"Hemos documentado la ejecución de 1.429 personas desde que el EI anunció su 'califato' en junio", afirmó Rami Abdel Rahman, director de esta ONG con presencia en todo el territorio sirio.

"Del total de personas decapitadas o víctimas de fusilamientos masivos, 879 eran civiles, de los cuales 700 pertenecían a los Shaitat", tribu originaria de la provincia de Deir Ezzor, sunita al igual que el EI, que se rebeló contra este grupo a mediados de 2014.

Otras 63 víctimas pertenecían a otros grupos rebeldes o a los inmediatos rivales del EI en Siria, los yihadistas del Frente Al Nusra que ha combatido al EI en el norte y en el este del país, explicó el director del observatorio.

Además, "483 eran soldados del régimen de Bashar El Asad y cuatro, miembros del propio EI acusados de corrupción y otros supuestos delitos", completó.

El grupo Estado Islámico ha ejecutado a numerosos miembros de las tropas leales a Damasco decapitándolos y exhibiendo sus cuerpos en lugares públicos para "sembrar el terror entre los civiles", y en cualquiera que ose combatirles, explicó Abdel Rahman.

El otro objetivo del EI, señaló a la AFP, es "aterrorizar a la comunidad internacional al mismo tiempo que atrae a yihadistas de todo el mundo a sus filas".

El grupo, exfilial de Al Qaida en Siria, ha logrado hacerse con el control de vastas zonas de Siria e Irak.

Caracterizado por la brutalidad de sus métodos, que van de violaciones y secuestros a asesinatos en masa y limpieza étnica, el EI ha sido acusados por la ONU de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Los activistas sirios creen que en la actualidad el grupo mantiene a cientos de personas como rehenes.

ser/sah/kir/aoc/eg