Semana Santa: cóctel polémico en una España aconfesional

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Madrid. - Las Fuerzas Armadas españolas participan estos días en más de 200 actos de Semana Santa, las banderas de los cuarteles ondean a media asta por la muerte de Jesucristo y cuatro ministros del Gobierno de Mariano Rajoy acudieron el jueves a la procesión del Cristo de la Buena Muerte, protagonizada por la Legión.

El cóctel de religión, Ejército y política ha levantado una vez más la polémica en España, un Estado aconfesional según la Constitución.
La televisión pública retransmitió en directo el Jueves Santo una de las procesiones más esperadas -y controvertidas- de estos días, en la que soldados de la Legión, una unidad de élite del Ejército, sacan en procesión en la ciudad de Málaga (sur) al Cristo de la Buena Muerte.
Allí estaban en primera fila, entonando de forma solemne el himno de la Legión, los ministros de Defensa, Interior, Justicia y Cultura.
No son los únicos responsables públicos que se dejan ver estos días en actos religiosos. Prácticamente en todo el país, alcaldes y diversos dirigentes acompañan las tradicionales procesiones que llenan de arte sacro, velas e incienso las calles españolas.
El Ministerio de Defensa y su actual titular, la conservadora María Dolores de Cospedal, están en el punto de mira de las fuerzas de la oposición por esta cuestión, especialmente después de dar orden de izar a media asta estos días la bandera española en todos los cuarteles de las Fuerzas Armadas para conmemorar la muerte de Cristo.
El Partido Socialista (PSOE) calificó la medida de "anacrónica" e incompatible con "un país laico". La formación liberal Ciudadanos, que actualmente compite con el Partido Popular (PP) de Rajoy en las encuestas, fue también crítica. "Por favor ministra deje de hacer el ridículo y romper la separación crucial entre religión y Estado. España no es un estado confesional", pidió en las últimas horas en Twitter uno de los responsables de este partido, Luis Garicano.
El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, cuestionó la orden y recordó que las Fuerzas Armadas están "constitucionalmente obligadas a la neutralidad religiosa". "Es más adecuado a la lógica de un Estado aconfesional prescindir de unos honores fúnebres militares con elementos de marcado significado religioso", concluyó esta figura que vela por los derechos de los ciudadanos en España.
Desde Defensa defienden que la presencia de las Fuerzas Armadas en los actos de Semana Santa "no entra en contradicción con el carácter aconfesional del Estado" y aseguran que los militares "acompañan de forma voluntaria" las procesiones "en ciudades que han mantenido una arraigada vinculación histórica con unidades castrenses".
Los legionarios de Málaga no son los únicos soldados que procesionan junto a tallas religiosas estos días en España. El Ejército de Tierra está presente en más de 150 actos celebrados en 80 ciudades, mientras que el Ejército del Aire y la Armada participan en medio centenar.
La bandera española ondea a media asta desde ayer hasta el domingo en todos los cuarteles del Ejército y en la sede central del Ministerio de Defensa, situado en el céntrico Paseo de la Castellana de Madrid.
Un reglamento promulgado en 2010, cuando gobernaba el socialista José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011), limita este gesto de duelo a los días de luto nacional, el fallecimiento de militares en acto de servicio o del rey, su consorte o heredero.
No alude a la muerte de Cristo y, mientras unos sectores consideran que Defensa inclumple así la normativa, el Ministerio argumenta que el izado de la bandera a media asta "forma parte de la tradición secular de los Ejércitos".
Además, busca amparo en una sentencia del Tribunal Constitucional de 2011 que estipula que "cuando una tradición religiosa se encuentra integrada en el conjunto del tejido social de un determinado colectivo, no cabe sostener que a través de ella los poderes públicos pretendan transmitir un respaldo o adherencia a postulados religiosos".
En cuanto a la presencia de militares en procesiones de Semana Santa, el Ministerio aludió a una Orden Ministerial de 1994 que estipulaba "la participación voluntaria de unidades militares en actos públicos de carácter religioso", así como un reglamento posterior que avaló "el ejercicio de la libertad religiosa" y, por tanto, "la asistencia y participación en los actos" con "carácter voluntario".
La polémica está servida y no acaba ahí. Otra de las tradiciones que se pone en cuestión en estas fechas es el indulto a presos a petición de las cofradías de Semana Santa, que data del siglo XVIII. Este año, el Gobierno concedió cinco a condenados por tráfico de drogas o delitos contra la salud pública.
Los indultados, en esta ocasión cuatro hombres y una mujer, deben cumplir los requisitos necesarios para un indulto ordinario y participan en ceremonias de perdón organizadas por las cofradías.


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